Con esta obra se concluye el conjunto pictórico del presbiterio de la Iglesia de San Felipe Neri. Su título es Devoción de San Felipe Neri a la Santísima Trinidad y muestra la fuerte relación espiritual que siempre tuvo el religioso florentino con el dogma católico que versa sobre la naturaleza de Dios.

En el año 1533 San Felipe Neri fue enviado a la localidad de Cassino (ahora llamada San Germano) para que su tío Bartolomeo Romolo lo iniciara en el oficio del comercio. El santo solía frecuentar una capilla solitaria dedicada a la Santísima Trinidad, en la que un día vio claro que debía abandonar a su tío y sus riquezas para ponerse al servicio directo de Dios. Y así lo hizo: en 1534, San Felipe Neri abandona la villa, a su pariente y el comercio, y se encamina a Roma.

Varios años después, en 1548, San Felipe Neri funda la Cofradía de la Santísima Trinidad. La principal función de la misma, junto con la Adoración Eucarística -de hecho, esta pintura de Raúl Berzosa que muestra a Dios Padre recogiendo al Cordero sacrificado en la cruz se sitúa tras el sagrario del templo malagueño-, fue la ayuda a los peregrinos y las personas pobres, para lo cual edificó un hospital dedicado al "Santo Spirito", demostrando una vez más su fervor a la Trinidad.

La obra Devoción de San Felipe Neri a la Santísima Trinidad  mide 185 x 300 cm y está realizada mediante la técnica del óleo sobre lienzo. Como hemos apuntado, ha sido colocada tras el sagrario del presbiterio, en el sitio que ocupaba anteriormente la popular Hermandad de la Salutación.