La Virgen Desatanudos es una iconografía mariana derivada de la Inmaculada Concepción en la que María aparece con el característico símbolo apocalíptico de la luna bajo sus pies. Esta representación funciona como una alegoría de las dificultades humanas, simbolizadas en los nudos de la cinta que la Virgen desata como una madre ayudando a sus hijos. Con esta advocación los fieles cristianos le rezan a la Señora para resolver sus dificultades y desatar los nudos que impiden a hombres y mujeres unirse a Dios.

La última obra de la pintora hispalense, cuyo destino es la Orden de Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca en Sevilla, representa a la Virgen Desatanudos. En ella vemos a María rodeada de ángeles que la asisten, protegida por el Espíritu Santo en forma de paloma sobrevolando su idealizada figura. El pie izquierdo de la Señora está pisando la cabeza de la serpiente como representación de Satán.