El Museu de Montserrat dedica en el Espai d'Art Pere Pruna una exposición antológica al escultor Josep Salvadó Jassans (Alforja, Tarragona, 1938-2006) del que se cumple en 2016 el décimo aniversario de su muerte. La muestra es fruto del trabajo de los historiadores Jorge Egea y Adrián Arnau, que actúan como comisarios con la ayuda de la familia Jassans, que ha prestado la mayor parte de las obras que se mostrarán al público. En total, unas 50 piezas que ilustran los principales argumentos de la creación de Jassans.

La exposición, titulada La Grecia Imaginada, se podrá visitar hasta el 5 de febrero de 2017. Esta es, con certeza, la mejor manera de homenajear a la persona y al artista en la conmemoración del décimo aniversario de su muerte. La muestra recoge una antología de la obra del escultor analizándola desde una perspectiva que quiere subrayar el pensamiento y la filosofía creadora del artista, presentando al público sus dibujos, pinturas y proyectos no realizados. También aparecen otros aspectos del proceso de realización de la escultura tanto de carácter técnico como de carácter conceptual, ambos inherentes al buen hacer del oficio del escultor, formado según la mejor de las tradiciones figurativas del país.

En las obras y en las palabras de Jassans, la referencia a Grecia siempre era constante. Grecia como modelo e ideal de perfección, como deseo, como sueño... Los griegos antiguos y el equilibrio entre la ciencia y la naturaleza, la intuición y la razón, la emoción y la contención... Sin embargo, las circunstancias hicieron que Jassans no viajara nunca al país heleno, y su contacto real con las esculturas griegas tuvo lugar únicamente mediante los viajes a tierras italianas de la Magna Grecia o visitando museos de otros países de Europa.

Al contrario que otros artistas a lo largo de la historia para los que el viaje a Grecia supuso un hito en sus vidas, la Grecia de Jassans fue algo inalcanzable, algo que se desea pero que, por uno u otro motivo, resulta inaccesible. No pudo ser, por tanto, una Grecia real, sino una Grecia imaginada.

A la manera de los griegos antiguos, la obra de Jassans es el fruto de un trabajo de alto nivel en la representación de la figura humana como resultado principalmente de una reflexión estética y filosófica, de una idea de entender y transmitir el legado de la Antigüedad, una devoción por Grecia, una Grecia soñada, vivida e interiorizada, un concepto sintetizado por la "mediterraneidad", expresión tan presente en la formación de la nueva figuración catalana de la segunda mitad del siglo XX.

Discípulo de Joan Rebull, Jassans fue un artista reconocido y seguramente el escultor de toda esta generación que creó una obra más sensata, coherente y honesta con los principios de persistencia del espíritu clásico. En pocas ocasiones encontramos escritos sus pensamientos, pero como profesor y catedrático de la Universidad de Barcelona supo transmitir a diversas generaciones su saber escultórico y sus ideas estéticas.

Después del Museu de Montserrat, la exposición La Grecia Imaginada se podrá ver en el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) de Barcelona. También ha colaborado el Museu Deu del Vendrell (Tarragona), además del Ayuntamiento de Alforja, localidad natal del escultor, y la Diputación de Tarragona.