EXPOSICIONES EN EL MUSEU PICASSO DE BARCELONA

22/10/2015


 

 

 

La Pasión Grequiana de Picasso (del 22 de octubre de 2015 al 17 de enero de 2016)

Fruto de un intercambio de obras, el Museu Picasso de Barcelona expone el óleo Caballero Anciano, una obra maestra del retrato de El Greco que pertenece a la colección del Museo Nacional del Prado de Madrid.

Esta obra se expone junto a 29 piezas que forman parte de la colección permanente del Museu Picasso y que han sido seleccionadas por la conservadora Malén Gual. Todas las obras seleccionadas muestran la influencia del artista o fueron realizadas como homenaje a su obra. Esta admiración se puso de manifiesto especialmente en el periodo de contacto de Picasso con el Modernismo barcelonés, en la época azul, en los inicios del cubismo y en los años 60, cuando dirigió su mirada hacia el Siglo de Oro español.

La pintura Caballero Anciano es un óleo de 1587-1600 y uno de los que más interés literario y artístico ha despertado desde los inicios de su exposición en el Museo del Prado. Responde a una tipología poco frecuente, la del busto corto, donde el retratado se enfrenta de manera muy directa al escrutinio del espectador, y donde se reducen al máximo los elementos retóricos que acompañan y contextualizan el retrato en la Edad Moderna: escenario, vestimenta y gestualidad. Con una propuesta tan austera, el artista ofrece una de las cumbres de su condición de retratista, tal y como ha sido percibida por artistas e historiadores.

La admiración de Picasso por El Greco se inició en su juventud, cuando tuvo la oportunidad de estudiar la obra de El Greco a raíz de sus visitas al Museo del Prado, en Madrid, durante el periodo de 1897-1898, cuando estudiaba en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Pronto, sin embargo, decidió formarse por su cuenta, aprendiendo precisamente de la observación de obras maestras conservadas en El Prado. De esta época proviene también la fascinación por la obra de Velázquez.

En la muestra podemos observar una serie de dibujos de personajes con cabezas estilizadas, a menudo mezclados con otros dibujos y caricaturas de Picasso pertenecientes a este periodo.

Al volver a Barcelona, en el círculo de los Quatre Gats, Picasso entró en contacto con Santiago Rusinyol, Miquel Utrillo e Ignacio Zuloaga, admiradores coleccionistas y defensores de El Greco. En los últimos años del siglo XIX, Picasso realizó dibujos y pinturas en los que la inspiración de El Greco es central: alargamiento pronunciado de las figuras y caracterización de los personajes con vestimentas del siglo XVI. Todas las obras de Picasso presentes en la exposición muestran esta influencia.

El interés por El Greco renació en la obra tardía de Picasso, en contrato en relación a sus retratos. Por ello, buena parte de las obras vinculadas a El Greco que Picasso realizó entre 1950 y 1970, utilizando todo tipo de técnicas -incluyendo el grabado sobre el linóleo y el aguafuerte-, son fundamentalmente retratos masculinos. Este es el caso de Retrato de Hombre con Gorguera (1962), un grabado con gubia donde Picasso no solo estiliza el rostro, sino que hace suya la composición y la sobriedad de los fondos de los retratos de El Greco.

 

 

 

Picasso y los Reventós (hasta el 10 de enero de 2016)

El Museu Picasso presenta por primera vez el conjunto de cartas fruto del intercambio entre el artista y la familia Reventós a lo largo de casi cien años, desde finales del siglo XIX hasta la muerte del artista, en 1973. Las cartas que el artista dirigió a sus amigos de Barcelona hablan de sus primeras vivencias en París y son una fuente de primera mano de su realidad y de su entorno cotidiano; las misivas enviadas por los hermanos Reventós a Picasso conforman la parte del conjunto que nunca antes se había expuesto.

La Fundació Picasso-Reventós ha cedido en depósito al Museu Picasso de Barcelona ocho cartas escritas por Picasso a los hermanos Reventós por un período renovable de cuatro años. Muchas de estas misivas incluyen magníficos dibujos de una gran delicadeza.

La exposición, que revela la amistad entre Pablo Picasso y la familia Reventós, incluye también los retratos que Picasso hizo de sus amigos, un excepcional conjunto de grabados y una muestra de la obra literaria de Ramon Reventós a través de sus libros ilustrados con grabados de Picasso. Entre los grabados presentados destaca la punta seca Salomé, realizada en 1905 y que pertenece a la serie Los Saltimbanquis.

Con motivo de esta muestra se ha editado un libro en colaboración con el Musée national Picasso-Paris y con el apoyo de la Fundació Picasso-Reventós y la familia Ruiz-Picasso. El libro recoge la correspondencia intercambiada entre Picasso y tres miembros de la familia Reventós durante los años 1900-1963. Desvela una mirada íntima a las aspiraciones de este grupo de jóvenes de la Barcelona de principios del siglo XX, a la vez que pone en evidencia los lazos de amistad que les unen a lo largo de décadas. Las cartas escritas por la familia Reventós, conservadas en el archivo del Musée national Picasso-Paris se publican por primera vez. Las cartas escritas por Picasso y Carles Casagemas se presentan en su totalidad y con nuevas traducciones. La publicación, Picasso Reventós, Una correspondencia entre amigos, ha corrido a cargo de Marilyn McCully.

La exposición se estructura en tres ámbitos que narran los períodos de confluencia y mayor relación. El primer ámbito muestra la obra y la correspondencia, fruto de los primeros años de amistad; el segundo está dedicado a Ramon Reventós y su obra literaria; y el tercero, al reencuentro y la reactivación de la amistad con la familia Reventós a mediados de los años cincuenta.

El valor documental del conjunto de cartas cedido por la Fundació Picasso-Reventós al Museu Picasso es de gran importancia para el Museu, cuya misión principal es el estudio de Picasso y su relación con la ciudad de Barcelona. El depósito completa la documentación y las obras del artista vinculadas con los Reventós que se conservan en el Museu y, por tanto, amplía la información disponible y ofrece más posibilidades de investigación y difusión. Además, complementa la documentación y las obras procedentes o vinculadas de alguna forma con los amigos y admiradores catalanes de Picasso como Gili, Gaspar, Sabartés, Vidal Ventosa, Noguera, etcétera, y que también se conservan en el Museu. Este conjunto de personalidades tuvo un papel muy importante en la creación del Museu Picasso de Barcelona y en la relación del artista con la ciudad. El depósito del conjunto de cartas de la familia Reventós completa este conjunto patrimonial que aporta información para la investigación de uno de los temas claves del Museu: la relación de Picasso con la ciudad y, por extensión, la profundización en la obra del artista.

La muestra, comisariada por Malén Gual, conservadora del Museu, y organizada por el Museu Picasso con la colaboración de la Fundació Picasso-Reventós, permanecerá abierta al público hasta el 10 de enero de 2016.

Esta exposición celebra la amistad de Picasso con la familia Reventós a lo largo de casi cien años, desde finales del siglo XlX hasta la muerte del artista, en 1973, y es una muestra también de la relación del artista con Barcelona. En 1899 Picasso conoció Ramon y Jacint Reventós Bordoy y pronto fue admitido en el círculo de la familia Reventós, que celebraba reuniones y tertulias informales a las que asistían artistas e intelectuales. Su relación fue muy intensa desde enero de 1899 hasta que se marchó definitivamente a París, en abril de 1904. Una vez en Francia mantuvo contacto epistolar con los dos hermanos y se rencontraron en las cada vez menos frecuentes visitas del pintor a Barcelona en 1906, en 1909 y en 1917. Después de volver a París en noviembre de 1917, Picasso ya no vio nunca más a su amigo Ramon, que murió el 1 de enero de 1923, mientras que la relación con Jacint se limitó al intercambio de breves misivas, y no se reactivó hasta la década de los cincuenta, a partir de la primera visita de su hijo, Jacint Reventós Conti, al artista.

La relación prosiguió gracias a la amistad de Reventós Conti con Picasso y Jacqueline. El artista apoyó los proyectos e iniciativas de la sociedad catalana para honrar y conmemorar la trayectoria de Jacint Reventós Bordoy enviando planchas calcográficas para ilustrar los libros que editaban en memoria de su amigo y, a principios del 1973, pocos meses antes de morir, con la cesión del óleo La mujer muerta para contribuir a la creación de un ala de neumología en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.

 

Dirección y horario: Calle Montcada 15-23, Barcelona.
Martes a domingo, de 09:00 a 19:00 horas; jueves, de 09:00 a 21:30 horas.

 

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