La exposición Maillol y Grecia (Maillol i Grècia) en el Museu Frederic Marès aborda uno de los episodios más decisivos de la trayectoria del escultor Aristides Maillol (Banyuls-sur-Mer, 1861-1944): el viaje a Grecia que emprendió el artista en 1908, donde afianza su ideal estético, el cual tendrá una importancia determinante en la escultura moderna del siglo XX y de manera especial en la noucentista catalana.

La exposición puede verse desde ayer y hasta el 31 de enero. Además de Mediterránea (imagen superior), obra maestra de Maillol, también muestra 23 piezas de pequeño formato -incluidas 6 terracotas-, documentación inédita sobre el viaje del escultor -dietarios, libretas de esbozos y fotografías- y 2 óleos del artista.

La obra Mediterránea (Mediterrània) es una escultura "augural que abrió el siglo XX escultórico, rompiendo con el impresionismo de Rodin, investigando sobre la forma pura y recuperando la tridimensionalidad de las obras", ha valorado el comisario Àlex Susanna, que ha calificado esta ruptura como una gran hazaña.

Las piezas de la muestra datan desde 1896 hasta 1937 e incluyen obras como Eva con la Manzana (Eva amb la Poma) -no vista hasta ahora, procedente de una colección particular-, o las terracotas La Pareja (La Parella) o Dina. La mayoría han sido cedidas por la Fundación Dina Vierny-Museo Maillol de París (Francia). En las figuras pueden verse alusiones mitológicas pero prescindiendo de la narrativa, acercándose a lo abstracto a nivel conceptual y con un tratamiento formal arquitectónico que observaba las líneas en su conjunto, ha descrito el comisario, también director del Institut Ramon Llull (IRL).

Maillol criticó con osadía estatuas clásicas como la Auriga de Delfos, que en su opinión "naufraga en el detallismo y carece de las grandes líneas" -por lo que fue deplorado por estudiosos italianos-, mientras que alabó la escultura del arcaísmo griego por sus formas lisas y arquitectónicas, ha citado Susanna. "No voy a Grecia para aprender, voy para ver estatuas frente al mar", escribió el escultor, como muestran las citas de los dietarios reflejadas en la exposición que ayudan a comprender su concepción escultórica.

El comisario ha explicado que el viaje sirvió a Maillol para reafirmar su estilo escultórico, que ya tenía claro, y leyó de forma heterodoxa e hipercrítica la tradición escultórica helénica, con una mirada al pasado comparable con el interés de Picasso por el arte africano y el de Gauguin por Oceanía. Durante el periplo, que duró cinco semanas, Maillol contó con la compañía del conde y mecenas alemán Harry Kessler y del escritor vienés Hugo von Hofmannsthal, de los que se muestran también escritos.

Maillol, nacido en la localidad de Banyuls de la Marenda (Rosselló, Francia), se reinventó como escultor a los 40 años de edad, después de probar sus dotes artísticas con la pintura y los tapices. En Cataluña, Maillol solo ha contado con dos exposiciones hasta ahora, una en 1970 y otra en el año 2009, en La Pedrera.