EXPOSICIONES DE LA FUNDACIÓN FRANCISCO GODIA

06/12/2014


 

 

El Greco. La Mirada de Rusiñol
Hasta el 2 de febrero de 2015 en la Fundación Francisco Godia (Calle Diputació 250, Barcelona)
Horario: lunes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas; martes cerrado.

Esta muestra se enmarca en la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Domenikos Theotokópoulos, El Greco (1541-1614), y quiere recordar la aportación de Santiago Rusiñol (1861-1931) a su revalorización.

El Greco. La Mirada de Rusiñol, producida por la Fundación Francisco Godia en colaboración con el Museo Cau Ferrat de Sitges, cierra la conmemoración del cuarto centenario de la muerte del Greco y podrá verse en 2015 en el CaixaForum de Palma y de Zaragoza.

Se explica la fascinación de Rusiñol por El Greco y la influencia que éste tuvo en la trayectoria del artista catalán. Presenta un total de 40 obras, estando una decena de ellas atribuidas al maestro, las cuales incluyen las telas adquiridas por Santiago Rusiñol y conservadas en el Museo del Cau Ferrat de Sitges, así como otras procedentes de colecciones privadas, caso del Cristo con la Cruz a Cuestas (detalle en la imagen superior).

La exposición presenta asimismo obras de Rusiñol y de otros autores coetáneos como Ramón Casas, Pablo Picasso, Darío de Regoyos o Ignacio Zuloaga. Ilustran el relato de una pasión que propiciaría la construcción del primer monumento dedicado a El Greco y erigido en Sitges por suscripción popular en 1898.

 

 

Coleccionar Arte. Obras de la Fundación Francisco Godia
Hasta el 25 de enero de 2015 en el Museo de Bellas Artes de Sevilla (Plaza del Museo 9, Sevilla)
Horario: martes a sábado, de 10:00 a 20:30 horas; domingos y festivos, de 10:00 a 17:00 horas.

Comisariada por Mercè Obón, conservadora de la Fundación, esta exposición ha sido organizada por la Junta de Andalucía. Las obras de la Fundación se han mostrado en otros museos españoles, sin embargo, ésta es la primera vez que se podrá ver la selección más completa de todas las áreas de la colección al contar también con los fondos medievales, del Renacimiento y del Barroco que nunca antes habían viajado fuera de su sede.

Abren la muestra dos Vírgenes románicas, acompañadas por una delicada cruz de altar catalogada en el siglo XIV, tallas góticas de santos y cuatro tablas, también góticas, entre las cuales destaca el Pentecostés (detalle en la imagen superior) pintado por Lluís Borrassà.

La colección del Renacimiento está muy bien representada en escultura por la figura del Rey Mago de Felipe Bigarny y en pintura por las tablas de María Magdalena de Juan de Borgoña y San Cristóbal de la escuela de El Bosco. Dos adquisiciones recientes, como son el Bodegón de Juan van der Hamen y San José con el Niño de Zurbarán (imagen superior), ilustran dos facetas diferentes del período Barroco.

Seis piezas de los siglos XV al XVIII de los talleres de Manises (Valencia) y Barcelona hacen de embajadoras de una de las áreas más importantes de la colección como es la cerámica.

La obra En el Hipódromo de Ramon Casas, que sintetiza su faceta de retratista, la modernidad de la pintura à plein air y el carácter de las colecciones burguesas, se presenta como preámbulo a la sala donde se concentran obras esenciales del siglo XX. En esta gran sala, dispuestas a manera de espejo, se hallan obras de Sorolla, Canals, Nonell, Sunyer, Barrau o Mir frente a la de otros artistas como Picasso, Julio González, Miró, Togores, Domínguez o De la Serna con la intención de mostrar las dos realidades artísticas que coexistían en la primera mitad del siglo XX. De un lado se encuentran las obras de los artistas que adoptaron la modernidad con toda su carga conceptual y que desarrollaron su carrera artística fuera de Barcelona. Y frente a ellas las obras coleccionadas por la burguesía catalana que formalmente estaban alejadas del estilo decimonónico pero no llegaban a implicar una ruptura absoluta con la tradición anterior.

La exposición se cierra con el Retrato de Georgette de René Magritte y el bodegón de uno de nuestros artistas contemporáneos más internacionales, Miquel Barceló. La selección de obras da pie a contemplar Coleccionar Arte. Obras de la Fundación Francisco Godia desde múltiples puntos de vista. Uno de los puntos de partida es ver la personalidad del coleccionista en el espíritu de la colección que, además, brinda la oportunidad de conocer de primera mano cómo eran las colecciones de la burguesía catalana de principios del siglo XX.

El recorrido cronológico permite apreciar además la evolución del arte a lo largo de nueve siglos y las diferentes corrientes artísticas que se han sucedido, pero también facilita diálogos entre las obras que muestran cómo han interpretado los artistas los grandes temas del Arte: la maternidad, el retrato, el paisaje o el bodegón.

Este año la Fundación Francisco Godia cumple 15 años de andadura y una de las mejores maneras de celebrarlo es mostrando parte de su colección en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Creada en 1998, la Fundación recoge el legado del empresario y coleccionista Francisco Godia Sales. Está especializada en arte medieval, cerámica, dibujo y pintura del modernismo, y en arte del siglo XX. La colección permanente ofrece un recorrido por la historia del arte, a partir del gusto y la sensibilidad de su creador. Las exposiciones temporales ponen en relieve la importancia del coleccionismo privado en la recuperación del patrimonio cultural. La colección se incrementa cada año con nuevas piezas que completan la colección y la abren al siglo XXI.

 

 

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