PAISAJES DE BARCELONA

28/05/2014


 

 
 

Pablo Picasso

Playa de la Barceloneta
1896
Óleo sobre lienzo
24,4 x 34 cm
Museu Picasso de Barcelona

 
 
 

Màrius Aguirre Serrat-Calvó

Fábricas en la orilla de la playa de Barcelona
1888-1910
Copia moderna
Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya

 

La exposición Paisajes de Barcelona presenta un conjunto de pinturas y dibujos que reproducen el litoral y el espacio urbano de Barcelona y que pertenecen a la colección del Museu Picasso.

La mayor parte de los paisajes fueron trabajados entre los años 1895 y 1903. En este periodo de su vida, el artista malagueño Pablo Picasso descubrió una ciudad moderna que se abría camino hacia Europa y donde lo antiguo perduraba como signo de los tiempos. Los paisajes son también la constatación de la evolución creativa de Picasso: del aprendizaje a la vinculación con la vanguardia artística catalana y a la consolidación de su primer estilo personal. En 1917 vuelve a pintar la ciudad y la muestra a través de un lenguaje vanguardista.

Estas obras se presentan junto a documentos fotográficos que en su mayoría identifican las escenas representadas, provenientes de fondos fotográficos de la ciudad: Arxiu Fotogràfic de Barcelona, Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya i Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic. Arxiu Mas.

La exposición se articula en torno a cinco ámbitos:

 

Litoral
Al llegar a Barcelona, los Ruiz-Picasso se instalan cerca del puerto. El mar aparece en los dibujos y las pinturas del artista, básicamente de 1895 a 1899. En su recorrido pictórico, Picasso bordea el litoral desde la montaña de Montjuïc, pasando por el puerto, la fachada marítima del barrio de la Barceloneta hasta el rompeolas, para continuar hacia la playa de la Barceloneta con las fábricas del Poblenou al fondo y hasta llegar a la Sierra de la Marina. Estos paisajes son ejercicios artísticos libres en los que practica la perspectiva, el tratamiento de la luz, la pincelada y las gradaciones cromáticas.

Barcelona Patrimonial
La Barcelona patrimonial convive con la Barcelona moderna. Picasso elabora unos paisajes de lugares emblemáticos, edificios patrimoniales de arquitectura religiosa de Ciutat Vella. La mirada de Picasso se detiene en los claustros de dos edificios religiosos: el románico de Sant Pau del Camp y el gótico de la catedral. Del primero se fija en los singulares arcos polilobulados. Del segundo le interesa la puerta de estilo gótico flamígero -arte gótico francés y otros países europeos que se desarrolla en el siglo XV-, que lo comunica con la capilla de Santa Llúcia, y el contrafuerte gótico del estanque de las ocas.

Barcelona Moderna
En el último tercio del siglo XIX Barcelona experimenta cambios importantes, como la construcción del Parque de la Ciudadela, donde tuvo lugar la Exposición Universal de 1888. Además, se teje la reforma urbanística del Eixample, el litoral marítimo se urbaniza y se sanea el núcleo urbano. La Barcelona moderna deja huella en el espacio urbano en algunos edificios como las Casas d'en Xifré. Situadas cerca del domicilio de Picasso, disponen de modernos depósitos de agua en la azotea, los primeros de la ciudad. Picasso también va a menudo al Parque de la Ciudadela, de construcción reciente. Dentro del parque, en la zona de la Exposición, hay todavía vestigios de elementos creados para la muestra, que el artista dibuja.

Azoteas
En la obra de Picasso, como en la de otros artistas catalanes, surge una Barcelona singular: la Barcelona de las azoteas. Picasso elabora paisajes de las azoteas del entorno cercano. Son vistas de una Barcelona elevada que, en algunos casos, se convierten en skylines identificadores de la ciudad. La riqueza constructiva contrasta con la ausencia de la figura humana, todavía más cuando, desde finales del siglo XVIII, las azoteas aportaron un nuevo espacio de usos y prácticas a la ciudad. El artista practica la perspectiva y juega con los contrastes luz-sombra provocados, a menudo, por evocadores plenilunios. El resultado es una amalgama de formas geométricas.

Desde la Ventana
Entre 1899 y 1900, Picasso reproduce los paisajes que veía desde su taller. La ventana o sus equivalentes -balcón, puerta- se convierten en punto de comunicación entre dos espacios: el interior y el exterior. A través de estos elementos crea perspectivas, básicamente frontales y descendientes, y elabora formas y ritmos. El uso de este recurso se remonta al siglo XV, cuando varias teorías fundamentan la invención de un nuevo sistema de representación que permite transcribir un objeto sobre un plano de proyección mediante la perspectiva lineal. En 1908, Picasso y Braque dinamitan estos postulados centenarios con el cubismo. La Barcelona desde la ventana de Picasso es, mayoritariamente, una ciudad mirada con perspectiva clásica, menos en el último que pintó, El Paseo de Colón, del año 1917. Este paisaje, donado por el artista a Barcelona en 1970, se convierte en la mirada vanguardista a la ciudad que le abrió las puertas a la modernidad.

 

 
 

Pablo Picasso

Rincón del claustro de Sant Pau del Camp
1896
Óleo sobre tabla
15,5 x 10,1 cm
Museu Picasso de Barcelona

 
 
 

Anónimo

Claustro de la iglesia de Sant Pau del Camp
1923
Copia al gelatinobromuro de plata
Arxiu Fotogràfic de Barcelona

 

El género paisajístico había llegado a tener un gran impulso desde mediados del siglo XIX. Picasso vivió su florecimiento en Málaga, de la mano de su padre, con la llegada de pintores procedentes de la escuela valenciana, formados en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos -como Bernardo Ferrándiz y Antonio Muñoz Degrain-, y que fue decisiva para la consolidación de una escuela malagueña. Estos y otros artistas compartían el gusto por la luz, el color, el bullicio y la alegría del Mediterráneo, un gusto que Picasso exploraría con plenitud, años más tarde, en la pintura, el dibujo y la cerámica.

En Málaga, Picasso ensayó el género paisajístico, pero fue en La Coruña donde hizo sus primeras tentativas serias. Estas coincidieron con el inicio de su aprendizaje académico, pero a pesar de que el paisaje era materia de estudio en la Escuela de Bellas Artes "Da Guarda" lo afrontó como ejercicio libre. Los primeros años barceloneses seguiría combinando estas dos vertientes. La Barcelona del cambio de siglo, en la que convergían el desarrollo industrial y comercial, vivía una efervescencia artística y cultural en la que proliferaban los movimientos innovadores. Picasso, durante sus primeros años en la ciudad, respiró esa atmósfera y no tardó mucho en integrarse en los ambientes vanguardistas que tenían como epicentro la cervecería Quatre Gats.

Las obras de arte que muestra Paisajes de Barcelona son la constatación de la evolución creativa de Pablo Picasso, uno de los hilos conductores que nos lleva del aprendizaje académico a la vinculación con la vanguardia artística catalana y a la consolidación de su primer estilo personal. Son el paso de un arte completamente arraigado en el siglo XIX a uno de vanguardia, insertado de pleno en el siglo XX. Son, también, los latidos de una ciudad moderna que se abría camino hacia Europa y donde lo antiguo perduraba como signo de los tiempos. Una ciudad que, pese a vivir una época dorada, se debatía entre la prosperidad industrial y el crecimiento urbanístico, y las tensiones políticas y sociales.

Aunque la relación de Picasso con la fotografía es un tema per se, Paisajes de Barcelona no lo asume como tal. En el momento de la creación de los primeros paisajes barceloneses de Picasso, la fotografía era una técnica relativamente nueva y pronto se impuso como una forma de captar la realidad urbana. Es una fuente ineludible para el conocimiento de la Barcelona de la época, que captó las transformaciones de la urbe decimonónica en lo que se entendía como una representación fiel y objetiva de la realidad. En este contexto, la fotografía paisajista se convirtió en una herramienta de trabajo importante para seguir la evolución de la Barcelona moderna, así como para la documentación y catalogación patrimonial, histórica, artística y arquitectónica. 

 

 
     
     

Pablo Picasso

El Paseo de Colón (1917)
Óleo sobre lienzo
40 x 32 cm
Museu Picasso de Barcelona

 

Anónimo

Monumento a Cristóbal Colón
Hacia 1900
Copia en papel de ennegrecimiento directo
Arxiu Fotogràfic de Barcelona

 

Del 29 de mayo al 14 de septiembre de 2014 en el Museu Piccaso de Barcelona (Montcada, 15-23)
Horario: martes a domingo (incluido festivos), de 09:00 a 19:00 horas (los jueves, de 09:00 a 21.30 horas).

 

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