Niño Jesús

Escultura realizada por el escultor e imaginero sevillano en terracota policromada y madera de pino para el taller de la firma de joyería elOribe, en Jerez de la Frontera, de ahí que haya sido apodada "El Oribito". La nube ha sido plateada con pan de plata de ley, y la peana y el orbe han sido dorados al agua con oro metálico alemán. La figura cuenta con una altura de 50 cm, junto a la nube, y se alza sobre una peana ochavada.

Esta obra se ha llevado a cabo siguiendo las características propias de la Escuela de Malinas, ciudad de la actual Bélgica: frente y cejas altas, cabellos rizados y dorados, sonrisa pronunciada, anatomía simplificada, y una tez clara y sin excesos. En los siglos XV y XVI, Malinas era, después de Bruselas y Amberes, el centro escultórico más importante del Ducado de Brabante.

El infante se presenta al espectador de forma hierática, sujetando el orbe con su mano izquierda y en actitud de bendecir con la mano derecha. Los cabellos se han potenciado con grandes rizos y ondulaciones propios de dicha escuela. Reposa levemente sobre su pierna izquierda, adelantando la contraria, sobre la referida nube plateada, que ha sido dotada de gran movimiento para romper la rigidez y el estatismo de la silueta.

Niño Jesús

Esta otra imagen del Divino Infante ha sido labrada en terracota policromada al óleo, con inclusión de ojos de cristal pintados a mano. La obra cuenta con una altura de 40 cm, además de la peana en forma de cojín dorado y policromado.

El Niño se nos presenta con una actitud más inocente e infantil, en comparación con otras imágenes de la misma iconografía del joven artista donde predomina la serenidad. Este gesto se debe a la posición de las piernas al representar el contraposto. La rodilla izquierda tiende a cerrarse, haciendo que el pie quede levemente elevado y dando incluso la sensación incluso de que comienza a caminar.