CREACIÓN EN MURCIA DE LA ESCUELA DE ARTE Y RESTAURACIÓN

27/11/2013


 

 

La creación de la Escuela de Arte y Restauración se ha anunciado durante la firma de un convenio entre la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) y la Consejería de Cultura y Turismo de la Región de Murcia. El convenio se firmó ayer en el Centro de Restauración de la Región de Murcia (CRRM), donde se están llevando a cabo trabajos para rehabilitar la talla en madera del Cristo de la Salud, con el objetivo de que pueda participar en la tradicional procesión del Martes Santo murciano.

Tras anunciar el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, la creación de la Escuela Española de Arte y Restauración, el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, ha asegurado que con esta iniciativa la UCAM se sitúa otra vez a la vanguardia en España en materia de Cultura, Humanidades y Ciencia.

La Escuela de Arte y Restauración estará regida, según ha señalado Mendoza, por el actual director del CRRM, Francisco López Soldevila. Además, sus responsables invitarán a algún catedrático de reconocido prestigio en el ámbito de las Bellas Artes para que participe en el proyecto. Esta Escuela servirá para aprovechar las grandes infraestructuras y el gran personal que hay en el CRRM, así como aglutinante y epicentro para que todos los restauradores de la Región de Murcia tengan una referencia y una salida profesional.

 

 

La UCAM, según recoge el acuerdo, correrá a cargo de los gastos de restauración del Cristo de la Salud, un Crucificado tallado en madera de policromada (185 cm) de principios del siglo XVI, mientras que la Consejería será la encargada de supervisar los trabajos que se están realizando en las instalaciones del CRRM, a través de la mano de la empresa murciana ASOARTE, que dirige Loreto López Martínez.

El director del CRRM, Francisco López Soldevila, que está a cargo de los trabajos del Cristo de la Salud, ha destacado la dificultad del proyecto, ya que la talla ya sufrió una restauración poco afortunada en torno a 1990 y hay que deshacer lo hecho; pero dentro de la dificultad que tiene, los técnicos no tiene más que llevarlo a un equilibrio cromático para que pueda procesionar en condiciones y con la belleza que requiere.

Para Cristóbal Belda Navarro, el Cristo de la Salud llena el vacío existente en la escultura local, entre los trabajos de ornamentación catedralicios de finales del siglo XV y las grandes iniciativas emprendidas ya en pleno Renacimiento. Los rasgos anatómicos y el arcaísmo de su talla adeudan la tradición gótica, aunque el giro expresivo de su rostro ya sugiere una cronología que debe situarse en las primeras décadas del siglo XVI.

 

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