La idea de crear para el oratorio de la Residencia María Inmaculada en El Rincón de la Victoria (Málaga) esta obra inmaculista surge por nuestra devoción mariana y por el dogma de su Inmaculada Concepción. Se trata de una obra completa en terracota estofada y policromada. Mide 70 cm de altura, incluyendo la nube de angelitos. En el diseño del estofado de los ropajes ha colaborado el bordador David Calleja.

Conocí a Ana Rey a través de su Virgen Madre de la Juventud. El profundo realismo de esta talla me llamó enormemente la atención no solo desde el punto de vista artístico, sino también desde el de la fe, y contacté con ella para el encargo. Queríamos tener en nuestra residencia una Virgen para exponer ante las enfermas. El carisma de nuestra casa se basa en el cuidado de señoras mayores discapacitadas. El resultado es el que esperaba: una mirada de tranquilidad y dulzura. Su mano derecha en el pecho nos entrega su corazón de Madre, mientras que su mano izquierda nos ofrece protección, paciencia, espera y el gesto de una caricia.

Me ha impresionado mucho el trabajo de estofado y policromía de la Virgen. La pieza es una auténtica obra de arte del nuevo barroco. Pero sobre todo tenemos delante a una Virgen cercana. Será expuesta al culto diario y las enfermas de nuestra casa podrán orar ante su Virgen andaluza. El nombre que he escogido no tiene advocación alguna. Lleva el nombre de su autora: Inmaculada de Ana Rey.

Desde nuestra residencia le damos infinitas gracias a Ana de parte de nuestro personal, de los familiares, de la pastoral de la salud, de nuestro sacerdote; pero sobre todo mi agradecimiento por tantas horas de trabajo y de entrega, de profesionalismo y humildad, de cercanía, creando un contacto personal lleno de afecto. Y claro está, el agradecimiento de nuestras pacientes, de las que están y de las que llegarán para orar ante María. La Inmaculada de Ana Rey siempre tendrá una intercesión personal por su autora, para que la llena de gracia la colme con abundantes bendiciones del cielo y de la tierra. Gracias, Ana. Gracias por todo.