Esta imagen de la Virgen Niña mide solamente 30 cm de altura y ha sido modelada en terracota estofada y policromada por Ana Rey para una colección particular de una localidad de Pontevedra.

Conceptualmente la obra sigue el modelo iconográfico de la Inmaculada Concepción. Las manos unidas están unidas al lado derecho, la cabeza apunta al cielo y el manto cruza transversalmente la túnica para recogerse a la derecha. El rostro infantil muestra ojos claros, nariz respingona y abultados labios.

A pesar de su pequeño tamaño, estamos ante una pieza cuyos volúmenes, rasgos y tonalidades se hallan muy detallados, buscando siempre la artista gaditana el realismo que intenta dar a sus creaciones.