Julio Romero de Torres, uno de nuestros pintores más universales, ha suscitado una gran cantidad de estudios e interpretaciones de sus cuadros. Su visión de lo femenino, esconde una complejidad fascinante lejos de la imagen de la España del billete de cien pesetas. Su obra, que emerge del renacimiento italiano y del simbolismo de principios del siglo XX, continúa aún vigente, inspirando a artistas contemporáneos.

¿Qué hubiera pasado si Julio Romero de Torres hubiese sido escultor? A esa pregunta ha dado respuesta el joven imaginero roteño Jonathan Alonso Niño, alentado por un mecenas amante de la obra del genial pintor. María Santísima de la Pasión es el nombre de la imagen que culmina un proceso de más de un año de investigación y documentación por parte del imaginero, tomando como referencia algunas de las pinturas más conocidas de Romero de Torres como "La chiquita piconera", "Fuensanta" o "La Monjita", así como fotografías recuperadas de la que fue su modelo favorita, María Teresa López. La escultura, que corresponde con una imagen de candelero de tamaño natural, realizada en madera de cedro y policromada al óleo, inicialmente formará parte de un oratorio privado, aunque no se descarta que pueda ser cedida para una hermandad.

Dentro de su creación, Julio Romero de Torres aborda la temática religiosa de una forma original y transgresora para la época, escogiendo pasajes bíblicos y pasionistas donde la tragedia y el simbolismo son protagonistas, como en sus cuadros "Salomé", "El pecado" o "Cabeza de Santa".

Y es que la mirada anegada de melancolía de las mujeres del pintor cordobés, que nos sobrecogen desde hace un siglo, bien podrían corresponderse con las de una dolorosa andaluza.

En definitiva, casi un siglo después de su muerte, una de las figuras más relevantes de la cultura y el arte de nuestra tierra, continúa fascinando a las nuevas generaciones de artistas. La complejidad de sus composiciones, el misticismo y su legado encarnado en una Virgen Dolorosa que para muchos será la mujer morena.

María Santísima de la Pasión ha sido vestida por el vestidor y bordador roteño Jose Antonio Moreno Bernal. La dolorosa luce saya y manto de la Virgen de la Soledad, cedido por la Hermandad del Santo Entierro de Rota. La corona, de plata de ley, pertenece a la imagen de Nuestra Señora de la Merced, también de la localidad gaditana de Rota, que data de 1872. Y por último cabe destacar las piezas de orfebrería como son el puñal, broche y cruz pectoral, realizadas por el orfebre roteño Olmo Quirós.

Jonathan Alonso Niño, nacido en Rota (Cádiz) en 1994, es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, alumno en la Academia de Bellas Artes "Santa Cecilia" y discípulo del escultor imaginero portuense Angel Pantoja y de la imaginera hiperrealista Ana Rey. Entre las obras de Jonathan Alonso destacan la Virgen de los Sentimientos de Haza del Trigo (Granada), la niña hebrea con síndrome de Down de la Hermandad de la Borriquita de Rota o el San Juan de la Hermandad del Amor de Constantina (Sevilla).

Además de obras sacras destinadas al culto, el artista roteño ha participado en exposiciones fuera de nuestras fronteras, con obras como "Cabeza decapitada de Santo", en Chicago (Illinois, EE.UU.).