El municipio albaceteño de Hellín verá en días próximos el comienzo de las obras de uno de sus proyectos más ilusionantes: el Museo de la Semana Santa. Para el próximo viernes 19 de enero, está previsto el replanteo del proyecto en la Casa del Conde, vetusto y céntrico edificio, y a continuación comenzarán las obras, que tienen un plazo de ejecución de 18 meses y un presupuesto de más de dos millones y medio de euros.

Se han sucedido los intentos y propuestas para agrupar en un único Museo los elementos más característicos de la Semana Santa de Hellín, en su doble vertiente: una más religiosa, la de la imaginería de los pasos, y otra relacionada con la Tamborada, una popular tradición que da carácter a la fiesta, hasta el punto de que Hellín presume de ser la Ciudad del Tambor.

Se pensó primero en otras ubicaciones, pero finalmente se decidió hacerlo en este edificio, céntrico -es vecino de la monumental Iglesia de la Asunción- y cargado también de su propia historia. Tiene además espacio suficiente, contando con el solar de su parte trasera, para dar cabida a los elementos de la Semana Santa más voluminosos, como son algunos grupos escultóricos.

La rehabilitación respetará la fachada -recuperando su peculiar pintura- y los elementos esenciales del edificio, intentando conservar su carácter de casa solariega; pero también, combinando la antigua con la nueva arquitectura, tendrá nuevas dependencias, diseñadas específicamente para acoger el Museo.

La ubicación del futuro Museo tiene muchos elementos positivos, ya que se encuentra junto a la Iglesia de la Asunción, que también va a restaurarse muy pronto, y es una de las entradas al casco antiguo hellinero, para el que se está tramitando la declaración que lo protegerá y facilitará su rehabilitación y promoción.

Paralelamente, la declaración de la Tamborada como Fiesta de Interés Turístico Internacional será un eslabón más de la cadena de la promoción que se quiere dar a Hellín y a su Semana Santa.