MUSS. UN NUEVO MUSEO DE SEMANA SANTA PARA LA CIUDAD DE HELLÍN

Emilio José Pinar Peñafiel (17/03/2021)


 

 
 

 

Muchos años ha soñado Hellín con su Museo de Semana Santa. Fue allá por los años 80 cuando empieza a surgir la idea de llevar a cabo una colección museográfica que mostrara los aspectos más importantes de las dos tradiciones que conforman la Semana Santa de Hellín, sus procesiones y sus tamboradas.

Germen de este museo fueron algunas de las exposiciones que en diferentes lugares de la ciudad se llevaron a cabo, como la celebrada en el coristado de franciscanos a principios de los años 90.

Fue en los últimos años de la década de 1990 cuando el Ayuntamiento de Hellín decide cual será la ubicación del entonces llamado Museo de la Semana Santa de Hellín, tras adquirir el palacio del Conde de Lumiares, don Antonio Pío de Saboya, conocido popularmente como "Casa del Conde", ubicado en pleno corazón de la ciudad, la Plaza de la Iglesia. Tras esto el Ayuntamiento convocó un concurso de ideas, del que resultó ganador el proyecto denominado "La procesión va por dentro" de Exit Architects.

Dicho proyecto fue realizado en el año 2002 y constaba de la rehabilitación del antiguo palacete de la Casa del Conde, así como la edificación de un nuevo espacio en el solar adyacente al inmueble.

El proyecto arquitectónico tomó como punto de partida la conservación de la volumetría del palacio, cuya fachada principal, un paramento policromado que data del siglo XVIII, fue rehabilitada añadiendo al frontispicio un aplacado de piedra de las canteras locales que rememora la sillería de la iglesia adyacente. Al mismo tiempo, remató la estructura con una envoltura de u-glas y trámex que permite el paso de la luz.

 

 
 

 

El edificio, finalizado en el año 2011, tiene una superficie útil de 2.160 metros cuadrados, divididos en varias plantas. La Planta 2 alberga una sala de exposiciones temporales, la Planta 1 una exposición permanente sobre la ciudad de Hellín y el Tolmo de Minateda, y la Planta 0 contempla la recepción, que cumple la función de Oficina de Turismo, y la exposición permanente dedicada a la Semana Santa de Hellín bajo el lema "Dos tradiciones, una Semana Santa". Además, la Planta 1 tiene instalada una exposición permanente sobre Naturaleza y Evolución y en la Planta 2 encontramos una exposición permanente sobre el Paisaje Cultural y Etnográfico, así como las oficinas del Museo.

Las diferentes colecciones pictóricas, arqueológicas y etnográficas que alberga este edificio dan buena cuenta del espléndido pasado y de las culturas que habitaron Hellín, así como de su impresionante patrimonio.

Un Museo para la ciudad y una ciudad en un museo. Así podríamos resumir el espíritu del MUSS. De los 2.160 metros cuadrados, la gran mayoría la encontramos en la Planta 0, donde se expone la colección permanente de Semana Santa, en sus dos vertientes, procesiones y tamboradas. Tronos y grupos escultóricos, estandartes, orfebrería, enseres y tambores artesanos, componen el principal reclamo de esta sección del MUSS, completada por tres exposiciones anexas: 365 Días de Pasión (la semana santa durante todo el año), Plus Quam Perfectus (la Semana Santa antes de la Guerra Civil) y la Sala Zamorano (un homenaje al más grande escultor e imaginero que ha dado Hellín. Su vida, su obra y su molino podrán verse y admirarse en esta sala).

Pero la Semana Santa de Hellín no puede entenderse sin ubicarla en un territorio que es el resultado de miles de años de historia. Hellín es la suma de los elementos geográficos y naturales que la conforman: los ríos Mundo y Segura, los escarpados valles, las lagunas o el Volcán de Cancarix; todo ello unido a una historia milenaria de civilizaciones y culturas que la han habitado, y que tiene en las Pinturas Rupestres o el Tolmo de Minateda su máximo exponente. Del municipio romano de Ilumun o la visigoda Ello hasta desembocar en la actual Hellín de la mano de sus personajes más ilustres.

Tampoco podemos entender la Semana Santa de Hellín sin comprender la importancia del esparto y el auge económico que supuso para la ciudad, o como el paso de los años ha ido modelando y remodelando un paisaje cultural por el que discurren nuestras tamboradas y nuestras procesiones.

 

 
 

 

En definitiva el MUSS, que será inaugurado el próximo domingo 21 de marzo, contiene el corazón de un pueblo que late cada año a ritmo de tambor y de procesión, sin olvidarse de la propia localidad de Hellín, que atesora siglos de historia. Juntas, la historia y la Semana Santa, configuran la identidad de una ciudad, de Hellín.

Hablamos de un vanguardista edificio en el que los juegos de volúmenes y de luz envuelven a los visitantes en un recorrido que no les dejará indiferente. Su fisonomía y materiales de construcción aportan un fuerte contraste con el Casco Antiguo de la ciudad.

Hay muchas Semanas Santas, pero ninguna tan diferente como la de Hellín. Una Semana Santa es más que una exposición museográfica, es una interpretación estática de sentimientos, sensaciones y sonidos. Un recorrido por los días que van desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección y que emocionará al público.

En el recorrido del MUSS nos iremos encontrando obras de afamados artistas locales: Luzgardo, Reolid, María Cerdá, Picornell, Pedro Navarro, Diego de Hellín y un largo etcétera de creadores que forman un conjunto pictórico que merece la pena disfrutar con detenimiento.

Un molino en la ribera del hilo de agua de la Fuente Principal acogió a uno de los más grandes escultores del siglo XX. La sala de José Zamorano nos sumerge en el taller del artista. Sus obras y herramientas completan un recorrido por su vida que nos acercará a la figura del maestro de la imaginería.

 

 
 

 

Nota de La Hornacina: Emilio José Pinar Peñafiel es concejal de Servicios Sociales, Semana Santa y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Hellín.

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com