Tras un largo y complejo proceso, la empresa AETOS RESTAURA S.L., a cuyo frente se encuentra el Historiador del Arte y Restaurador de Obras de Arte Enrique Salvo Rabasco, ha concluido el proceso de restauración de la Virgen de los Ángeles que se venera en el Asilo del mismo nombre en Málaga.

La Virgen de los Ángeles es una imagen tallada en madera de pino policromada, dorada y estofada, fechable a finales del siglo XVI y atribuible al círculo del escultor antequerano Andrés de Iriarte.

El cometido de AETOS RESTAURA S.L. era erradicar los graves deterioros que se estaban produciendo en la escultura, así como la devolución a la misma, en la medida de lo posible, de su fisonomía original.

El primer paso fue un largo proceso de Trabajo de Campo basado en la documentación histórica y técnica. Para ello se hicieron análisis de pigmentos, radiografías, TAC, fluorescencia UVA... hasta que tuvimos la información necesaria para comenzar a hacer catas que garantizaran la fiabilidad de los resultados obtenidos.

De todo ello se arrojó que la Virgen de los Ángeles había sufrido varias intervenciones, siendo la más significativa la llevada a cabo en los Talleres de Olot "Las Artes Religiosas", que le confirió el estado al que había llegado hasta nosotros. Información documentada cuando se retiró la nube de escayola colocada por ellos, que estaba pudriendo la imagen y en la cual colocaron su conocido sello metálico.

La policromía y decoración que se han conservado corresponden al siglo XVIII, cuando se produce el enriquecimiento de la Capilla Mayor del Asilo (Ex-Convento Franciscano). Se encontraron restos, durante la limpieza, de la policromía original del siglo XVI. Su mal estado de conservación y puntualidad hizo que se documentara, y consolidara, quedando perfectamente estabilizado para la historia material de la imagen. Además, documentamos que la Virgen padeció un incendio en fecha indeterminada (ya que el Asilo no se quemó en la Guerra Civil), cuyos efectos no habían sido estabilizados. Simplemente se limitaron a repintar las ampollas y quemaduras y todas esas zonas se estaban desprendiendo.

Con todas estas conclusiones pasamos a la limpieza, que consistió en eliminar los añadidos de purpurinas, lacas, óleos y todo tipo de técnicas que se habían aplicado sobre el estofado original.

Se observaban también gran cantidad de estucos ocultando todos los pliegues; tanto es así que el pliegue central de la Virgen se encontraba totalmente oculto. Gran cantidad de estucos se aplicaron en la cara, alterando su posición, cabello y tapando incluso una de las orejas, que originalmente se encontraba descubierta. Asimismo, se encontraron restos de pan de oro en el pelo, así como la coloración rojiza que muestra hoy en día.

Se procedió a desinsectar la imagen con tratamientos de gran fiabilidad, así como un largo tratamiento de consolidación selectivo según las zonas. Especialmente deteriorada estaba la peana original, completamente carcomida y oculta bajo la de escayola que se realizara en Olot; por fortuna, se ha conseguido recuperar.

La reintegración cromática se llevó a cabo con acuarelas, terminada de entonar con pigmentos al barniz. Finalmente se aplicó una fina capa de protección con un barniz tipo LEFRANC.

El Niño es de nueva ejecución por el escultor malagueño Juan Vega Ortega, siguiendo la composición iconográfica de la Virgen de las Fiebres que se venera en la sevillana Iglesia de la Magdalena, modelo primigenio de este tipo de Imágenes. La nube ha sido tallada por Ángel Vera Garrones.