NUEVA OBRA DE ÁLVARO ABRINES

11/10/2010


 

 

 

Este simulacro de la Inmaculada Concepción, realizado por el joven escultor e imaginero en terracota policromada al óleo con una altura de 30 cm, intenta unir las formas tradicionales de la estatuaria sacra con una concepción fresca y actualizada en la que prima el afán de renovación en el oficio.

La Madonna figura de pie sobre una bola del mundo entremezclada con una nube en movimiento, lo que unido al decidido vuelo del querubín que aparece adosado a la misma, los agitados paños y el quiebro de la silueta, delata un trazo escultórico deseoso de libertad y movimiento.

La obra ha sido concebida por el sevillano Álvaro Abrines -a cuya colección particular pertenece- sin artificios, aunque con particularidades como el peinado de la transida Virgen y el detalle de dejar al descubierto parte de su pierna derecha, así como su propia policromía, aplicada de una manera casi impresionista.

 

 

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