ENCARNACIÓN HURTADO MOLINA

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

En los últimos años, mucha gente joven está probando suerte en el oficio de la escultura sacra, ¿cree que hay espacio y futuro para todos?

Lo que significa que este oficio está cada vez más considerado. El espacio siempre es el mismo, y cabe todo el mundo; después, quien ocupe los lugares mas punteros serán los que mejor trabajen o bien tengan más suerte, que de todo hay, y el futuro como tal es incierto, pero el sol sale para todo el mundo, depende de quien demanda, a nadie se le puede decir no hagas esto o aquello, el que encarga es el que debiera estar asesorado.

¿Cuál es la creación artística de la que se siente más orgullosa?

En líneas generales de todas me siento más o menos orgullosa, porque todas ellas suponen un reto que hay que llevar a cabo y de la mejor forma posible. En estos momentos, en los que estoy realizando el Cristo Resucitado de Utrera (Sevilla) me supone un gran orgullo, ya que es para mi pueblo. En los últimos años, he realizado varias obras que han sido unos trabajos muy bonitos: los relieves y Ángeles del trono de la Virgen de la Soledad de Mena para Málaga, los arcángeles para Cieza y para Granada, y varias Dolorosas. De todas ellas me siento muy orgullosa.

¿Y cual es la imagen que más le ha impresionado de las que se han hecho en los últimos tiempos?

En estos últimos tiempos he visto obras que me han gustado, últimamente se están realizando trabajos muy interesantes. Pero después de la impresión que me causan imágenes como El Gran Poder, el Cristo de la Conversión del Buen Ladrón de la Cofradía de Montserrat, Jesús de Pasión y un largo etcétera, aunque suene a tópico, creo que cuesta un poco impresionarse. Aún así hay algunos escultores actuales que me gustan bastante.

¿Ha sido alguna vez modelo de sus propias obras?

No, nunca.

Además de la ejecución de nuevas tallas, ha realizado con frecuencia la restauración de otras, caso de los ángeles del famoso paso de misterio sevillano de Las Penas de San Vicente, ¿cómo suele abordar estos trabajos?

Con mucho respeto, entre otras cosas porque pienso que hay un "ente" que actúa en las obras de arte y en todo lo que se mueve en el mundo, el cual modela y trabaja como si de un artista o escultor fuera: es el tiempo, y a diferencia de muchas opiniones que se dan hoy en día sobre limpieza y restauración de obras de arte, a mí me gusta lo que este artífice hace sobre la materia. Me gusta que la restauración no se note.

¿Cuál es su iconografía favorita a la hora de realizar una pieza de imaginería?

Las imágenes cristíferas y escenas de la vida de la Virgen me encantan, también los ángeles y los arcángeles.

Un sector de escultores considera que, al ir trabajando el material, el artista va haciendo real una obra que hasta el momento sólo es una idea, quitando por así decirlo los velos que la ocultan, ¿está de acuerdo?

Sí, claro, lo que pasa es que hay que saber ver la idea debajo de los velos que la ocultan, pues te puedes poner a quitar velos y velos y al final no haber nada.

¿Cuáles son los maestros clásicos que le sirven de inspiración?

La misma denominación de clásicos ya implica que son modelos en los que inspirarse, ya que de una forma o de otra han aportado el camino a seguir en la historia del arte.

Siendo de Utrera, ¿el recuerdo de Ruiz Gijón no es a veces una losa?

Si fuera una losa, también lo serían todos los grandes escultores de todos los tiempos y de todos los lugares. Al revés, me gusta que el autor del Cachorro sea paisano.

¿Por qué la obra de Encarnación Hurtado es tan poco conocida entre el gran público pese a que los expertos en la materia dicen que usted está entre los mejores?

Pues no lo sé, supongo que será la falta de difusión o el no saber venderme.

Parte de la opinión pública considera que el oficio de imaginero ha pasado de ser un arte a convertirse en un negocio donde sólo se persigue ganar dinero, ¿qué opina usted al respecto?

Me imagino que será la parte que considera que el artista debería regalar su trabajo. Como artista me encanta hacer mi trabajo por amor al arte, pero después, como todo el mundo, tengo que ir al supermercado, pagar la luz, los impuestos, etcétera, y la verdad me gustaría trabajar siempre en lo mío y no tener que buscar otro trabajo para vivir. Seguro que a la mayoría de la gente que tiene un trabajo que le aporta beneficios no le gustaría que no le pagasen o le quisieran pagar menos.

¿Ha tenido que someterte en alguna ocasión a las implacables exigencias de un cliente?

Sí, claro, el encargo es el encargo. Yo puedo tener mis gustos, pero si el cliente quiere algo en particular, él es el que encarga y yo ahí no tengo voz, lo único que puedo hacer es trabajar como si la idea fuera mía, por lo tanto siempre lo mejor que sé.

¿Qué le parece la formación que se recibe en las facultades de Bellas Artes de este país? Usted dice que su gran maestro fue su padre, el también escultor Pedro Hurtado.

Por suerte o por desgracia, yo no tengo estudios universitarios y no sé como se enseña en la facultad. Yo aprendí el oficio de la mano de mi padre, quien me enseñó toda la esencia de lo que hoy sé, la cual he ido desarrollando con mi propia experiencia y sobre todo con el trabajo.

Por último, coméntenos sus proyectos escultóricos para los últimos meses, que suponemos serán muchos porque no para de presentar obras con destino a varias zonas del país.

Como ya comenté antes, estoy realizando la imagen del Resucitado de Utrera, que dejé parado los últimos meses por los trabajos contratados para la Semana Santa de 2008. También tengo que terminar la decoración del paso de la Resurrección de Granada y labrar una Dolorosa en terracota a tamaño natural, una réplica de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, unos Arcángeles lampadarios para Cazalla de la Sierra (Sevilla), la decoración escultórica del paso del Nazareno de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y algunos encargos para particulares.

 

 

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