SPAIN AND THE HISPANIC WORLD - 10 ARTISTAS IMPRESCINDIBLES

05/02/2023


 

 

La exposición Spain and the Hispanic World. Treasures from the Hispanic Society Museum & Library (España y el mundo hispano. Tesoros de la Hispanic Society Museum & Library) descubre hasta el 10 de abril de 2023 en la Real Academia de Artes (Londres) la rica historia del arte y la cultura española e hispánica desde la Antigüedad hasta principios del siglo XX a través de más de 150 obras fascinantes: desde piezas maestras de Zurbarán, El Greco, Velázquez o Goya, hasta esculturas, pinturas, tejidos de seda, cerámica, platería, joyería, mapas, dibujos, manuscritos iluminados y sorprendentes objetos lacados decorativos de la actual Latinoamérica. La muestra presenta también el famoso "Mapamundi" (1526) de Giovanni Vespucci, y culmina con el colorido estudio a gran escala de Joaquín Sorolla para "Visión de España", su monumental serie de 14 pinturas. Dirección y horarios: Burlington House (Piccadilly, Londres). Martes a sábado: de 10:00 a 18:00 horas (domingos hasta las 21:00 horas; lunes cerrado).

 

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Francisco de Goya

Uno de los principales artistas españoles, responsable de algunas de las obras más icónicas de los siglos XVIII y XIX. Nacido en Fuendetodos, primero se formó con artistas locales en la cercana ciudad de Zaragoza, para luego continuar sus estudios en Madrid e Italia. En la capital de España, pintó diseños para la Real Fábrica de Tapices y se convirtió en un exitoso retratista de la aristocracia, incluyendo al rey Carlos III. Tras recuperarse de una misteriosa enfermedad contraída en Andalucía en 1792, su estilo sufrió una espectacular transformación: experimentó con pinturas, dibujos y grabados más pequeños, para crear vívidas imágenes que evocaban los aspectos más oscuros de la humanidad y reflejaban las revueltas de su época, desde los horrores de la invasión de España por parte de Napoleón (1808-1814) hasta el restablecimiento de la dinastía borbónica bajo Fernando VII. De los cientos de dibujos y pinturas conocidos de Goya, una de sus imágenes más reconocibles, La duquesa de Alba, se encuentra en la Hispanic Society. Firmado en el arenoso suelo con las palabras "Solo Goya", este cuadro tuvo un gran significado personal para el artista, que lo conservó en su estudio mucho tiempo después de la muerte de la duquesa.

 
 
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Diego Velázquez

Más de un siglo antes de que Goya entrara en escena, Velázquez se hizo un nombre como maestro retratista en España. Comenzó su carrera en Sevilla, donde nació, antes de mudarse a Madrid, donde se convirtió en pintor de la corte de Felipe IV. Durante sus años al servicio de la monarquía española, retrató a muchas figuras notables, caso de Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares, así como a personas menos conocidas, como la modelo de Retrato de una niña, cuya identidad permanece desconocida. La representación de Olivares de Velázquez es la típica de sus retratos pintados en la década de 1620, en los cuales el artista combina la iluminación caravaggesca con toques barrocos, prestando especial atención a los detalles que establecen el rango del retratado.

 
 
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El Greco

Figura capital del Renacimiento español, Domenikos Theotokopoulos, nació en 1541 en Creta, entonces parte del imperio veneciano. Formado en el estilo tardobizantino local, estudió las obras de Tiziano en Venecia antes de mudarse a Roma en torno a 1570, donde recibió la influencia de las obras de Miguel Ángel. Hacia 1576, El Greco se mudó a España, buscando el patrocinio de Felipe II, sin éxito. En cambio, encontró el patrocinio de la Iglesia, asegurándose un encargo para crear obras para la Iglesia de Santo Domingo el Antiguo en Toledo. En España, siguió explorando las posibilidades estilísticas del Manierismo, y sus obras, como San Jerónimo penitente, expresivas pero con toques a menudo sorprendentemente naturalistas, fueron muy solicitadas durante la Contrarreforma.

 
 
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Francisco de Zurbarán

Velázquez no fue el único pintor que entró en contacto con el conde-duque de Olivares. Zurbarán también fue llamado por el noble para participar en la decoración del Palacio del Buen Retiro en 1634. Hijo del dueño de una tienda de telas, Zurbarán nació en el pueblo extremeño de Fuente de Cantos en 1598, y se mudó a Sevilla para aprender a pintar. Montó un prolífico taller que produjo pinturas religiosas para mecenas de Sevilla y el resto de Andalucía. Después de la epidemia de peste de 1649, la precaria situación financiera de la capital andaluza le llevó a exportar cuadros a América Latina, lo que convirtió a Zurbarán en una influencia primordial en varias escuelas de arte colonial latinoamericano. Zurbarán es conocido sobre todo por sus imágenes de santos en solitario, como Santa Emerentiana, patrona de Teruel. Los ricos tejidos que lleva hacen referencia a su gloria en el paraíso, y sin duda recuerdan los tejidos del establecimiento que tenía el padre de Zurbarán.

 
 
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Sebastián López de Arteaga

Contemporáneo de Zurbarán, López de Arteaga también nació y se formó en Sevilla. A partir de 1630 regentó un taller con tres aprendices hasta que se trasladó a Cádiz y posteriormente emigró a México. Arteaga es conocido como uno de los artistas que trajo la escuela tenebrista-naturalista de la pintura barroca temprana -originalmente bajo la influencia de Caravaggio- de Sevilla a su nuevo hogar en México. En la década de 1650, creó una pintura particularmente grande sobre cobre, San Miguel derribando a los ángeles rebeldes, que muestra un aspecto completamente diferente a las obras caravaggescas que Arteaga pintó en su época temprana.

 
 
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Andrea de Mena

Como muchas otras mujeres artistas del siglo XVII, Andrea de Mena no podía firmar contratos en su propio nombre ni actuar como profesional independiente. Hija del escultor Pedro de Mena, pudo desempeñar un papel destacado trabajando en el taller paterno y más tarde en el malagueño convento cisterciense de Santa Ana. En 1675, la artista realizó Mater Dolorosa y Ecce Homo, una pareja de estatuillas que representan la angustia de la Virgen y el sufrimiento de Cristo, revelando que no dejó de tallar después de convertirse en monja.

 
 
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Caspicara

Poco se sabe de Manuel Chili, llamado Caspicara, el principal escultor de Quito a fines del siglo XVIII. Si bien su autoría no está documentada, el conjunto Los cuatro estados del alma de cuatro figuras de medio cuerpo con la Muerte y el alma humana en el infierno, el purgatorio y el cielo, ha sido atribuida a Caspicara por su exquisita maestría y estilo. Las esculturas presentan la enseñanza católica sobre la escatología y el destino del hombre después de la muerte, que en ese momento se creía que marcaba la separación del cuerpo y el alma. Hoy en día no se conoce un conjunto comparable de cuatro figuras talladas, por lo que resulta difícil reconstruir su ubicación primitiva, pero lo más probable es que fueran talladas para la devoción privada dentro de un pequeño altar.

 
 
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José Agustín Arrieta

Arrieta es conocido por sus pinturas costumbristas, que representan escenas de la vida cotidiana en su México natal. Nacido cerca de Tlaxcala en 1803, se formó en la Academia de Bellas Artes de Puebla, ciudad donde desarrolló toda su carrera. Sus obras siguen una tradición de representaciones de figuras populares en la pintura mexicana que se remonta a fines del siglo XVII e incluye la serie "castas" en el XVIII, que representa la diversa mezcla étnica del México colonial. Uno de sus logros más destacados es El costeño, una pintura de un joven, tradicionalmente identificado en el siglo XIX como proveniente de la región de la Costa del Golfo, cerca de Veracruz, que sostiene una canasta de típicas frutas tropicales mexicanas como si las llevara a una mesa o al domicilio de un cliente.

 
 
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Joaquín Sorolla

Conocido como "el pintor de la luz de España", Sorolla es famoso sobre todo por sus escenas de playa (en la imagen, Después del baño, pintada en 1908), que comenzó a pintar en 1903 en las costas de España y Francia, particularmente en la Malvarrosa, el Cabanyal y las Arenas, justo al norte de Valencia. Como otros artistas de su generación, Sorolla dibujó sus figuras del natural, utilizando su conocimiento de la Antigüedad y su formación en la Academia Española en Roma. Muchas de sus composiciones están pintadas con pinceladas expresivas y haciendo uso de las líneas de horizonte alto, los ángulos de visión pronunciados y un sentido radical del recorte. De enero a mayo de 1911, Sorolla estuvo en Estados Unidos para una segunda exposición organizada por Archer Milton Huntington, el fundador de la Hispanic Society of America. Como ya hiciera en 1909, el pintor valenciano aprovechó su visita a América para buscar encargos de retratos, especialmente en las ciudades de Chicago y Nueva York, donde pintó a Louis Comfort Tiffany, presidente de Tiffany Studios e hijo del fundador de Tiffany and Company.

 
 
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Ignacio Zuloaga

En contraste con Sorolla, la obra de Zuloaga presentaba una visión única de una España oscura y cargada de tradiciones. Nacido en Éibar, en el seno de una familia artística que se había especializado en la orfebrería damasquinada, el pintor vasco se formó en París desde 1888. En la capital francesa conoció a muchas de las figuras culturales más célebres de la época, como Rodin, Toulouse-Lautrec y Degas. Aunque París siguió siendo el foco de la carrera de Zuloaga, regresaba con frecuencia a España, la mayoría de las veces para visitar Segovia, donde vivía su tío, el ceramista Daniel Zuloaga, quien ejercería una gran influencia sobre su obra. Los toreros son numerosos en la obra de Ignacio Zuloaga. Por ejemplo, su cuadro La familia del torero gitano ofrece una impactante visión de la España y su cultura taurina a principios del siglo XX. Es un tour-de-force de representación psicológica, con cada personaje que ofrece una personalidad diferente, especialmente la figura central: la matriarca familiar, que mira a su nieto con la expectativa de que continúe con la tradición familiar en el ruedo.

 

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