INTERVENCIÓN DE LOS TRES CORDEROS DE LA HERMANDAD DE LA
DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS, MARÍA SANTÍSIMA Y SANTA MARINA (SEVILLA)

José Ángel Ponce Vázquez


 

   
   
   

 

1. Introducción.

No se sabe la autoría de estos tres corderos místicos, pero en la publicación Noticia Artística de Sevilla (1844, p. 22), escrita por Félix González de León, se habla de los animales que colocaban en el risco, realizados para la novena de la Virgen durante su estancia en Santa Marina, que eran obra de un artista de la segunda mitad del siglo XVIII especializado en animales, llamado Juan de Hinestrosa, que también trabajó en la Iglesia de San Luis de los Franceses y en el Colegio de San Francisco de Paula:

 

"La capilla mayor es muy grande y muy diáfana, y en ella colocan todos los años, un risco o monte figurado con ramas, árboles, &c. para celebrar la novena de la citada imagen de la Pastora, en el cual ponen gran porción de ovejas, pájaros y otros animales, algunos de mucho mérito, construidos por el ya citado D. Juan de Hinestrosa".

 

Según el autor de la intervención, el joven escultor, imaginero y restaurador onubense, afincado en Sevilla, José Ángel Ponce Vázquez, se ha descubierto, tras la limpieza, que uno de los corderos, al que popularmente llaman "El Descarao", tiene una mancha oscura en el lomo, original del autor e intencionada. En su opinión, podría tratarse de una representación del pecado y que este cordero simbolizase el alma perdida, de camino al paraíso, pero sin llegar aún a él, de ahí su actitud distraída y distante, sin conexión alguna con la Divina Pastora.

 

   
   
   

 

2. Estado de Conservación Inicial.

Se trata de tres esculturas de bulto redondo, realizadas en madera tallada de pino. El bloque del cuerpo lo constituyen varias piezas ensambladas a unión viva que conforman el hueco principal, al que se añaden las piezas de las patas, reforzadas en su mayor parte con elementos metálicos. Presentan postizos, como los ojos de cristal.

El estado de conservación del soporte se ve condicionado en gran medida por las distintas intervenciones practicadas a las tres piezas a lo largo de su historia material. Por ejemplo, se practicaron cortes en los ensambles de las patas con la intención de reducir las alturas de los mismos, salvando la diferencia de grosores con piezas de madera de tamaño variable, pasta de madera de resina epoxy, así como estuco.

En la mayoría de los casos los ensambles se reforzaron con puntas metálicas, tornillos y, en menor medida, espigas, siendo necesaria una revisión seria de su estado de conservación.

 

   
   
   

 

Las bases de los corderos presentaban un buen estado de conservación, exceptuando la del cordero de mayor tamaño, cuya factura es endeble y con importantes grietas. También este cordero presentaba en los ojos una reposición realizada con barro (albero) y esponja sintética, colocada para dar cuerpo a la oquedad del ojo de cristal original, el cual se hallaba roto en su en su interior.

El estrato pictórico de los corderos es una tradicional preparación magra de sulfato de cal y cola animal, bol rojo, dorado al agua, bruñido y finalmente el estofado de temple. Todo el conjunto presentaba barnices alterados que modificaban y oscurecían notablemente la policromía original. No es de extrañar que esta capa ocultara numerosos degastes de película pictórica así como las intervenciones realizadas en los ensambles, estucos superpuestos, redorados, purpurinas y repintes de distinto tipo.

En último lugar, es necesario destacar zonas puntuales con graves desprendimientos en los ensambles y otras zonas polícromas, debido al deterioro de las colas y a los movimientos del soporte lígneo.

 

   
   
   

 

3. Memoria Explicativa de la Intervención.

Fijación del estrato pictórico con riesgo de desprendimientos mediante aplicación de cola animal, siendo necesario, en algunos casos, la aplicación de calor y presión mediante espátula térmica y empapelado de papel de seda.

Retirada de barnices oscurecidos mediante alcohol etílico impregnado en hisopos de algodón. Los repintes fueron eliminados con dimetilformamida y tolueno (25:50), siendo necesario en la mayoría de los casos la ayuda mecánica del bisturí. También fueron retiradas las capas de pasta de madera y estucos superpuestos; no solo con la intención de rescatar la policromía original, sino también comprobar el estado de conservación de los ensambles de las patas.

Para la consolidación de los ensambles de los corderos fue necesaria la aplicación de chirlatas de madera de pino en las separaciones de dichos ensambles, siendo la intervención del llamado “Cordero Divino” la más compleja. Esta escultura presentaba numerosas piezas de madera colocadas de manera irregular, con puntas metálicas oxidadas y grandes huecos burdamente rellenados con pasta de madera. Tras la retirada de todos este material añadido se colocaron chirlatas de madera de pino de forma ordenada, utilizando como adhesivo acetato de polivinilo. Posteriormente, los ensambles se reforzaron con espigas de madera de haya y acetato de polivinilo. Las pérdidas de soporte se reintegraron con pasta de madera araldit.

 

   
   
   

 

Se sustituyó la base del cordero de mayor tamaño por otra de madera de cedro, insertando la pieza con las cajas de madera originales y reforzando posteriormente con espigas de madera. También se sustituyeron los ojos falsos que presentaba este cordero con volúmenes realizados en pasta de madera araldit y se estucaron las pérdidas con estuco realizado de forma tradicional, con cola de conejo y sulfato cálcico.

La reintegración cromática de las pérdidas de policromía se llevó a cabo con témpera para la imitación del bol, mica aglutinada con barniz para la imitación del oro, y pigmentos al barniz para la imitación del estofado. Ya que se trataban de imágenes devocionales, se seleccionó como criterio de reintegración la tinta plana, limitando la intervención a lagunas y aquellos desgastes que perturbaban la unidad cromática de la obra.

Por último, se les ha dado una protección final mediante barniz de retoque diluido al 50% en White Spirit, aplicado mediante brocha. Finalmente, tras la reintegración, se aplicó barniz de retoque en spray.

 

   
   
   

 

Nota de La Hornacina: Los próximos trabajos de restauración de José Ángel Ponce Vázquez serán
un cobre de la Escuela de Cristo (Sevilla) y la Reina de Todos los Santos para Sanlúcar de Barrameda.

 

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