RIGOR MORTIS

29/10/2020


 

 
 
Sam Jinks

 

Presentación

Tras un periodo de más de seis meses de inactividad impuesto por la pandemia del COVID-19, Two Art Gallery (Acisclo Díaz 7, Murcia) abandona la cuarentena cultural con una de sus exposiciones más controvertidas, RIGOR MORTIS, una compleja visión sobre el último de los viajes.

La muerte nunca ha sido un tema fácil de tratar, mucho más en circunstancias como las que estamos viviendo, pero ha llegado el momento de enfrentarse al fatal desenlace de la mano de un nutrido grupo de 17 artistas, nacionales e internacionales, que desde enfoques completamente distintos nos invitan a reflexionar sobre un aspecto de la vida que nuestra sociedad ha convertido en un tabú. No está bien considerado hablar de todo lo relacionado con la muerte pero para su superación y aceptación es fundamental enfrentarse a ella.

Seleccionado como uno de los proyectos expositivos que forman parte del plan de apoyo a las galerías de la Región de Murcia, promovido desde el Instituto de las Industrias Culturales y las Artes de la Región de Murcia (ICA) y la Consejería de Educación y Cultura, en lo que se ha denominado Visualizarte-RutArt, RIGOR MORTIS presenta pintura, escultura y fotografía, más de 40 obras a través de las cuales el espectador podrá deambular por diferentes aspectos relacionados con el último de los viajes, una nueva manera de aprender a mirar aquello que normalmente no queremos ver.

El horario de visitas a la exposición, que se acompaña de un espléndido catálogo, es de martes a viernes, de 11:30 a 14:00 y de 17:30 a 20:30 horas; sábados, de 11:30 a 14:00 horas; lunes, cerrado.

Los artistas participantes, por orden alfabético, son Alberto Adsuara, Felipe Alonso, Jon Ander, Francis Arredondo, Luca del Baldo, Javier Bañón, Tom Chambers, Laureano Gisca, Harma Heikens, Sam Jinks, Marcos López, Enrique Marty, Jorge Pérez Parada, Gino Rubert y Joel Peter Witkin.

 

 
 
Jorge Pérez Parada

 

Enfoques y culturas

Diferentes enfoques y diferentes culturas para tratar un mismo instante. Mientras que para el pintor Felipe Alonso la muerte es concebida como un concepto de cambio o metamorfosis, Jon Ander se refugia en la tradición del osario con su serie de cabezas de muertos y Tom Chambers se adentra en las antiguas culturas mejicanas con sus trascendentales viajes al más allá.

Jorge Pérez Parada recuerda la trágica historia de amor de Marilyn Monroe y John Fitzgerald Kennedy. Las fatales consecuencias del desamor también están presentes en la pintura de Gino Rubert.

Otros artistas participantes, como el fotógrafo Alberto Adsuara, se acercan a la tradición del vanitas como género, en su caso con la obra "La muerte del arte". Por su parte, Marcos López y su mítica imagen de la autopsia es la metáfora de un país que no pudo ser lo que soñaba. Un Adolf Hitler a tamaño real del taller de Laureano Gisca trata el tema de la crucifixión como modo de ejecución.

 

 
 
Luca del Baldo

 

La fragilidad de la existencia

Si hay algo que nos ha enseñado la dramática situación que nos ha tocado vivir no es otra cosa que la fragilidad de nuestra propia existencia. Nos creíamos tan poderosos y avanzados que nada parecía poder derribar las fuertes murallas de nuestra civilización. Millones de personas en todo el mundo han visto impotentes cómo sus seres más queridos se apagaban en la distancia sin comprender todavía el por qué.

El tránsito entre la vida y la muerte es a veces difícil de delimitar, la línea es demasiado delgada, no estamos preparados para afrontar el fatal desenlace, con un poco de suerte éste será rápido pero en otras ocasiones el inevitable momento se alarga hasta ir consumiendo poco a poco esa llama que ya no aguanta más, tal y como inmortaliza el joven pintor murciano Javier Bañón en una de sus obras más emotivas: una escena de su abuela enferma, su historia es, sin duda, la historia de todos.

Es ese momento de excepcional solemnidad, del inevitable cara a cara con el otro lado, en el que discurre la serie del pintor italiano Luca del Baldo bajo el nombre "Cámara mortuoria", donde el artista hace un recorrido por las vidas de algunos de los personajes más influyentes de nuestra historia contemporánea. Políticos, santos y artistas, reunidos en esta provisional sala de espera, en una atemporal cámara mortuoria donde cada uno de ellos pasará el resto de la eternidad.

 

 
 
Harma Heikens

 

Impacto en el espectador

Una de las obras más impactantes de la muestra es sin duda la escultura del australiano Sam Jinks, una interpretación de la "Pietá" de Miguel Ángel en la que un hijo sujeta el cuerpo sin vida de su padre mientras le acompaña en ese último halo de vida bajo una aparente ausencia de sufrimiento que transmite un sentimiento de espiritualidad difícil de superar.

En el lado más crítico, Enrique Marty y la holandesa Harma Heikens abordan la muerte desde el lado de la infancia. Ambos critican el aumento de la mortalidad infantil provocada por ciertos comportamientos o decisiones de nuestra sociedad. Es imposible no sentirse conmovido ante sus obras.

Como colofón, el americano Joel Peter Witkin hace un auténtico alarde de maestría mortuoria, en realidad, la muerte siempre ha estado estrechamente vinculada a los restos de cuerpos y cadáveres con los que construye una gran parte de sus imágenes; imposible mantener la mirada durante demasiado tiempo.

 

 
 
Francis Arredondo

 

Un imaginero en la muestra

Como algo inusual invitamos al escultor-imaginero sevillano Francis Arredondo a participar en la misma para que realizara una pieza que nada tuviera que ver con su trabajo habitual. Su obra de título "Head and Sparrow" está cargada de simbolismo y recupera la tradición del vanitas pero llevada a la escultura. El rostro de un hombre moribundo aparece sobre un libro, símbolo de sabiduría y del conocimiento necesario para poder superar el momento del fatal desenlace. La idea de superación de la muerte desde el conocimiento queda además reforzada por la figura de un gorrión junto a él, simbólicamente este pájaro no sólo tiene la capacidad de proteger sino que además hace de guía en ese camino que hay entre la vida y la muerte.

 

 
 
Gino Rubert

 

Conclusiones

Ricos y famosos, pobres o sin nombre, políticos, artistas, papas, guapos y feos, tu vecino o hermano, e incluso el ser más poderoso del planeta, todos, absolutamente todos, sin importar condición alguna, somos iguales ante los vacíos ojos de la Parca; llegado el momento no importa cuántos dígitos haya en tu cuenta bancaria o los millones de seguidores que tengas en Instagram, ella no entiende de modas, perfiles, o dinero, ante su presencia es inútil huir. Es en ese preciso instante cuando se establece una perversa justicia social por la que el elegido es despojado de todo y sólo su alma queda como única moneda de pago del inevitable viaje, aunque no todas son tan valiosas como para poder pagar su deuda con el más allá.

 

 
 
Marcos López

 

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