BARRO MADERA Y SANGRE
SELECCIÓN DE OBRAS EXPUESTAS (II)

15/06/2019


 

 
 

Jesús Preso
Ramón Cuenca Santo
2016
Madera y terracota policromada
145 x 85 x 85 cm
Sede II (Conjunto Monumental de San Juan de Dios)

Buena muestra del espíritu inquieto de un autor que siempre va un paso más allá en el camino hacia el conocimiento. A lo largo de los años ha incorporado nuevos referentes a su trabajo tomados de otras escuelas escultóricas europeas como Italia, Portugal o Alemania, que le ayudan a enriquecer aún más su propio lenguaje, abriéndole así nuevas vías de investigación. Se podría decir que Ramón es un artista que ha sabido hacerse a sí mismo y al que los obstáculos le han ayudado a seguir creciendo (Eva Hernández Calderón).

 
 
 
 
 
 

Dolorosa
Alejandro López
2017
Barro cocido y policromado
158 x 58 x 35 cm
Sede II (Conjunto Monumental de San Juan de Dios)

Por lo delicado de sus formas, su interés por el concepto de belleza, la expresión contenida de las emociones y ese dolor interiorizado, es evidente que, en su conjunto, las creaciones de Álex López beben directamente de la tradición barroca de las escuelas granadina y malagueña. A pesar de que su formación técnica parte del ámbito sevillano, se ha mantenido fiel a sus raíces. Al contemplar este trabajo queda patente la influencia de Cano, los Mora, los Mena, Risueño, Ruiz del Peral y Sánchez Mesa (Eva Hernández Calderón).

 
 
 
 
 
 

Jesús Nazareno
Juan Vega
2015
Madera policromada
180 x 110 x 60 cm
Sede I (Two Art Gallery)

El tratamiento que aplica a los rostros suele ser anguloso en los tipos masculinos, caso del Nazareno, y ovalados en los infantiles o femeninos, con cuencas y cejas arqueadas y labios abultados. Emplea por lo general un tratamiento muy fresco en cuanto a la ejecución de los cabellos a base de ondulaciones y volúmenes amplios, prefiriendo dejar al descubierto las orejas siempre que se ajuste a ello. En todos los casos esculpe elementos como la dentadura, la lengua o los ojos directamente y con mucha precisión (Alberto Jesús Palomo Cruz).

 
 
 
 
 
 

Inmaculada Concepción
Álvaro Abrines

2017
Barro cocido y policromado
66,5 x 38 x 27 cm

Sede I (Two Art Gallery)

Si hubiera que calificar las esculturas de Álvaro Abrines con un adjetivo éste sería el de distinto, sus formas no se parecen a las de ningún otro, tienen ese toque personal y ese sello tan suyo que las hace inconfundibles, algo tremendamente difícil de encontrar en un artista ya sea éste pintor o escultor y que por desgracia no todos consiguen alcanzar, una visión tan innovadora de lo artístico-religioso que se podría decir que más que un imaginero es un escultor de emociones (Eva Hernández Calderón).

 
 
 
 
 
 

Busto de Cristo
Jesús Arcos de la Rosa
2017
Barro cocido y policromado
53 x 68 x 40 cm
Sede II (Conjunto Monumental de San Juan de Dios)

En la corta trayectoria del autor, sobrino del artista Pedro de la Rosa, fallecido a temprana edad, la mayor parte de sus obras han sido ejecutadas para coleccionistas particulares, conformando hasta la fecha un lenguaje basado en la más pura tradición de la escuela sevillana pero con cierto ánimo de experimentar y aportar nuevos matices que lo relacionen con el momento contemporáneo al que pertenece. Cada obra supone un nuevo reto para Jesús, una nueva ocasión donde dar rienda suelta a toda la pasión que lleva dentro (Víctor Taft).

 
 
 
 
 
 

Cabeza decapitada de San Pablo de Tarso
Francis Arredondo
2018
Barro cocido y policromado
20 x 30 x 18 cm
Sede I (Two Art Gallery)

La composición de esta cabeza degollada es tremendamente dramática y expresionista. El artista no tiene miedo a la hora de enfrentarse al dolor y lo hace en toda su realidad, sin ningún tipo de idealización. Dos elementos presentes en muchas de las obras de Francis Arredondo, cuyos rostros por lo general están desencajados de puro dolor físico y espiritual, son los labios entreabiertos y la posición de los ojos abiertos mirando al cielo, como muestra de ese último halo de vida del protagonista. (Eva Hernández Calderón).

 
 
 
 
 
 

San Juan Evangelista
Alberto Marín López
2017
Barro cocido y policromado
19 x 11,5 x 11 cm

Sede I (Two Art Gallery)

Este pequeño y exquisito busto, realizado en terracota policromada, es una de las obras que presenta para la muestra con un tratamiento más que correcto, a medio camino entre un realismo naturalista y un barroco sutil y moderado, sorprendentemente maduro para la corta edad de este artista con tan escaso bagaje profesional. Su habilidad para la policromía consigue dotar a la obra de una sutil elegancia generando un cierto ambiente embaucador que conduce al espectador a un estado de ánimo concreto (Víctor Taft).

 
 
 
 
 
 

Caifás
Manuel Martín Boillo
2013
Barro cocido y policromado
49 x 36 x 30 cm
Sede II (Conjunto Monumental de San Juan de Dios)

Tomando el barro como aliado, pero sin descartar las cualidades de la madera, Manuel Martín Boillo prueba nuevos recursos y técnicas con las que dar forma a los diferentes estados del alma, la tristeza, la pasión, el dolor, la desesperación, la desolación, la esperanza, el perdón o el amor, con una predilección por las imágenes de misterio pues son las que contienen una mayor fuerza expresiva. En este trabajo primerizo existe la preferencia por una policromía de corte más realista (Eva Hernández Calderón).

 
 
 
 
 
 

María Magdalena
Álvaro Abrines
2013
Barro cocido y policromado
55 x 32 x 34 cm
Sede I (Two Art Gallery)

Aunque en su mayoría las piezas del artista son de iconografía religiosa, Álvaro Abrines consigue que cada obra pueda abstraerse de tales connotaciones compartiendo una extraña dualidad, de manera que mientras para unos puedan ser objeto de devoción espiritual, para otros son motivo de admiración artística. Así, al igual que ya ocurriera en el siglo XIX, se produce una elevación y revalorización de la propia imagen de forma totalmente independiente de su carácter religioso (Eva Hernández Calderón).

 
 
 
 
 
 

Sumo Sacerdote Anás
Marco Antonio Humanes
2012
Resina policromada
37 x 37 x 54 cm

Sede II (Conjunto Monumental de San Juan de Dios)

La cabeza de este anciano miembro del Sanedrín, con sus ojos pintados, no de cristal, desafiantes, llama la atención hasta el punto que resulta un tanto difícil conseguir mantenerle la mirada. Según Humanes, nuestras imágenes están destinadas al culto, así que deben tener un pellizco que transmitan a todos los que las vean, de forma que puedes hacer una imagen técnica y artísticamente perfecta pero que luego no transmita nada. Eso es una cualidad fundamental y que no se sabe cómo se consigue (Víctor Taft).

 
 
 
 
 
 

Cristo
Manuel Martín Nieto
2011
Barro cocido y policromado
47 x 41 x 41 cm

Sede I (Two Art Gallery)

También define a Manuel Martín Nieto el sentido naturalista que ha ido aplicando progresivamente a los modelos neobarrocos, hasta el punto que en la última década los ha trascendido y se ha consagrado al natural con tanta intensidad que éste impera sobre cualquier otra condición en sus esculturas. Su naturalismo es tan intenso que las referencias iconográficas se transforman adquiriendo una nueva condición, mucho más humana y veraz, lo que determina una cercanía inmediata (Andrés Luque Teruel).

 

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