RESTAURACIÓN DE JOAQUÍN MARCHAL

Joaquín Marchal Órpez


 

 
     
     
Estado inicial
 
Estado final

 

Análisis de la autenticidad de la obra

Se trata de una escultura religiosa de estilo neobarroco que representa a la Virgen del Carmen. La obra, de tamaño natural (mide 155 cm de altura) data del siglo XX y fue labrada en madera tallada y policromada por el famoso escultor e imaginero Francisco Buiza (Carmona, Sevilla, 1922 - Sevilla, 1983).

Este simulacro mariano recibe culto en la iglesia parroquial de la localidad giennense de Monte Lope Álvarez. La intervención ha corrido a cargo del artista marteño Joaquín Marchal Órpez, Licenciado en Escultura y Conservación-Restauración por la Facultad de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría (Sevilla).

 

 
 
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Estado final

 

Referencias bibliográficas

La referencia sobre esta obra la encontramos en el magnífico libro sobre la obra completa de Francisco Buiza Fernández que realizó en el año 2000 el historiador Pedro Ignacio Martínez Leal (Ediciones Guadalquivir, Sevilla). En este libro encontramos quién encargó la obra, así como datos sobre la fecha de encargo y de entrega de la misma, sus medidas, el material, el precio, etcétera:

 

"D. Antonio Rodríguez Medina, cura párroco.

Fecha de contrato: 4 de enero de 1962.

Conclusión del encargo: Junio del 1962.

Medidas: 1,55 metros.

Materiales: pino flandes, policromado y estofado.

Precio: 15.000 pts."

 

 
     
     
Estado inicial
 
Estado final

 

Estado de conservación (I)

Era muy malo antes de la restauración llevada a cabo por Joaquín Marchal Órpez en su local nº 18 situado en la calle Andalucía del municipio giennense de Martos.

En líneas generales, se observaban en la figura deformaciones con relación a la película pictórica, así como fragmentos que habían desaparecido, movimientos que comprometían su estabilidad, varias grietas, manchas de distintos tipos, abolladuras y perforaciones, y deformaciones generales.

Las varias capas de aparejo blanco, realizado a base de cola de animal con sulfato cálcico, tenían un estado de conservación muy malo en algunas zonas, llegándose a perder del todo y quedar visible el soporte.

La película pictórica está realizada sobre base de temple con pintura al óleo; observándose en las zonas del manto bol rojo, dorado y estofados. Dicha película presentaba alteración del color, decoloración a causa del exceso de luz, desprendimientos, desgastes, abrasiones, arrastres y manchas.

No se apreciaba ningún tipo de protección final de la escultura, pues su superficie pictórica se encontraba muy reseca antes de la restauración debido a una excesiva exposición a la luz solar, como hemos comentado con anterioridad. También mostraba cuarteados y un exceso de polvo en la superficie.

Era necesaria, además, una cohesión del conjunto estratigráfico, pues todos los estratos de esta bella imagen de la Virgen del Carmen, creación poco conocida de Buiza, se encontraban disgregados. 

 

 
     
     
Estado inicial
 
Estado final

 

Estado de conservación (II)

Como hemos apuntado anteriormente, el estado de conservación era muy deficiente, no solo por la excesiva exposición de la escultura a los efectos directos de la luz solar, sino también por los cambios bruscos de temperatura que sufre el templo donde se conserva.

Las pérdidas de aparejo o estuco eran muy numerosas, dejando así unas lagunas que, en muchos casos, dejaban al espectador ver la madera base de esta imprimación.

El estado de la película pictórica va en función del estado de la imprimación y el soporte y, como hemos referido en el punto anterior, la imagen presentaba numerosas grietas, lagunas, etcétera.

Otros elementos que perjudicaban la buena apreciación y valoración de la película pictórica eran los depósitos de suciedad y polvo que la figura fue acumulando con el paso del tiempo; siendo estos responsables, en gran medida, de una serie de males en cadena que van destruyendo la obra; sin contar la mencionada exposición de la misma a temperaturas extremas de frío y calor, y a la luz solar directa.

 

   
         
         
Estado inicial
 
Estucado
 
Estado final

 

Proceso de intervención (I)

Antes que nada se realizó un estudio previo a la intervención, que comprendió un estudio visual y científico, así como una documentación fotográfica, tanto general como de detalles del simulacro.

En cuanto al soporte, se realizó la fijación previa de las piezas sueltas mediante cola animal -en algunas grietas fue preciso taparlas por medio de chirlatas y en otras menores con pasta de madera- y la consolidación de la película pictórica, ambas actuaciones dirigidas a estabilizar la obra. A continuación se eliminaron los elementos extraños por inadecuados y perjudiciales para la obra, y se procedió a la restitución volumétrica mediante el estucado de las lagunas. Por último, se llevó a cabo la limpieza por acción físico-química de excrementos, pinturas, polvo, insectos, hongos, manchas de adhesivos, etcétera, para la conservación de la obra.

Respecto a la película pictórica, en primer lugar se consolidó y fijó con una cola de origen natural o sintético para estabilizar la superficie, pues tenía peligro por disgregación.

Seguidamente se realizó la limpieza de la suciedad acumulada en la superficie de la pintura -especialmente de las sales acumuladas- con ayuda de un disolvente, la restitución volumétrica y la cromática por medio acuoso (empleo del método del Tratteggio), después de tratar las alteraciones condicionadas por la técnica pictórica y eliminar el cuarteado. Los estucos fueron sustituidos por otros que se adecuaban más a las características de la obra, los cuales fueron convenientemente nivelados, estructurados y pigmentados.

 

 
 
Estado inicial
 
 
 
 
Estado final

 

Proceso de intervención (I)

Antes que nada se realizó un estudio previo a la intervención, que comprendió un estudio visual y científico, así como una documentación fotográfica, tanto general como de detalles del simulacro.

En cuanto al soporte, se realizó la fijación previa de las piezas sueltas mediante cola animal -en algunas grietas fue preciso taparlas por medio de chirlatas y en otras menores con pasta de madera- y la consolidación de la película pictórica, ambas actuaciones dirigidas a estabilizar la obra. A continuación se eliminaron los elementos extraños por inadecuados y perjudiciales para la obra, y se procedió a la restitución volumétrica mediante el estucado de las lagunas. Por último, se llevó a cabo la limpieza por acción físico-quimica de excrementos, pinturas, polvo, insectos, hongos, manchas de adhesivos, etcétera, para la conservación de la obra.

Respecto a la película pictórica, en primer lugar se consolidó y fijó con una cola de origen natural o sintética para estabilizar la superficie, pues tenía peligro por disgregación.

Seguidamente se realizó la limpieza de la suciedad acumulada en la superficie de la pintura -especialmente de las sales acumuladas- con ayuda de un disolvente, la restitución volumétrica y la cromática por medio acuoso (empleo del método del Tratteggio), después de tratar las alteraciones condicionadas por la técnica pictórica y eliminar el cuarteado. Los estucos fueron sustituidos por otros que se adecuaban más a las características de la obra, los cuales fueron convenientemente nivelados, estructurados y pigmentados.

 

 
     
     
Estucado
 
Estado final
     
     
     
     
Estado final

 

Proceso de intervención (II)

Como medida preventiva, el restaurador protegió la superficie con papel japonés e inyectó coleta en puntos en los que la policromía corría el riesgo de desprenderse. La obra se analizó para comprobar si tuvo o tenía presencia de insectos xilófagos, para de ser así realizar el tratamiento oportuno. Luego se procedió a la unión y al ensamblaje de elementos que habían sufrido movimientos o estaban deteriorados.

La limpieza se realizó de forma gradual y selectiva, combinando medios mecánicos y químicos (realizando para estos las pruebas necesarias para usar el mejor disolvente). Se eliminaron repintes, se fijó y asentó la policromía, se consolidó la madera, se sellaron las grietas y juntas abiertas, y se repusieron las faltas de soporte.

Se reintegraron tanto las zonas del soporte como de la policromía. Las lagunas se estucaron y las pérdidas en la policromía se reintegraron con medios acuosos y pigmentos aplicados al barniz, y por último se aplicó una protección a base de consolidante y de barniz.

Una vez realizada la restauración, es de vital importancia para la obra el lugar de conservación, por lo que Marchal propuso buscar dentro de la iglesia un sitio mejor que donde se encuentra ahora, pues en este lugar la imagen es castigada por la luz solar directa y los cambios bruscos de temperatura.

El tiempo previsto para la realización de estos trabajos de conservación y restauración fue, aproximadamente, de cuatro a cinco meses, siendo necesario, como hemos indicado, el transporte de la obra de su capilla al estudio de restauración donde se realizaron los tratamientos anteriormente comentados.

 

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