RUBENS Y EL NACIMIENTO DEL BARROCO

13/11/2016


 

 
 

La Magdalena en Éxtasis

Peter Paul Rubens
1619
Óleo sobre lienzo
295 x 220 cm
Palais des Beaux-Arts du Lille

 

Presentación

Artista famoso y fundamental para la historia del arte europeo, pero aún no lo suficientemente estudiado en Italia, donde aventuradamente se incluye entre las filas de los "pintores flamencos" a pesar de su importante estancia en la península itálica entre los años 1600 y 1608, Peter Paul Rubens (Siegen, 1577 - Amberes, 1640) ha dejado una marca indeleble y vital en toda su vasta producción artística.

Italia es crucial para Rubens, así como Rubens lo fue para Italia. El artista fue el responsable de los primeros pasos para el nacimiento del arte barroco, que alcanzó enorme difusión en todas las regiones del país. Una influencia que toda la crítica le reconoce y exalta hasta el punto de ser llamado "pintor italiano" por el teórico Bernard Berenson. Tanto sus relaciones con las ciudades de Génova, Mantua y Venecia, como su periplo romano, nos permiten reconstruir el hilo que le une tan profundamente a la cultura italiana, que seguirá siendo el rasgo de identidad a lo largo de su producción artística posterior.

La exposición Peter Paul Rubens y el nacimiento del Barroco (Pietro Paolo Rubens e la nascita del Barocco) pone de relieve en el Palacio Real de Milán las relaciones de Rubens con el arte antiguo y la estatuaria clásica, así como la influencia que tomó de los grandes maestros del renacimiento italiano Tintoretto y Correggio. Milán, concretamente el Palacio Marino, alojó recientemente, entre diciembre de 2015 y enero de 2016, el famoso lienzo Adoración de los Pastores, el cual, concedido en préstamo por la Pinacoteca Cívica de Fermo, fue visto por más de 120.000 espectadores. Esta obra, la última pintada por Rubens antes de salir de Italia, testimonio excelente su relación con el arte italiano, vuelve a admirarse ahora de nuevo en el Palacio Real.

Pero sobre todo la muestra, comisariada por Anna Lo Bianco, pretende dar a conocer la extraordinaria influencia de Rubens como maestro de jóvenes artistas italianos, plenos protagonistas ya del Barroco, como Pietro da Cortona, Bernini, Lanfranco o Luca Giordano. Para ello se ha seleccionado un grupo de sus obras ejemplares que crean comparaciones obvias con pinturas de Rubens: desde esculturas antiguas hasta obras de los artistas barrocos, pasando por algunos grandes protagonistas del Cinquecento.

Más de 70 obras, de las cuales 40 son de Rubens, se pueden ver hasta el 26 de febrero de 2017 en el Palacio Real de Milán gracias a los préstamos internacionales de algunas de las colecciones más grandes en el mundo. Las obras proceden del Museo Nacional del Prado de Madrid, del Hermitage de San Petersburgo, de la Gemäldegalerie de Berlín y del Príncipe de Liechtenstein, así como de varias colecciones italianas, incluyendo la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma, los Museos Capitolinos, la Galería Borghese, la Galería de los Uffizi y la Galería Palatina de Florencia, el Museo del Palacio Ducal de Mantua, la Galería del Palacio Spinola en Génova y el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

El espléndido catálogo de la exposición Pietro Paolo Rubens e la nascita del Barocco, publicado por Marsilio Editor, será un punto de referencia para el conocimiento de un maestro absoluto del arte occidental.

 

 
 

Hércules después de la decapitación de la hidra

Guido Reni
Hacia 1620
Óleo sobre lienzo
224 x 175 cm
Galería Palatina de Florencia

 

El autor

Nacido en la ciudad de Siegen, actual Alemania, el 28 de junio de 1577, Peter Paul Rubens se trasladó con su familia a Amberes en 1589. Tras recibir una educación humanista, decidió mejorar sus conocimientos con un viaje a Italia, donde acabó viviendo desde 1600 hasta 1608. En el país mediterráneo, además de estudiar la escultura antigua y los maestros del Renacimiento, dejó varias de sus más relevantes obras maestras, caso del tríptico para el altar mayor de la iglesia de Santa María de la Vallicella en Roma.

Al regresar a su país de origen, enriquecido con muchas y grandes innovaciones artísticas, Rubense es nombrado pintor de corte de los archiduques de Flandes; al mismo tiempo, ejerció una brillante carrera diplomática en España e Inglaterra. Codiciado por muchas cortes europeas y por los principales coleccionistas de su tiempo, entre las obras maestras de Rubens debemos mencionar también el famoso Ciclo alegórico de la vida de María de Medici, encargado por la propia reina para decorar el Palacio de Luxemburgo en París.

Además de un gran artista, Rubens fue un hombre generoso y dedicado a su familia. Tuvo un importante taller con muchos aprendices, entre los que se encontraban Anthony van Dyck y otros pintores de renombre. Viudo de Isabella Brant, se volvió a casar con la joven Hélène Fourment y tuvo siete hijos. Murió en Amberes, el 30 de mayo de 1640. Su estilo grandilocuente, lleno de energía creativa, marcó el nacimiento del estilo barroco.

 

 
 

Muerte de Séneca

Peter Paul Rubens
1612-1615
Óleo sobre lienzo
182 x 121 cm
Museo Nacional del Prado de Madrid

 

El mundo de Rubens

La primera sección de la muestra está dedicada a la personalidad de Rubens, un hombre abierto y magnánimo, un artista con una arriesgada creatividad. Su personalidad única de pintor magnífico e intelectual, capaz de propagar energía positiva en todos los campos en los que estuvo comprometido, tuvo sin duda una formidable repercusión en sus actividades y en sus relaciones con príncipes, protectores y otros artistas.

La exposición presenta un autorretrato y un retrato de su esposa (conservados en la Galería Uffizi), así como otro de su hija Clara (procedente de la colección del príncipe de Liechtenstein). Además, una imagen de su casa-taller como se conserva hoy en día, en la que ejercía de empresario de sí mismo.

En esta sección, además de su familia, podemos conocer a algunas de los amigos de Rubens a través de los retratos que llevó a cabo de los mismos. Es el caso de Gaspar Scioppius, cuyos cuadros se comparan con las esculturas clásicas de Séneca y otros bustos antiguos, así como con la Muerte de Séneca (procedente del Museo del Prado). Esta comparación indica la constante inspiración del artista en la filosofía antigua.

 

 
 

San Gregorio Magno con Santa Domitila, San Mauro y San Papiano

Peter Paul Rubens
1606
Óleo sobre lienzo
146,5 x 120 cm
Gemäldegalerie de Berlín

 

Los santos como héroes

La segunda sección de la exposición se centra en las pinturas de tema sagrado. Rubens fue el primero en introducir en ellas potentes elementos hedonistas y clásicos, como podemos observar en los retablos de la iglesia romana de Santa María de la Vallicella, documentados en la muestra con bocetos y comparados con pinturas de jóvenes artistas muy influenciados por Rubens. Así, la Adoración de los Pastores del maestro (actualmente en la Pinacoteca Cívica de Fermo) se compara con la pintura de Pietro da Cortona sobre el mismo tema (conservada en la iglesia romana de San Salvatore in Lauro).

Esta sección destaca también la atención de Rubens por la escuela veneciana de pintura, particularmente por Tintoretto, una de sus figuras principales. De este modo, se compara su Martirio de Santa Úrsula con la obra Cristo y la mujer adúltera de Tintoretto, ambas poseedoras de la misma luz brillante.

 

 
 

Retrato ecuestre de Giovanni Carlo Doria

Peter Paul Rubens
1606
Óleo sobre lienzo
265 x 188 cm
Galleria Nazionale del Palazzo Spinola (Génova)

 

La furia del pincel

A este concepto, utilizado por los biógrafos de Rubens para definir su estilo convulso, arremolinado y lleno de movimiento, está dedicada la tercera sección de la muestra. La Batalla de Anghiari y otras frenéticas obras de Rubens atestiguan esta actitud que, iniciada por Leonardo da Vinci, encuentra similitudes tanto en Gian Lorenzo Bernini como en Giovanni Lanfranco.

Los biógrafos a menudo enfatizaban la energía creativa de Rubens, claramente visible en sus pinturas salvajes y vehementes. Estas son las características típicas del estilo barroco que está por llegar.

 

 
 

Ganímedes y el águila

Peter Paul Rubens
1611-1612
Óleo sobre lienzo
203 x 203 cm
Colección Príncipe de Liechtenstein (Viena)

 

El poder del mito

La sección final de la exposición es particularmente amplia e impresionante. Resume la investigación artística de Rubens, abrazando las dos piedras angulares de su inspiración: la atención al pasado y a la arqueología, por un lado, y la relación con el mundo contemporáneo, por el otro.

La primera parte trata de la relación entre Rubens y la cultura antigua o clásica, pero también con los grandes maestros que llegaron justo antes de él y que a menudo inspiraban su pintura.

La relación con el mundo antiguo se atestigua con la presencia de algunas esculturas clásicas. Entre las piezas arqueológicas significativas, amadas y conocidas por Rubens, se encuentra el Hércules Farnese, tema recurrente de inspiración, evocado en sus pinturas varias veces y desde varios ángulos. Así, es posible comparar el trabajo de Rubens con los antiguos, pero también con pinturas relacionadas con el mismo tema de Pietro da Cortona (de la colección del Príncipe de Liechtenstein), y Guido Reni (de la Galería Palatina de Florencia).

Las creaciones primerizas de Rubens se comparan con el trabajo de los artistas barrocos emergentes, impulsados por el mismo poder creativo. En esta sección hay obras clave que muestran la relación entre Rubens y sus contemporáneos: Bernini, Pietro da Cortona, Lanfranco, Salvatore Rosa y Giordano. Las comparaciones destacan la inspiración común hacia una secularización de la pintura, cada vez más seductora y asombrosa.

 

 
 

La captura de Sansón

Peter Paul Rubens
1614-20
Óleo sobre lienzo
118 x 132 cm
Alta Pinacoteca de Mónaco

 

Dirección y horarios: Piazza del Duomo 12, Milán. Lunes, de 14:30 a 19:30 horas;
martes, miércoles, viernes y domingo, de 09:30 a 19:30 horas; jueves y sábado, de 09:30 a 22:30 horas.

 

 
 

El hallazgo de Erictonio niño

Peter Paul Rubens
1615-1616
Óleo sobre lienzo
243,5 x 345,5 cm
Colección Príncipe de Liechtenstein (Viena)

 

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