EL ARTE DE NUESTRO TIEMPO. OBRAS MAESTRAS
DE LAS COLECCIONES GUGGENHEIM

23/09/2014


 

 
 

Marc Chagall

París a través de la Ventana
1913
Óleo sobre lienzo
136 x 141,9 cm
Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York

 

Introducción

Esta ambiciosa exposición celebra los 20 años de colaboración entre la Solomon R. Guggenheim Foundation y el Museo Guggenheim Bilbao. Tendrá dos momentos de apertura: hoy 23 de septiembre se abrirá al público la primera sección de la exposición, que ocupará la tercera planta; y unas semanas más tarde, el 23 de octubre, se inaugurarán las plantas segunda y primera.

Evocando la muestra con la que se inauguró el Museo Guggenheim Bilbao en octubre del año 1997 y que ocupaba todo su espacio expositivo, la presente exposición El Arte de Nuestro Tiempo. Obras Maestras de las Colecciones Guggenheim evidencia la evolución de los fondos artísticos del Museo desde su fundación hasta el presente y pone de relieve las sinergias existentes entre las instituciones de la red y la complementaridad de sus fondos, al tiempo que se preserva su identidad singular.

 

 
 

Ai Weiwei

Madero de China
2005
Palo de hierro
57,8 x 337,5 x 55,2 cm
Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York

 

Tercera Planta: los Orígenes de las Colecciones

La exposición sigue una cierta cronología. Así, el recorrido comienza con una selección extraordinaria de fondos procedentes del Solomon R. Guggenheim Museum creados en los albores del siglo XX, en el que los ideales utópicos y las creencias políticas influyen las denominadas vanguardias artísticas, que cuestionan la gran herencia figurativa del arte occidental y defienden unos ideales nuevos más allá de lo puramente estético. Continúa con importantes piezas pertenecientes al Expresionismo Abstracto americano y su contrapartida europea, el Informalismo; y concluye con espacios singulares dedicados a Jorge Oteiza y Eduardo Chillida.

 

Salas 305 y 306
Los inicios del siglo XX fueron un período de fértil experimentación artística en toda Europa. En Francia, y concretamente en París, artistas como Albert Gleizes desarrollaron un vocabulario cubista que rechazaba la perspectiva tradicional y la representación ilusionista del espacio, como se aprecia en Retrato de un Médico del Ejército (1914-1915). En Alemania y Austria, una gran variedad de autores, como Franz Marc en Toro Blanco (1911), potencian las propiedades de la forma pictórica buscando la expresión de sentimientos y estados espirituales. Por su parte, los expresionistas se sirvieron de imágenes cargadas de emoción y de la abstracción para expresar las verdades psicológicas contemporáneas. La abstracción se plasma en artistas como Vasily Kandinsky y László Moholy-Nagy que, en pinturas como Improvisación 28 (1912) y AXL II (1927), atribuyeron propiedades espirituales y utópicas a las esencias de la forma pura y del color. El Surrealismo exploró la relación del inconsciente y la realidad vivida haciendo uso de estrategias automatistas para traducir visiones mentales en formas biomorfas, como las que se ve en la obra Paisaje (La Liebre) (1927) de Joan Miró. La fragmentación estética que comparten diversos movimientos del momento -los planos fracturados del Cubismo, las desencajadas figuras de la pintura expresionista y las híbridas yuxtaposiciones de la iconografía surrealista- pueden ser entendidas como analogía visual de la fragmentación social y psíquica de la realidad.

Sala 307
La Segunda Guerra Mundial provocó la huida de numerosos artistas de Europa a Estados Unidos, principalmente a Nueva York, convirtiendo este país en el heredero del legado europeo y en el nuevo centro artístico del mundo occidental. El Expresionismo Abstracto fue el primer gran movimiento artístico americano. En esta corriente se inscribe también la pintura de acción o "action painting" -término utilizado para describir una forma de pintura gestual y expresiva que se relaciona con el heroismo subjetivo de las anteriores formas del Expresionismo y con la técnica surrealista de la escritura automática-, que está econ la obra de Jackson Pollock Sin Título (Plata verde) (1949). Otros miembros del Expresionismo Abstracto emplearon amplios planos de color para evocar estados espirituales y crear obras meditativas de un lirismo intenso: se trataba de los pintores de campos de color, como Mark Rothko, del que se presenta Sin Título (1952-1953). Simultáneamente, en Europa nacía una nueva tendencia al amparo de las filosofías existencialistas y el pensamiento oriental: el Informalismo o "Art Informel" (del francés "informe", es decir, "sin forma"), que se caracteriza por la espontaneidad en la ejecución, el abandono a las virtudes del gesto y la importancia de las propiedades físicas de la obra de arte, tal como evidencian las piezas La Loma de las Visiones (1952), pintada por Jean Dubuffet, o El Ballet Verde (1960), de Asger Jorn.

Sala 304
En este período de posguerra empieza a despuntar un joven Eduardo Chillida, que se traslada brevemente a París en 1947 y ya en 1958 será una figura internacionalmente reconocida al recibir el Gran Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Venecia. Ese mismo año, poco antes de la inauguración del museo en la quinta avenida neoyorquina, su obra entra a formar parte de las Colecciones Guggenheim con la adquisición de Desde Dentro (1953). Chillida estudió arquitectura en Madrid y estos conocimientos aparecen en las estructuras subyacentes de sus esculturas, en la atención a los materiales y en la cuidada planificación de las relaciones espaciales que caracterizan sus trabajos. De hecho, Chillida concebía la escultura con relación a la arquitectura. Eligió materiales que plasmaban su búsqueda en torno a cuestiones conceptuales y metafísicas, como la piedra y el yeso en un principio; el hierro, en el que explorar la metamorfosis del espacio y la definición abstracta del volumen espacial; y la madera y el acero, que le sirvieron para representar las tradiciones vascas de la industria, la arquitectura y la agricultura. Cada uno de estos materiales está presente todas ellas en el espacio monográfico dedicado a su obra.

Sala 301
Otro espacio monográfico de la exposición está dedicado a Jorge Oteiza, cuyo trabajo, difícil de definir, va más allá del objeto escultórico puesto que se plantea como un proceso experimental en torno a la masa y el espacio. Oteiza agrupa su obra en series o familias experimentales, como las dedicadas a las cajas metafísicas o a la desocupación de la esfera, de las que se ven varios ejemplos, como Ensayo de Desocupación de la Esfera (1958) o Caja Metafísica por Conjunción de dos Triedros. Homenaje a Leonardo (1958). Aunque en sus etapas finales se le podría relacionar con el Minimalismo, la escultura de Oteiza se inscribe en las vanguardias artísticas de comienzos del siglo; especialmente se identifica con el Neoplasticismo y el Constructivismo, aunque también comparte una particular sensibilidad hacia lo abstracto, espiritual y humanista con otros autores posteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Sala 302
En la escena artística neoyorquina de los años 60 y 70, la pintura es desplazada por la escultura, el concepto se impone al material y la idea a la cualidad sensorial de la obra. En las obras minimalistas, como en Sin Título (16 Cajas de Acero) (1967), de Robert Morris, los artistas prescindían de la ilusión y la representación para que la experiencia del visitante -el encontrar y observar un objeto artístico en una galería- pasara a primer plano. Otros como Bruce Nauman, concibieron la práctica artística y la observación del arte como una experiencia basada en el tiempo y, a menudo, participativa, como muestra la obra Pieza de Centro Iluminada (1967-1968). Algunos autores conceptuales, como Lawrence Weiner, eliminan totalmente el material y utilizan el lenguaje como medio escultórico, como en Conjunto de Estacas (1969).

Sala 303
Los artistas europeos reunidos en esta sala, Jannis Kounellis y Richard Long, son los máximos exponentes del "Arte Povera" y el "Land Art", y su trabajo refleja todo un espectro de posiciones artísticas y políticas surgidas en reacción a las fuerzas ideológicas, económicas, sociales y políticas que han conformado el mundo de su tiempo. Kounellis creía que la sociedad europea posterior a la Segunda Guerra Mundial carecía de una forma estética que reflejara la fragmentación de la civilización de su época. En su obra Sin Título (1988) conviven elementos orgánicos e industriales en una especie de confrontación poética entre naturaleza y cultura. Por su parte, Long traslada sus experiencias en la naturaleza a esculturas y dibujos de barro o piedra con las que el espectador experimenta en la sala de exposición la vivencia del autor, en este caso con Círculo de Bilbao (2000).

 

 
 

Franz Marc

Toro Blanco
1911
Óleo sobre lienzo
100 x 135,2 cm
Solomon R. Guggenheim Museum

 

Segunda Planta: Del Pop a Finales del siglo XX

La Colección del Museo Guggenheim Bilbao tiene, como punto de partida cronológico, la segunda mitad del siglo XX. Así, la segunda planta de la muestra está protagonizada, principalmente, por una extensa selección de piezas, grupos de obras y series procedentes de la Colección Propia.

 

Sala 205
Los años 60 se cuentan entre los períodos más provocadores del siglo XX a nivel cultural, político y filosófico. El extraordinario crecimiento económico que se produce después de la Segunda Guerra Mundial y durante la Guerra Fría, en los 50, trae consigo una nueva cultura de consumo. Algunos artistas que surgen en la esfera artística de Nueva York o Los Ángeles en los primeros años 60 responden a este nuevo consumismo. A menudo se considera el Arte Pop como un fenómeno esencialmente norteamericano; sin embargo, fueron artistas y teóricos británicos los primeros en debatir y formular los principios fundamentales del Pop a finales de los 50. En el Arte Pop, lo épico es sustituido por lo cotidiano, los productos fabricados en serie se equiparan a los objetos únicos y se elimina la brecha entre el arte elevado y la cultura popular. Obras como Cápsula Flamenco (1970), de James Rosenquist; Ciento Cincuenta Marilyns Multicolores (1979), creada por Andy Warhol, o In (1962), de Roy Lichtenstein, emplean una iconografía extraída de anuncios, de vallas publicitarias, del cine y la televisión, tiras cómicas o envoltorios de productos para celebrar, y al mismo tiempo realizar un comentario crítico, acerca de su tiempo.

Sala 206
Robert Rauschenberg y Cy Twombly son dos de las figuras más destacadas e influyentes de la escena artística de la segunda mitad del siglo XX. Formados en la Black Mountain College de Carolina del Norte, hacia mediados de los 50 ya habían desarrollado su propio lenguaje visual. En contraste con los gestos heroicos característicos del Expresionismo Abstracto, los trazos caligráficos de Twombly, en ocasiones simplemente ejecutados en negro sobre superficies pintadas de blanco, se han comparado con grafitis. Este vocabulario aparentemente abstracto puede tener un contenido cultural profundo, pues Twombly suele incluir en su obra referencias directas a la literatura clásica y a la mitología. Su obra Nueve discursos sobre Cómodo (1963), la primera que realizó en varios lienzos que no se pueden disgregar, alude al desastroso gobierno del emperador Aurelio Cómodo (en el poder entre los años 177 y 192) y sugiere una poderosa y apasionante narrativa a través de imágenes abstractas. Por su parte, Rauschenberg puede considerse un precursor del Arte Pop, ya que sus piezas incluyen objetos cotidianos encontrados en la calle e imágenes extraídas de revistas y periódicos. No obstante, Rauschenberg refleja los característicos gestos de la mano del artista, un rasgo que las diferencia de la estética fría y más impersonal del Pop. En la exposición se muestra una de las piezas más icónicas y de mayor tamaño de Rauschenberg, Barcaza (1962-1963), que el artista realizó en 24 horas y es uno de los mejores ejemplos de las mejores pinturas serigrafiadas que Rauschenberg comenzó a pintar en los años 60.

Sala 207
Georg Baselitz comenzó a destacar en el panorama artístico a finales de los 60 con sus característicos cuadros de motivos dispuestos boca abajo. En ellos da la vuelta al objeto de la mirada, no al lienzo, para estudiarlo de nuevo, de tal modo que subvierte las reglas tradicionales de la composición y supera las connotaciones narrativas de sus pinturas anteriores. En los años 70 comenzó a aplicar la pintura con los dedos, y posteriormente también con los pies, una técnica que sitúa la imagen pictórica como producto de la acción del cuerpo, y no solo como creación conceptual o espiritual. La Señora Lenin y el Ruiseñor (2008) es un conjunto de dieciséis pinturas -de las que en esta exposición se muestran nueve- basado en la repetición del mismo esquema compositivo: dos hombres, con sus figuras invertidas, sentados el uno junto al otro, con sus penes expuestos y las manos descansando, de forma solemne, sobre las piernas. La composición tiene su origen en el célebre retrato de Otto Dix Los Padres del Artista II (1924). Como en otras muchas de sus obras, Baselitz se refiere aquí a pasajes concretos de la historia del arte, aunque los reinterpreta de manera personal: en este caso, reemplazando las figuras originales por las de dos dictadores, Vladímir Lenin y José Stalin. Cada lienzo de esta obra ostenta un título individual que contiene juegos de palabras y frases enigmáticas que no guardan relación alguna con los dictadores representados, sino que se inspiran, en su mayoría, en reflexiones o encuentros con artistas modernos y contemporáneos.

Sala 209
En esta sala comparten espacio obras de Joseph Beuys y Anselm Kiefer, artistas que, aún siendo de generaciones diversas, se encuentran en el uso de ciertos aspectos formales, como la escala monumental, el empleo de materiales inusuales, y una particular visión cosmogónica. Rayo iluminando un Venado (1958-1985) es una de las instalaciones más teatrales de Beuys. En ella, el artista alemán expresa su obsesión por la tierra, los animales y la muerte. Completada un año antes de su fallecimiento, esta instalación contiene algunas teorías y mitologías a las que el artista recurrió a lo largo de su carrera; sin embargo, su significado último podría enmarcarse en su definición de "escultura social", con la que anhelaba rejuvenecer o iluminar a la sociedad con la energía de su pensamiento creativo. Kiefer es uno de los grandes representantes del Neoexpresionismo Alemán, movimiento que se caracteriza por la recuperación del heroísmo subjetivo y por el empleo de texturas. Este artista convierte la historia en materia de su obra, ya sea la historia reciente de su Alemania natal o la de culturas ya desaparecidas, como puede apreciarse en Embarcación Solar (1984-1995) o en Solo con el Viento, el Tiempo y el Sonido (1997). Trabajando con grandes formatos, que funcionan casi como arquitecturas, su obra está dominada por una paleta casi monocromática y una combinación de materiales inusuales, como láminas de plomo, paja, escayola, semillas, cenizas y tierra. Lo orgánico se funde con lo inorgánico, y la monumentalidad y riqueza de texturas incrementan la solemnidad y trascendentalidad de su trabajo.

Salas 202 y 203
Estas galerías están destinadas a una gran serie pictórica del artista estadounidense Alex Katz, compuesta por once lienzos, y a una gran instalación escultórico-arquitectónica a cargo del valenciano Miquel Navarro. En la serie de Katz Sonrisas (1994), la neutralidad y frialdad del fondo contrastan con la informalidad del gesto en los retratos, aunque la expresión facial de algunas de estas mujeres evidencia una cierta tensión. La sobreexposición lumínica, un típico recurso fotográfico, acentúa la planaridad de los retratos. Pese a ser una obra figurativa, Katz no pretende captar la personalidad del modelo retratado, sino plantear una reflexión más profunda sobre la naturaleza de la representación y la percepción de las imágenes. Por su parte, Ciudad Muralla (2000-2001) constituye un ejemplo representativo de las ciudades de Navarro, que concibe como generadoras de espacios para la confrontación de ideas. Este paisaje escultórico se compone de elementos arquitectónicos que actúan como vehículos con los que el artista traduce para el espectador la experiencia del paisaje de la ciudad. Con esta obra, Navarro invita a reflexionar sobre la noción de la escala humana y sobre la dialéctica entre arquitectura y escultura.

Sala 204
Christian Boltanski empezó a ser conocido a partir de 1986 por sus instalaciones de viejas fotografías, ropa y demás artículos personales que presenta como objetos y como vestigios de las vidas de otras personas. Los espacios creados por este artista evocan pequeños teatros o iglesias y suscitan una silenciosa admiración y una aguda sensación de pérdida y ausencia. El trabajo de Boltanski permite explorar la recuperación de la memoria colectiva tras el acontecer de la tragedia a través de los recuerdos de las vidas individuales. En Humanos (1994) Boltanski utiliza las fotografías de más de mil de personas anónimas procedentes de archivos o medios de comunicación. Con ellas, el artista intenta evocar su muerte y su desaparición, al tiempo que también habla de la pérdida de su identidad.

Sala 208
Algunos artistas de los años 60 defendían que el arte podía ser producto de una idea, en lugar de una emoción, el concepto o la idea primaba sobre su realización. Para Sol LeWitt, ello implicaba la creación de un sistema lógico en forma de instrucciones escritas que moldeaban el resultado de una obra de arte antes de su ejecución. Mural N.º 831 (Formas Geométricas) (1997), expresamente concebida por LeWitt para esta sala, fue una de las primeras obras en pintura acrílica del artista. Con sus vivas y saturadas tonalidades y formas geométricas irregulares que siguen la arquitectura curvada de la galería diseñada por Frank Gehry, esta obra se fusiona con su entorno arquitectónico y lo transforma.

 

 
 

Cristina Iglesias

Sin título (Celosía II)
1997
Madera, resina y polvo de bronce
260 x 350 x 300 cm
Museo Guggenheim Bilbao

 

Primera Planta: Hacia el Siglo XXI

El recorrido concluye en la primera planta con algunas de las adquisiciones más recientes de arte contemporáneo de las Colecciones Guggenheim. Esta selección refleja la consolidación de nuevos núcleos geográficos de producción del arte actual, y representa el arte contemporáneo como una multiplicidad de sistemas que implican investigaciones encaminadas en direcciones diversas.

 

Sala 105
En esta sala se muestran adquisiciones recientes de arte contemporáneo y emergente de las Colecciones Guggenheim. La selección -con obras procedentes de países como Camboya, China, Gana y Corea, así como de Europa y Estados Unidos- refleja el interés creciente de la institución por la producción artística a escala global. Entre la variedad de temas que los autores de estas piezas exploran se hallan la identidad, el exilio, la memoria, las poéticas de la arquitectura, las dinámicas de un medioambiente construido, la violencia física y la represión. En la primera sala de la galería se presenta la obra de la artista Mona Hatoum Hogar (1999), asociada a su experiencia personal como palestina nacida en Beirut y exiliada en Londres, junto a la pieza Lo Mejor o Nada (2010), de Danh Vo, que alude al deseo de los miembros de la familia del artista de desarrollar una vida mejor como inmigrantes vietnamitas en Dinamarca. En la siguiente sala, las esculturas de Lee Bul y las pinturas de Julie Mehretu ejemplifican cómo los artistas emplean medios diferentes para abordar conceptos interconectados como la arquitectura visionaria, la construcción urbanística y los efectos que origina en los individuos un medioambiente construido. La tercera sala reúne un conjunto de obras de Ai Weiwei, Ik-Joong Kang y Sopheap Pich, quienes recurren a un uso expresivo de los materiales para hacer referencia a asuntos biográficos, históricos y políticos. Estas creaciones, al igual que la pieza de Cristina Iglesias, entablan un fértil diálogo con determinados temas contemporáneos y tradiciones culturales de distintas áreas del mundo.

Sala 103 Film & Video
El recorrido continúa en la sala Film & Video, con dos videoinstalaciones. Hasta el 2 de noviembre podrá verse la obra del artista islandés Ragnar Kjatansson Los Visitantes (2012), que consta de nueve proyecciones que documentan una acción musical en la granja Rokeby, una mansión histórica en el Estado de Nueva York que el artista visita desde el año 2007. A partir del 14 de noviembre podrá verse The Krazyhouse (Megan, Simon, Nicky, Philip, Dee), Liverpool, UK, (2009), de la artista Rineke Dijkstra, que muestra a unos jóvenes bailando al ritmo de mezclas realizadas por DJs. Estas obras evidencian cómo, durante las últimas décadas, las Colecciones Guggenheim se han centrado en el arte del presente y han prestado una atención especial al videoarte y a la videoinstalación, lo que pone de relieve el papel de estos medios en el desarrollo y conformación del arte contemporáneo actual.

Obras permanentes y de ubicación específica
La muestra se completa con las obras pertenecientes a la Colección Propia del Museo Guggenheim Bilbao situadas en diversas ubicaciones del interior y el exterior y que entablan interesantes diálogos con sus emplazamientos: las instalaciones de ubicación específica Instalación para Bilbao (1997) de Jenny Holzer en la sala 101 y La Materia del Tiempo (1994-2005) de Richard Serra en la sala 104; las volátiles Escultura de Niebla 08025 (FOG) (1998) de Fujiko Nakaya y Fuente de Fuego (1961; producida en 1997) de Yves Klein, y las esculturas Mamá (1999), de Louise Bourgeois, El Gran Árbol y el Ojo (2009) de Anish Kapoor y Tulipanes (1995-2004), de Jeff Koons, todas ellas ubicadas en el estanque o sus alrededores; Puppy (1992), de Jeff Koons, en la plaza del Museo; y Arcos Rojos (2007), de Daniel Buren, situada en el cercano Puente de La Salve.  

 

 
 

Eduardo Chillida

Lo Profundo es el Aire
1996
Alabastro
94 x 122 x 124 cm
Museo Guggenheim Bilbao

 

Actividades paralelas

 

Didaktika
Dada la magnitud de esta exposición, dos espacios didácticos, localizados en las plantas tercera y segunda, permitirán conocer la evolución de las colecciones de la Solomon R. Guggenheim Foundation y del Museo Guggenheim Bilbao, su complementariedad y las claves de su modelo museístico. En cada planta encontrará una selección de textos presentados aleatoriamente y encabezados por el epígrafe "Descubre" que revelan información sobre algunas obras y aspectos interesantes de las Colecciones Guggenheim En la tercera planta, el visitante podrá, además, recorrer una cronología con los hitos más relevantes de la historia de la Solomon R. Guggenheim Foundation y de la historia del Museo Guggenheim Bilbao; así como disfrutar de una zona de lectura con libros de referencia sobre las Colecciones Guggenheim. En la segunda planta, la Didaktika se completa con una sección audiovisual, que contiene algunas de las primeras imágenes del proyecto del Museo Guggenheim Bilbao y refleja el cambio que su construcción supuso para la ciudad. En este apartado, se han incluido también algunas breves intervenciones del equipo curatorial encargado de gestar esta exposición, que desvelan el porqué y el cómo de la misma, así como testimonios de visitantes, colaboradores, educadores, artistas, Amigos del Museo, etcétera. En definitiva, de las personas que constituyen el corpus social y una parte fundamental de este proyecto. Sus experiencias y diversos puntos de vista ofrecen una interpretación abierta y plural de la evolución del Museo Guggenheim Bilbao y de su Colección.

Concierto Ensemble Kandinsky-Switzerland
El Museo, en colaboración con la Fundación Paul Sacher de Basilea, ofrece un excepcional concierto interpretado por el Ensemble Kandinsky-Switzerland. El programa, relacionado directamente con la exposición, incluye un repertorio de piezas para clarinete, piano, viola, violín y violonchelo de compositores como Wolfgang Amadeus Mozart, Igor Stravinsky, Erik Satie, Arnold Schönberg o Morton Feldman. Se trata de un recorrido musical desde el Clasicismo hasta la contemporaneidad. Lugar y hora: Auditorio del Museo, 19:00 horas. Entradas disponibles en Taquillas y en la web: 5 € Amigos del Museo y 8 € público general. Consulte el programa en la web.

FestivalArte ¡Vive el arte de nuestro tiempo!
Sábado 8 y domingo 9 de noviembre. Se trata de un Festival artístico, multidisciplinar y creativo, celebrado con motivo del XVII Aniversario del Museo y de esta gran muestra. Incluye numerosas actividades para todos los públicos. Información y entradas: de martes a domingo, de 10:00 a 14:00 horas, en el tel. 944 359 080 o en la web del Museo.

Orientadores de salas
Los visitantes pueden dirigirse a los orientadores de salas para obtener más información de contenido artístico sobre la muestra. Esta opción permite profundizar en los contenidos artísticos y las obras concretas presentes en cada sala, así como en temas como la arquitectura del Museo, la Red Guggenheim y el proyecto del Museo Guggenheim Bilbao. Diariamente, de 11:00 a 14:00 horas. Servicio gratuito.

 

 
 

El Anatsui

Piel de la Tierra
2007
Aluminio y alambre de cobre
4,50 x 10 metros, aproximadamente
Guggenheim de Abu Dhabi

 

Del 23 de septiembre de 2014 al 25 de enero de 2015 (tercera planta) y del 23 de octubre de 2014 al 3 de mayo de 2015 (primera y segunda planta) Dirección y horario: Avenida Abandoibarra, nº 2, Bilbao; martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas; cerrado los lunes y los días 25 de diciembre de 2014 y 1 de enero de 2015. Los días 24 y 31 de diciembre de 2014 el Museo Guggenheim Bilbao cerrará sus puertas a las 17:00 horas.

 

 
 

Anselm Kiefer

Solo con el Viento, el Tiempo y el Sonido
1997
Acrílico y emulsión sobre lienzo
470 x 940 cm
Museo Guggenheim Bilbao

 

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