LE CORBUSIER. UN ATLAS DE PAISAJES MODERNOS

28/01/2014


 

 
 

Villa Savoye (1928-1931)

 

Introducción

La muestra Le Corbusier. Un Atlas de Paisajes Modernos, la más completa dedicada en nuestro país al artista en 25 años, forma parte de la programación expositiva plenamente consolidada de la Obra Social "la Caixa" en torno a la arquitectura, que, más allá de una aproximación a estilos y periodos históricos concretos, pretende ofrecer al visitante una visión global que permita entender mejor la función de la arquitectura en el mundo que nos rodea. Entre las exposiciones programadas, destacan las dedicadas a grandes figuras como Mies van der Rohe, Andrea Palladio y Richard Rogers, y proyectos muy recientes como Construir la Revolución. Arte y Arquitectura en Rusia 1915-1935 y Torres y Rascacielos. De Babel a Dubái.

Ahora, CaixaForum Barcelona presenta Le Corbusier. Un Atlas de Paisajes Modernos, una muestra organizada por el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, en colaboración con la Fondation Le Corbusier de París y producida por la Obra Social "la Caixa". Se trata de la más completa panorámica sobre el arquitecto organizada por el museo neoyorquino, donde más de 400.000 personas la visitaron entre junio y septiembre del pasado año 2013. Respaldada por este gran éxito de público, la muestra llega ahora a CaixaForum Barcelona y, posteriormente, a CaixaForum Madrid (de junio a octubre de 2014).

Comisariada por Jean-Louis Cohen, especialista en la obra de Le Corbusier, reúne 215 objetos para dar a conocer todas las dimensiones del proceso artístico de Le Corbusier (La Chaux-de-Fonds, Suiza, 1887 - Roquebrune-Cap-Martin, Francia, 1965). La muestra bucea en la colección del neoyorquino MoMA y cuenta con numerosos préstamos de la Fondation Le Corbusier de París para llevar a cabo un repaso exhaustivo por su producción artística y su trabajo como arquitecto, diseñador de interiores, artista, urbanista, escritor y fotógrafo.

 

 
 

Le Corbusier en su estudio del 24 de la Rue Nungesser-et-Coli (1960)

 

El paisaje, centro de la obra de un artista multidisciplinar

Le Corbusier, figura clave de la arquitectura del pasado siglo XX, fue un pionero en los estudios de mejora de las viviendas de las clases más bajas proponiendo nuevas formas de arquitectura eficiente en ciudades muy pobladas. También fue, a su vez, un artista multidisciplinar, con una obra que se extiende a la pintura y a la fotografía, uniendo arte y arquitectura.

De nombre real Charles-Édouard Jeanneret, Le Corbusier nació en la pequeña ciudad industrial de La Chauxde- Fonds, en el macizo suizo del Jura. A partir de 1917 estableció en París su estudio, que trabajó en casi todo el mundo, y a lo largo de las seis décadas de su carrera profesional remodeló directa o indirectamente la fisonomía de distintas ciudades, desde América del Sur hasta la India. Se hizo famoso por su interpretación poética y a menudo provocadora de las tecnologías y valores de la nueva era de las máquinas, trabajó en unos 400 proyectos arquitectónicos y construyó 75 edificios en una docena de países. Publicó asimismo casi 40 libros y escribió cientos de textos, algunos de ellos entre los más influyentes de la cultura moderna.

Su concepción de la arquitectura estaba profundamente arraigada en la naturaleza y el paisaje, desde la vista cuidadosamente enmarcada desde un interior de planta libre hasta el panorama natural en su sentido más amplio, pasando por el diálogo entre las ciudades en crecimiento y su territorio geográfico. Como artista que era, dibujaba y pintaba casi a diario, y captaba en su obra las conexiones espaciales entre naturaleza y edificaciones en las montañas de Suiza, en la costa mediterránea, en Italia, en el sur de Francia y en las grandes planicies del norte de la India. Para Le Corbusier, la metrópoli emergente era también un paisaje, donde un interior doméstico recién reconfigurado podía entablar relación con una órbita más amplia de fuerzas naturales y humanas. Lejos de una arquitectura universal, o internacional, distanciada del lugar, la obra de Le Corbusier estaba arraigada en el entorno, por mucho que pretendiera transformarlo para las nuevas formas de vida en un mundo de cambios tecnológicos.

Los visitantes de Le Corbusier. Un Atlas de Paisajes Modernos podrán contemplar desde el trabajo realizado en los primeros años del artista en las montañas del Jura (Suiza), hasta el del final de sus días en la Costa Azul, pasando por Estambul, Atenas, Roma, París, Ginebra, Moscú, Barcelona, Nueva York y la India. Todos estos proyectos revelan las formas en las que el arquitecto observó e imaginó paisajes a lo largo de su carrera, utilizando todos los medios y técnicas artísticas a su disposición. La muestra se centra en cuatro tipos de paisajes: el paisaje de objetos encontrados, el paisaje doméstico, el paisaje arquitectónico de la ciudad moderna y los paisajes que soñó para los grandes territorios que planeó.

La muestra Le Corbusier. Un Atlas de Paisajes Modernos está dividida en cinco ámbitos, en los que el público encontrará numerosas maquetas, así como pinturas, planos, fotografías y documentos. Asimismo, se han podido reconstruir cuatro interiores creados por Le Corbusier que se muestran en la exposición con su mobiliario original: la Maison Blanche; un pabellón para la Villa Church, en Villed'Avray; la unité d'habitation de Marsella, y la cabaña de Roquebrune-Cap-Martin donde Le Corbusier pasó los últimos días de su vida. 

 

 
 

Villa Savoye. Vista del patio (2012)

 

Las fotografías panorámicas de Richard Pare

Para dar vida al tema del paisaje, el fotógrafo británico Richard Pare se propuso en los años 2011 y 2012 reexaminar la obra construida por Le Corbusier tal y como puede experimentarse hoy.

Desde las primeras casas de La Chaux-de-Fonds, en Suiza, hasta el complejo del Capitolio de Chandigarh, en la India, Pare ofrece una nueva visión de los principales edificios de Le Corbusier. No tan solo se hace visible su encaje en el entorno, sino que también se muestran las vistas del paisaje que enmarca el edificio.

Las fotografías de Richard Pare presentan una lectura poética donde la interacción de luz y textura revela los efectos del tiempo en edificios que llevan más de medio siglo en uso, haciendo que la arquitectura sea más elocuente en algunos casos y más misteriosa en otros.

 

 
 

Plan Macià (1933)

 

El proyecto "Una casa, un árbol" para Barcelona

En el marco del Plan Macià para Barcelona, Le Corbusier estudió en el año 1933 el proyecto de un barrio modular con el lema "Una casa, un árbol", y a lo largo de esa década trabajó especialmente en la definición de sus viviendas provisionales.

Implantados en unas amplias manzanas de 400 por 400 metros que agrupan seis sectores cada una, estos conjuntos de viviendas están inspirados en parte en el modelo Citröhan creado por Le Corbusier en 1920, por ejemplo en lo relativo al espacio de doble altura del salón. Presentan tres niveles y únicamente reciben la luz del día por una de las fachadas, en la que se instalan los brise-soleil (parasoles).

Se trata de la primera formulación de esta propuesta, uno de los grandes éxitos de la obra de Le Corbusier y de la de sus jóvenes seguidores brasileños. En cambio, en este caso no se utiliza el sistema de los pilotis, casi omnipresente en los proyectos del arquitecto. El tejido urbano resultante contrasta fuertemente con la trama de edificios de forma "dentada" de gran parte del Plan Macià, y está basado en una relación íntima entre los bloques de viviendas, las avenidas arboladas y las plazoletas que constituyen las manzanas.

Al final del estudio, que básicamente se llevó a cabo en París, Josep Lluís Sert realizó una estimación del coste de las obras antes de que se abandonara el proyecto.

 

 
 

Naturaleza Muerta (1920)

 

Del macizo del Jura al ancho mundo, 1887-1917

Le Corbusier, de nombre real Charles-Édouard Jeanneret, nació el 6 de octubre de 1887 en La Chaux-de-Fonds, en la Suiza francófona. La ciudad era el centro mundial de la producción relojera, y la idea de sus padres era que se dedicara a grabar cajas de relojes. El joven aprendió a dibujar y exploró los paisajes del macizo del Jura antes de concentrarse en la arquitectura. A los 20 años de edad construyó su primera casa, Villa Fallet, en las colinas que dominaban el centro de la población.

Durante los cinco años siguientes, sus horizontes se ampliaron hasta los confines de Europa, animado siempre por el diálogo entre tradición y modernidad. En 1907, realizó un viaje de formación a Italia antes de dirigirse a Viena. Trabajó en París en el estudio de arquitectura de Auguste Perret, pionero en el empleo del hormigón armado; posteriormente estudió urbanismo en Alemania, y en Berlín trabajó en el estudio del arquitecto Peter Behrens. En 1911 realizó su particular "viaje a Oriente", por los Balcanes y Estambul hasta Grecia. A su regreso dio clases de arquitectura y de interiorismo y levantó varias casas, inspirándose en los paisajes y en las prácticas modernas que había observado en las ciudades de Viena, París y Berlín.

 

 
 

Plan Voisin para París (1925)

 

La conquista de París, 1917-1929

En 1917, Jeanneret se estableció definitivamente en París, donde conoció al artista Amédée Ozenfant (1886-1966), que le animó a pintar y con el que, en el año 1918, publicó Después del Cubismo, un manifiesto fundacional del purismo que rechazaba las complejas abstracciones del cubismo en favor del estudio de las formas geométricas puras de los objetos cotidianos.

En el año 1920, ambos amigos, junto con el poeta Paul Dermée (1886-1951), fundaron la revista de arte y cultura de vanguardia L'Esprit Nouveau. Jeanneret adoptó el seudónimo Le Corbusier para firmar sus provocadores artículos, en los que se yuxtaponían sus dibujos de paisajes y monumentos con fotografías de máquinas modernas y estructuras de ingeniería, así como estudios de sistemas de proporciones subyacentes. Más adelante reuniría esos textos en el libro Hacia una Arquitectura (1923), el primero entre muchos manifiestos arquitectónicos. Mientras tanto, siguió pintando y creando paisajes de objetos en el lienzo.

En 1922 fundó un estudio de arquitectura con su primo Pierre Jeanneret (1896-1967), y a lo largo de esa década desarrolló proyectos teóricos y construyó casas de campo para la élite parisina, experimentando con nuevos efectos arquitectónicos y las relaciones entre interior y exterior que permitía establecer el hormigón armado.

 

 
 

Maqueta del Palacio de los Sóviets, Moscú (1931-1932)

 

Una respuesta al paisaje, de África al continente americano, 1929-1940

La repercusión internacional de los libros de Le Corbusier le propició invitaciones a viajes y, en consecuencia, encuentros con nuevos paisajes. Su primer gran logro fuera de Suiza y Francia se produjo en 1928 con el encargo de construir la sede de la Unión Central de Cooperativas de Consumidores, o Centrosoyuz, en Moscú. El arquitecto soñaba con trabajar a gran escala e intervenir en el urbanismo, por lo que en 1932 sufrió al ser derrotado en el concurso del Palacio de los Sóviets, también en Moscú, tras lo cual trasladó sus esperanzas de encargos a la Italia fascista, donde, sin embargo, tampoco tendría éxito.

En el año 1929 ideó proyectos para Río de Janeiro, São Paulo y Montevideo, inspirándose en impresiones obtenidas al sobrevolar esas ciudades, pero ni siquiera la entusiasta bienvenida que le ofrecieron las élites locales pudo lograr que se llevaran a cabo. Del mismo modo, defendió incansablemente, aunque en vano, la realización de sus iconoclastas planes para la transformación de Argel.

Pronunciar conferencias era uno de los principales métodos de Le Corbusier para convencer al público de la validez de sus planteamientos. En sus charlas en América del Norte y del Sur recurrió a la técnica de dibujar en largos rollos de papel mientras hablaba. En este ámbito se muestran algunos ejemplos de ello. 

 

 
 

Complejo del Capitolio, Chandigarh (1951-1965)

 

Chandigarh: un nuevo paisaje urbano para la India, 1945-1965

Tras la Segunda Guerra Mundial, Le Corbusier afrontó nuevas frustraciones, en especial cuando Wallace K. Harrison se encargó de la finalización de la sede de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York.

Sin embargo, en 1950 le llegó por fin la oportunidad de concebir una ciudad entera cuando le propusieron la construcción de Chandigarh, la nueva capital del estado del Panyab, en el norte de la India. Resultó una de las obras más monumentales de la nueva poética del hormigón visto y la oportunidad de trabajar en un amplio territorio, poniendo en práctica esquemas visuales con los que se había topado por vez primera en sus estudios de la antigua Roma, tres décadas antes. Durante sus dos viajes anuales entre Europa y la India contempló "a vista de avión" los distintos paisajes y dejó constancia de ello en sus cuadernos de dibujo.

Las esculturas que creó en aquella época reflejaban su arquitectura, desde las obras en madera hasta el trabajo de fundición en arena realizado en Long Island. También siguió escribiendo y publicando numerosos libros.

En el año 1947 presentó el Modulor, su sistema de proporciones armónicas, y, en nombre de la "síntesis de las artes" (que aunaba arquitectura, pintura y escultura), se esforzó por ser la figura central de una arquitectura moderna que por entonces gozaba de una aceptación prácticamente universal.

 

 
 

Maqueta de la cubierta de la Asamblea, Chandigarh (1961-1964)

 

Hacia el mediterráneo o el eterno retorno, 1950-1965

En los últimos quince años de su vida, Le Corbusier alcanzó muchos objetivos que perseguía desde hacía décadas. Construyó cuatro unités d'habitation en Francia y una en Berlín, así como un edificio en la Universidad de Harvard, pero no logró llevar a la práctica sus ambiciosos planes para París. Pasaba más tiempo en el estudio de pintura que en el de arquitectura y daba gran libertad a sus jóvenes ayudantes.

Regresó a los temas de sus cuadros puristas y releyó Don Quijote, La Ilíada y Así habló Zaratustra para dar con nuevos mitos y refugiarse en la nostalgia. Los paisajes siguieron siendo clave en su producción, ya fuera en el este de Francia, con la capilla de Notre-Dame-du-Haut, o cerca de Lyon, con el convento de Sainte-Marie de La Tourette. El proyecto de un hospital en Venecia plasmó sus reflexiones de los años 30.

A pesar del reconocimiento mundial, Le Corbusier se volvió más melancólico e introspectivo. Durante su último verano preparó la publicación de un libro que había escrito en el año 1911: El Viaje a Oriente. Su espartana cabaña junto al Mediterráneo, un mar que le había cautivado desde joven, se convirtió en su retiro. Murió en una playa cercana a su refugio en el verano del año 1965.

 

 
 

Vista de la exposición

 

Actividades paralelas

El miércoles 29 de enero, a las 19:00 horas, tendrá lugar una conferencia a cargo de Jean-Louis Cohen, comisario de la exposición. Dos ciclos de conferencias -Le Corbusier: Aproximaciones a una Obra Transformadora (del 12 de febrero al 26 de marzo, comenzando cada conferencia a las 19:30 horas) y Mañanas de Arte - Construir, Habitar, Conmover: Sobre la Arquitectura y el Pensamiento de Le Corbusier (del 13 de febrero al 6 de marzo, comenzando cada conferencia a las 11:30 horas) tendrán lugar en el Auditorio de CaixaForum Barcelona (precio por conferencia: 4 €, con el 50 % de descuento para los clientes "la Caixa").

A partir del 4 de febrero, a partir de las 16:30 horas, el "Café tertulia con las artes" ofrece la oportunidad de disfrutar de las exposiciones de una forma distinta. Se trata de una actividad de dos horas en una visita tranquila que permite profundizar en lo que interesa más a cada grupo. Finalizada la visita, se comparten impresiones en una tertulia informal acompañada de un café. Esta actividad tiene plazas limitadas y está dirigida a personas mayores de 60 años. Inscripción previa en el teléfono 934 768 630. Precio por persona: 4 €, con el 50 % de descuento para los clientes "la Caixa".

El programa "Arte en familia" contempla visitas en familia a la exposición (+7), que presentan un itinerario por la exposición, con actividades y propuestas participativas (precio por persona: 2 €, con el 50 % de descuento para clientes "la Caixa"), y un espacio educativo (+5) en la exposición, dedicado a las familias, que propone actividades en torno a las distintas ideas extraídas de la muestra.

Por último, habrá visitas dinamizadas para grupos escolares (programa "eduCaixa") y visitas comentadas a la exposición para público general, para grupos, para grupos de personas con dificultades visuales (mínimo, 10 personas), y en lengua de signos (LS) y adaptadas a la comunicación oral (mínimo, 10 personas). Se necesita inscripción previa en el teléfono 934 768 630, salvo en el caso de visitas en lengua de signos y adaptadas a la comunicación oral, que deberá hacerse a través del fax 934 768 635.

 

 
 

Maqueta del Carpenter Center for the Visual Arts, Cambridge (1959-1962)

 

Del 29 de enero al 11 de mayo de 2014 en CaixaForum Barcelona (Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8)
Horario: lunes a domingo y también los días festivos, de 10:00 a 20:00 horas.

 

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