AVE VERUM CORPUS

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

Con motivo de su 50º aniversario, la Diócesis onubense organizó desde el 7 de octubre de 2004 hasta el 7 de enero de 2005 la exposición eucarística Ave Verum Corpus, dedicada a exaltar la figura de Cristo y su papel en los ritos sacramentales. En la muestra, celebrada en el Museo de Huelva, se expusieron varias de las mejores obras del patrimonio sacro de la provincia, tanto de escultura como de pintura y orfebrería.

 

 

Pedro Roldán

De su taller se mostraron dos interesantes representaciones de "Cristo Atado a la Columna", procedentes de Hinojos y Trigueros. El primero (153 cm) es un magnífico simulacro que perteneció a la sevillana cofradía de las Cigarreras y se relaciona con su homónimo de La Orotava (vinculado al quehacer del llamado Maestro del Silencio del Obrador; identificado, según teorías, con Alejandro de Martagón, José de Cárdenas y José Felipe Duque Cornejo). Respecto a la talla de Trigueros (120 cm), se trata de una imagen de tamaño ligeramente inferior al natural que presenta notables puntos de conexión con el Nazareno de las Penas de la cofradía sevillana de San Vicente, vinculado desde un principio al taller. También de la órbita roldanesca se expuso el bello "Cristo Yacente" que se conserva en la Parroquia de San Juan del Puerto (165 cm), obra de gran fineza y fechable a principios del siglo XVIII que causó gran admiración entre los visitantes de la muestra.

Juan Martínez Montañés

Se expusieron los fragmentos que se conservan del destrozado relieve de la "Purificación de Jesús en el Templo", estando las figuras del Niño y, sobre todo, la Virgen entre las obras mayores del alcalaíno. Dicho relieve formó parte de un retablo perteneciente al desaparecido Convento de San Francisco, de la capital onubense, siendo contratado en 1606 por el capitán Andrés de Vega y Garrocho con Martínez Montañés (autor del relieve y las trazas del retablo), el pintor Francisco Pacheco (autor de la policromía del relieve y de los cuatro lienzos que exornaban el retablo) y el ensamblador onubense Pablo de Castillejo (autor de la talla del retablo) (1). Como hemos apuntado, fue semidestruido en 1936. Con motivo de la demolición del primitivo convento en 1963, fueron trasladados los fragmentos que se salvaron (El Niño y la mesa de la circuncisión, la parte delantera de la Virgen, la cabeza de San José, parte del cuerpo del anciano Simeón y casi toda la figura de la profetisa Ana) al Monasterio de Santa Clara de Moguer, donde fueron restaurados por Francisco Arquillo en 1979, adosándolos a una reconstrucción esquemática del resto de la pieza. Recientemente, la investigadora Rosario Cruz García ha localizado uno de los lienzos de Pacheco que lo acompañaban (El Taller de Nazaret) en una colección particular francesa (2). Mide 175 x 155 cm.

Roque Balduque

De un avezado miembro de su escuela es el "Cristo de la Sangre", de Beas, aunque no falta quien lo relaciona directamente con las gubias del maestro. Presenta semejanzas con otros Crucificados de Balduque, como el Cristo de la Vera Cruz de Salteras (Sevilla) o el de la Sangre de Palos de la Frontera (Huelva), considerados también del círculo; los documentados de la Concatedral de Cáceres y de Medina Sidonia (Cádiz), y, sobre todo, el Cristo del Buen Fin y el Cristo de la Vera Cruz, ambos del municipio sevillano de Alcalá del Río, obras que debieron labrarse entre 1557 y 1561 (3). Mide 125 cm de altura.

Miguel Adán

La "Virgen del Rosario", de Villanueva de los Castillejos, municipio onubense donde también se conserva el Cristo de la Vera Cruz, obra igualmente del maestro y examinador de Juan Martínez Montañés. Fue lamentablemente repolicromada tras sufrir daños en los disturbios de 1936 (4), aun así conserva la noble prestancia propia de las creaciones marianas del bajo renacimiento en Sevilla. Mide 128 cm de altura.

 

 

Alonso Cano

De su círculo se mostró un interesante "Niño Jesús" procedente de Villarrasa. Presenta el estilo habitual del maestro en el modelado de las carnes y la forma de disponer el cabello, aunque lo que realmente llama la atención sea que el inspirado discípulo y/o seguidor no haya plasmado sólo grafismos propios de Cano, sino que haya también recogido lo mejor de su arte en la manera de conjugar el hieratismo del semblante con una gran hondura expresiva, lo que hace que el rostro, al igual que sucede con obras de Cano como la Virgen de Belén, la Inmaculada o Adán y Eva, resulte tan ensoñador como enigmático. Mide 38 cm de altura.

Lorenzo Ramírez

Artista malagueño, muy poco conocido, del que se expuso un "Niño Pasionario", procedente de La Palma del Condado y fechado en el año 1745. Muestra la mirada desconsolada hacia el cielo, portando la corona de espinas en la mano derecha y la cruz del martirio en la izquierda. Aparece vestido con túnica bordada y orlado con potencias de flor de lis. Mide 60 cm de altura.

Juan Bautista Vázquez El Viejo

La "Virgen de la Tórtola" de Cumbres Mayores, obra del círculo fechable entre 1565 y 1580. Se trata de una imagen de gran empaque y solemnidad, dentro del aristocrático estilo del autor de la sevillana Virgen de las Fiebres. Ha sido recientemente restaurada por Jesús Mendoza Ponce, recuperando así todo el esplendor de su estampa primitiva. Mide 125 cm de altura.

Sebastián Santos Rojas

El "Sagrado Corazón de Jesús" del colegio que lleva su nombre en la capital onubense, siendo una de las primeras obras (1930) del prestigioso imaginero onubense y una de sus mejores tallas cristíferas. Actualmente, se conserva en el Seminario Diocesano de la ciudad. La imagen, concebida con gran unción sagrada, presenta un ensoñado semblante, de fuerte sabor montañesino, los cabellos dorados y una encarnadura sonrosada y rica en matices pictóricos, marca del autor. Mide 145 cm de altura.

Obras Anónimas de Imaginería

Busto del "Ecce Homo" (60 cm), de autor granadino del XVIII; el "Cristo de la Humildad y Paciencia" de Galaroza (1 m), tallado hacia el año 1700 y de iconografía similar al Jesús de las Penas de la sevillana cofradía de la Estrella; "Cristo Resucitado" manierista de Trigueros (Hacia 1580); "Tabernáculo" de Santa Olalla de Cala, realizado entre 1598 y 1600 por el tallista Bartolomé Muñoz y el policromador Diego de Campos; "Niño Dormido" sobre la cruz y la calavera, de Manzanilla (28 x 76 x 27 cm), fechable entre 1630 y 1635; "San José" del último cuarto del XVIII, procedente de Galaroza (125 cm), y el "Niño Pasionario" venerado como "Niño de las Lágrimas" en Moguer (64 cm), obra de la escuela granadina del XVIII cercana al quehacer de José Risueño, de ojos vítreos y dramático semblante que ha sido restaurado especialmente para la ocasión.

 

 

Obras Pictóricas

A destacar el temple Llanto sobre Cristo muerto, del flamenco Jan Sanders van Hemessen, obra realizada en torno a 1540 que se conserva en la Parroquia del Salvador, de Ayamonte; del mismo autor y destino es la obra Flagelación de Cristo; también flamenca es la procedencia del Ecce Homo que se conserva en el Asilo de los Desamparados, de Aracena (hacia 1600); por último, de Alejo Fernández es la magnífica tabla La incredulidad de Santo Tomás que se conserva en la Parroquia de Santiago, de Hinojos, y se fecha en torno a 1530.

Obras de Orfebrería

Por encima de todas, destaca el Frontal de altar que pertenece a la Ermita de la Virgen de los Remedios, de Villarrasa, siendo obra anónima mexicana (1675), repujada en plata de ley, dorada y en su color, y donada por el indiano Pedro Ximénez; la soberbia Custodia procesional de Paterna del Campo, labrada en plata de ley por manos anónimas (Hacia 1650); un Copón de estilo gótico proveniente de Almonte, documentado en torno a los años 1485-1495; Cruz Parroquial de Hinojales (1548), del Círculo de Juan Ruiz, y el espléndido Tabernáculo (1744), procedente de Puebla de los Ángeles, que se conserva en la Parroquia de San Pedro, de Huelva.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) HERNÁNDEZ DÍAZ, José. Documentos para la Historia del Arte en Andalucía, volumen I, Sevilla, 1927, pp. 148-52.

(2) CRUZ GARCÍA, Rosario. El Convento de San Francisco de Huelva, Huelva, 1998, p. 69.

(3) RODA PEÑA, José. "El Crucificado en la Escultura Procesional Sevillana", publicado en Crucificados de Sevilla, volumen I, Sevilla, Editorial Tartessos, 2002, p. 71.

(4) GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel y Manuel Jesús CARRASCO TERRIZA. Escultura Mariana Onubense, Huelva, 1981, pp. 507-508.

 

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