ANDALUCÍA BARROCA 2007 (XV)
ANTIGÜEDAD Y EXCELENCIAS (Y II)

Con información de Antonio Calvo Castellón,
Juan José Justicia Segovia y Jesús Abades


 

  
  

Sagrada Familia

Una de las mejores obras de Alonso Cano, conservada en el Convento del Ángel Custodio. El conjunto de San José con el Niño, dotado de un protagonismo no habitual en esta iconografía, guarda una disposición similar a la talla del Patriarca realizada por el maestro granadino para el mismo cenobio en colaboración con Pedro de Mena.

Los Desposorios de la Virgen

Conservado en el convento granadino de San Antón, se trata de uno de los lienzos más importantes del granadino Juan de Sevilla Romero (1643-1695), cuya obra muestra influencias de los artistas de Flandes -especialmente de Rubens y Van Dyck-, el realismo hispalense y, sobre todo, la paleta de Alonso Cano, del que fue discípulo. 

 
  

 
 

Inmaculada Concepción

Formó parte del retablo de la capilla de la antigua Universidad Literaria (hoy Paraninfo de la Facultad de Derecho) y tras la exclaustración de los jesuitas, pasó al Patrimonio de la Universidad de Granada y permanece expuesta en el Salón de Rectores. Aunque la autoría del cuadro fue atribuida en principio a Alonso Cano, más tarde se designó como su autor a su discípulo Juan de Sevilla. A finales de 2006 se volvió a reivindicar su paternidad canesca, ya que una radiografía reveló huellas de dedos en una de las mejillas de la Virgen, marca del artista granadino.

Alegoría de la Redención

Junto con Juan de Sevilla, el granadino Pedro Atanasio Bocanegra (1638-1689) está considerado como heredero directo del arte de Cano y su discípulo más privilegiado, además de ejercer de colaborador del maestro en varias obras de su última etapa. Discípulo también de Miguel Jerónimo de Cieza, el arte de Bocanegra sería más fiel al estilo de Cano que el de Juan de Sevilla, y tomaría gran impulso a partir de 1668 con obras como la presente, muy arriesgada debido a la representación humana del Espíritu Santo, considerada herética por aquellos tiempos.

 
 

 
 

La Coronación de la Virgen

En el caso del pintor y escultor José Risueño de Alconchel (1665-1732), hablamos de un seguidor de Cano que no conoció personalmente al maestro. Si el arte escultórico de Risueño asimiló los dictados de Cano, Pedro de Mena y, sobre todo, Diego y José de Mora, adaptándolos sabiamente a sus maneras personales, en sus pinturas ls inspiración fue totalmente canesca, especialmente en lo que se refiere a la correción técnica y al cromatismo, aunque éste último llegó a hacerse más encendido por el influjo de la pintura flamenca. El gran lienzo de La Coronación de la Virgen, de la Abadía del Sacromonte, es una compleja síntesis de los valores entresacados de la paleta de Cano.

 
 

 
 

San Francisco de Asís

La obra de Pedro de Mena que se conserva en el Museo de Antequera (Málaga), análoga a la de la Catedral de Toledo, no es una representación viviente del santo, sino de su cuerpo incorrupto tal y como fue descubierto en el sepulcro tiempo después de su muerte. La mirada, lógicamente sin visión, aparece elevada hacia el cielo. La imagen es de talla completa, presentando el hábito de su orden severamente esculpido y policromado en la madera, con las manos ocultas bajo las mangas y la cabeza cubierta con una capucha. La mística composición se inspira en varios modelos de su maestro Alonso Cano que el propio Mena se encargó de llevar a la madera.

Ángel Custodio

Única escultura de Alonso Cano labrada en mármol, fue realizada para un nicho de la portada del primitivo convento granadino del mismo nombre, diseñado también por el racionero. Tras colocarse en el claustro del cenobio levantado tras la destrucción del anterior, actualmente se halla en el Museo Provincial de Granada. Pese a considerarse una obra menor de Cano, se trata de una interesante estatua, de amanerado contrapposto y encantador detalle en el niño desnudo que abraza la pierna del ángel en busca de su amparo. De tamaño algo inferior del natural (130 cm), antiguamente le adosaban al dorso unas alas de madera policromada, de factura posterior.

 
 

 
 

San Nicolás de Bari

Calificado como el último gran pintor del barroco granadino, Domingo Chavarito (1662-1751), apodo de Domingo Echevarría, mostró un arte muy ecléctico, con influencias tan diversas como la pintura romana, Rubens o el propio Cano a través de su maestro José Risueño. En la imagen vemos un detalle del San Nicolás de Bari, conservado en la Universidad de Granada junto a un lienzo parejo de San Ildefonso que también le pertenece y figura en la exposición.

Virgen del Lucero

El tema de la Virgen con el Niño es uno de los habituales en la pintura de Alonso Cano. De origen madrileño, la iconografía tiene su mejor ejemplo dentro de la obra del granadino en el lienzo Virgen con el Niño en un Paisaje, hoy en día en el Museo del Prado. El cuadro de la muestra, pintado en Madrid pero conservado actualmente en el Museo de Bellas Artes de Granada, es una versión del anterior, inspirado en una estampa de Durero.

 

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