Averly es un conjunto industrial de carácter histórico situado en el corazón de Zaragoza, en la zona antiguamente denominada Campo del Sepulcro. Se trata de una fundición fundada a mediados del siglo XIX en Zaragoza por el ingeniero francés Antonio Averly, que se convirtió con el paso del tiempo en una de las principales empresas del sector metalúrgico-mecánico en el valle del Ebro.

A lo largo de su dilatada historia, hasta cerrar sus puertas en 2011, Averly se distinguió por su estratégico papel en la industrialización, la innovación tecnológica, la excelencia de la fundición artística y, también, por el cuidado familiar hacia el patrimonio generado. Esta última circunstancia ha permitido que, de manera excepcional, hayan llegado hasta el presente unos conjuntos de materiales de todo tipo (mueble, documental, maquinaria, arquitectónico) que resultan imprescindibles para la historia de la industrialización aragonesa.

Averly es, lo confirman todos los expertos, el bien industrial histórico más importante de Aragón y, en su sector, uno de los principales de España y de Europa, con una relevancia de orden mundial. Sirvan para corroborarlo algunas de las opiniones más autorizadas en la materia. Tal es la importancia de Averly, que la organización World Monuments Fund, con sede en Nueva York, una de las más prestigiosas instituciones independientes para la preservación del patrimonio mundial, ha incluido al conjunto íntegro de la Fundición Averly en la lista Watch, que recoge los 50 bienes amenazados más importantes del mundo.

Y es que en este momento Averly está en peligro y puede desaparecer. Una constructora ha comprado los terrenos y planea levantar en ellos 200 pisos, con lo que un lugar absolutamente único, una joya del patrimonio zaragozano, está en riesgo. Sólo se salvaría la casa de la familia y la puerta que da hacia el paseo María Agustín, que es la parte catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), pero las naves de la fábrica, en las que se ha detenido el tiempo, desaparecerían para siempre.

La plataforma Salvemos Averly está absolutamente en contra de que esto ocurra. Pueden comprender que la familia necesite vender, también entender que la situación sea la que es, con los presupuestos de las administraciones públicas bajo mínimos, pero lo que de ninguna manera podrían entender es que el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón asistan de brazos cruzados a lo que, sin ninguna duda, sería la pérdida más importante en el patrimonio de Zaragoza desde hace décadas (probablemente desde que se hundió la capilla de la antigua Universidad de la plaza de la Magdalena). Por eso creen que es necesario que los ciudadanos presionen a las instituciones para entre todos salvar Averly.

Averly ha estado en funcionamiento hasta hace escaso tiempo y asociaciones como Apudepa llevan años luchando por su conservación y pidiendo la catalogación integral de la villa-factoría del siglo XIX. La misma, gracias a sus propietarios, ha conservado todo, incluidas piezas absolutamente excepcionales, de forma prácticamente intacta. Su visita es todo un viaje en el tiempo a los comienzos de la revolución industrial.

El equipo político de Zaragoza en Común, a través de la figura de Pablo Muñoz, concejal de cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, ha presentado la decisión final para salvar el 100% de Averly:

1. Como alegó APUDEPA, catalogar el 100% del edificio.

2. Convertir la antigua factoría en un equipamiento público, mediante la modificación del Plan General de Ordenamiento Urbano. Habría 10.000 m2 de equipamiento y zonas verdes que servirían para dotar de mejores equipamientos a los distritos de Centro y Delicias.

3. Trasladar la construcción de viviendas, de común acuerdo entre los grupos que acepten proteger y convertir Averly en un espacio público. Esta propuesta se ajusta a lo que Zaragoza en Común propuso desde el primer día: proteger la totalidad de Averly, a coste 0 para el Ayuntamiento y respetando los derechos de la propiedad.

Se acaba el tiempo para salvar la última gran joya del patrimonio industrial de la ciudad, el próximo 22 de junio los grupos tienen que tomar una decisión política para decidir si están a favor de Averly y el patrimonio. Contando ya con el apoyo de Zaragoza en Común, del voto de PSOE, fundamentalmente, PP y Ciudadanos, este próximo día 22, depende la conservación de esta maravilla de nuestro patrimonio.

Además de Apudepa, la plataforma Salvemos Averly y la World Monuments Fund, la Universidad de Zaragoza (UNIZAR), TICCIH, el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), la Real Academia de Ingeniería, la Plataforma Salvemos Averly y un sinfín de organizaciones culturales y vecinales llevan años pidiendo que Averly sea un referente cultural y social para Zaragoza. La fábrica se encuentra en una zona llena de solares residenciales vacíos que requiere espacios públicos, culturales y de relación, y no más viviendas de lujo. Ahora, antes de que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón se pronuncie sobre su catalogación, la piqueta quiere privarle a Aragón su más importante monumento industrial.

Además de una recogida de firmas (ver enlace), Apudepa, junto con la Plataforma Salvemos Averly, convocan a la ciudadanía a asistir a la concentración que tendrá lugar mañana martes 21 de junio en la plaza España de Zaragoza, a las 19:00 horas. La concentración tiene como motivo expresar el rechazo de la sociedad zaragozana al derribo de Averly y la voluntad general de protección integral de la histórica villa-factoría.

La anterior concentración se enmarca en una campaña de actividades organizadas para evitar que el miércoles 22 el Ayuntamiento de Zaragoza apruebe la licencia de destrucción del complejo. Tras la concentración, además, tendrá lugar una vigilia nocturna en Averly.