A partir de hoy domingo, 30 de noviembre, las puertas quedarán expuestas en el Museo de la Catedral de Burgos. Desde hoy y hasta el 5 de diciembre, y desde el 9 hasta el 19 de diciembre, se ofrecerá una visita gratuita para ver las puertas y que los burgaleses y todos los visitantes del templo puedan conocer y apreciar la belleza de esta obra de arte. Después de esos días, las puertas quedarán integradas en la visita turística a la Catedral.

En la presentación, que tuvo lugar ayer en la capilla del Condestable, el artista manchego ha defendido la coherencia figurativa del conjunto, realizado por él y su equipo, en contraste con las tendencias abstractas actuales. Ha explicado que, inicialmente, las tres puertas iban a representar exclusivamente un jardín sagrado, pero el proceso llevó a incorporar figuras vinculadas a la fe católica. A pesar de la magnitud del proyecto, López ha confesado que, al principio, el encargo le produjo cierta pereza, por la distancia entre su trabajo habitual, centrado en lo cotidiano, y los temas religiosos. Sin embargo, ha destacado el componente espiritual y la tradición histórica de estas obras: "Todo lo que admiramos en los grandes museos tiene que ver con lo religioso". Medirse con esa herencia, ha afirmado, ha sido una experiencia hermosa y una nueva etapa dentro de su trayectoria. El artista ha reconocido, además, que continúa trabajando cada día: por las mañanas retrata a una nieta suya, y por las tardes, un Cristo crucificado. López ha insistido en que lo sagrado también aparece en lo cotidiano, y que la combinación entre lo doméstico y lo sobrenatural es uno de los ejes que articulan estas nuevas puertas que, aunque pesan ocho toneladas, aspiran a integrarse con naturalidad en la historia viva de la Catedral.

El proyecto iconográfico encierra un profundo y cuidado discurso teológico en el que se plasma, con el estilo característico de Antonio López, en la puerta principal la imagen de Dios Padre que es amor y misericordia; en la puerta lateral izquierda, el misterio de la Anunciación en que el Espíritu Santo cubre con su sombra a la Virgen María, y en la puerta lateral derecha una escena de la infancia de Jesús cuya pureza e inocencia renueva el universo.

El origen del proyecto se encuentra en la propuesta cultural y evangelizadora que el Cabildo de la Catedral ideó para celebrar el VIII Centenario del templo gótico. Una propuesta que permite que el inmueble continúe enriqueciéndose con nuevas aportaciones artísticas, tal como ha ocurrido en el transcurso de los siglos. El monumento conmemorativo que atestigüará en el futuro esta efeméride son estas nuevas puertas labradas en bronce que, según el Cabildo, permiten recuperar el sentido teológico de la primitiva y seguramente exuberante fachada gótica, mutilada en 1790 para dotar al edificio de un nuevo estilo neoclásico, característico de aquella época. En mayo de 2019, el Cabildo se puso en contacto con Antonio López. Se propone construir unas puertas en bronce realizadas en estilo contemporáneo que se integren armónicamente en la lectura de la fachada de la Catedral con las características propias de las obras del autor, sin impedir que, si fuera necesario, pudieran ser restituidas las puertas originales sin causar perjuicios a las estructuras adyacentes.

Desde un principio, esta actuación ha cosechado numerosas críticas con manifiestos firmados por historiadores del arte, arquitectos y otros profesionales, además de ciudadanos a título individual, una recogida de firmas, y textos contrarios de instituciones artísticas e históricas, caso de Icomos, organismo asesor de la Unesco.

Una de las voces más críticas fue la del pintor burgalés Juan Vallejo de Lope, fallecido en 2023. Dos años antes, entregó en el Arzobispado de Burgos las más de 55.000 firmas (finalmente se llegó a las 78.000) que recogió a través de una petición que realizó a través de la plataforma Change.org contra su instalación. En un artículo de opinión que publicamos en marzo de 2021, poco después de dicha entrega de firmas, Vallejo consideraba que esas puertas, aunque eran elementos muebles, iban a ubicarse en la fachada principal, y que, ante los montajes digitales realizados de cara a su ubicación, podrían provocar espanto, animadversión y horror al visitante. Asimismo, afirmaba que las nuevas puertas vulneraban los artículos 19, 38 y 39 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, así como los artículos 7 y 13 de la Carta Internacional para la Conservación y Restauración de Monumentos y Sitios.

Como hemos dicho, la denuncia de Vallejo de Lope no fue la única, y sus críticas han sido secundadas por buena parte de la ciudadanía, entre ella otros artistas, con calificativos como "esperpento", "atropello artístico", "maltrato" o "estropicio", a lo que hay que sumar los reproches por un gasto que entonces se calculó de 1,2 millones de euros, de los que 800.000 euros pertenecen al Ayuntamiento de Burgos.

Ante estas últimas críticas, el Cabildo, que siempre calificó la intervención de "arriesgada", informó en 2021, año en que estaba prevista inicialmente la colocación de las nuevas puertas de bronce, que este encargo ha sido sufragado en su mayor parte por el propio Cabildo Metropolitano, siendo completado con las aportaciones realizadas por empresas y particulares, sin que haya colaborado económicamente ninguna administración ni entidad pública.

Otra de las voces más contrarias a las puertas fue la del periodista e historiador Antón Pombo, especialista en el Camino de Santiago, que calificó un proyecto en el que "ha pesado el efecto Miquel Barceló desde la capilla del Santísimo de la catedral de Mallorca" como fruto de "la desfachatez egolátrica del pintor, y lo improcedente de su propuesta (en la estación de Atocha, que no es una catedral, ya había colocado los retratos de sus nietos)", lo que ha provocado "la justificada indignación de muchos ciudadanos, amantes del patrimonio histórico y peregrinos". Pombo no solo criticaba a López por su ego, sino también a la crítica de arte por su silencio ante lo que considera una profanación: "Parece evidente que a Antonio López, más que el ego fuera del sistema solar, se le ha ido la olla, y que los mecenas del moderno despotismo sin ilustración, acogotados ante su aureola, han consentido, por querer aparentar de doctos, esta acción irrespetuosa sobre un objeto sagrado, que es lo que significa profanar."

Por su parte, Antonio López, en el acto de presentación, ha explicado, visiblemente sereno, que el encargo ha sido "una aventura muy interesante" y una oportunidad excepcional pese a que el arte religioso queda habitualmente fuera de su producción. "Ya están aquí. Vamos a ver", ha afirmado, subrayando que el reto principal ha sido hacer la obra lo mejor posible a pesar de las dificultades surgidas durante el proceso.

Si quieren denunciar cualquier tipo de agresión al patrimonio histórico-artístico de su ciudad, diríjanse a nuestra dirección de correo electrónico lahornacina@lahornacina.com