LA IGLESIA DE SANTA CATALINA EN VALENCIA

04/01/2011


 

 

 

Situada en el Barrio del Mercado, es la iglesia gótica más interesante de Valencia después de la Catedral por sus tres naves con capillas laterales -existen seis en la nave de la Epístola, dos en la del Evangelio, seis en el ábside, más la Capilla de la Comunión sin contar la que da acceso a la escalera interior de la torre y la que sirve de entrada al templo desde la Plaza de Santa Catalina- y su ábside pentagonal con capillas absidiales. Hablamos de un estilo gótico de severidad cisterciense.

Las primeras referencias escritas de la Parroquia de Santa Catalina datan del 7 y 13 de Mayo del año 1239 y están recogidas en el Llibre del Repartiment. La iglesia se construye sobre una antigua mezquita. El proceso de transformación de la mezquita en templo gótico es muy mal conocido, aunque estudios más pormenorizado del archivo catedralicio, de los Registros de la Cancillería de la época del rey Jaime II (1291-1237) o el Archivo de la Corona de Aragón aportarían información decisiva.

Comenzó a construirse en el último tercio del siglo XIII. Hay noticias de los Beneficios San Miguel y San Blas (1280), lo que sugiere la existencia de sus capillas correspondientes. La obra principal podría datarse en la primera mitad del siglo XIV. Existe un inventario del año 1330 que habla de la gran riqueza del mobiliario del templo. Y la finalización del templo se relaciona con la construcción de las capillas últimas de la nave de la Epístola de los poderosos mercaderes Arnau de Valleriola y Gregori Simó, entre los años 1367 y 1371, con sus ricos sepulcros. El sepulcro de Valleriola se conserva en el Museo de Bellas Artes, San Pío V.

La actual fachada principal pertenece a los primeros años del siglo XV. En el XVIII se le añade la actual portada barroca. Sin embargo, existen datos de una fachada anterior: la primitiva gótica. En el centro de la fachada actual se encuadra el gran rosetón y, a los lados, los dos rosetones menores.

 

 

 

La fachada que da a la Plaza de Santa Catalina, también gótica, es de finales del siglo XIV. A principios del XIX se le añadió la actual de origen neoclásico, quedando del gótico primitivo el arco de la puerta de entrada.

La fachada de la Calle Tapinería sería regularizada en el año 1785 para reforzar el muro lateral; en ella existen restos de una anterior gótica, de la que queda como testigo más visible un rosetón en el interior de la iglesia. Según algunos expertos, esta fachada muestra que el templo llegó hasta aquí en su primera fase de construcción, teniendo salida en el lado contrario por la Calle Sombrerería, donde actualmente existe un pequeño cuarto sacristía.

En 1510, al final de la nave del Evangelio, se construye una capilla en honor a la Virgen de la Paz, lo que conllevó el cerramiento del rosetón lateral gótico, ahora solamente insinuado desde el exterior. Esta construcción, juntamente con la apertura de la calle paralela al muro de la iglesia, explicaría la ausencia de capillas laterales en este tramo. En la actualidad queda como testigo de esta capilla un panel de azulejos con hornacina en el centro del mismo. Aquí estuvo la sacristía de la capilla cuyo terreno fue vendido posteriormente para la instalación del Tribunal de Mustassaf o Almotacén, encargado de vigilar los pesos y medidas de los mercados. Son visibles dos argollas de piedra que servían para poner las banderas de dicho tribunal.

La torre barroca, una de las más hermosas que se conocen en España, además del más importante campanario barroco valenciano, es de hechura hexagonal y uno de los pocos y el primer ejemplar en emplear columnas salomónicas en el cuerpo de campanas. Se construyó entre 1688 y 1705 y fue su arquitecto Juan Bautista Viñes, teniendo una escalera exterior en piedra y otra interior -escalera de caracol perfecta- hasta el cuerpo de campanas.

 

 

En la Guerra Civil la iglesia fue bombardeada, quedando tan destrozada que llegó a pensarse en su demolición. Se produce además un incendio intencionado que destruye completamente el presbiterio, daña la decoración interior y afecta también muy negativamente la estructura del edificio. Todo ello supuso un tremendo trabajo de restauración que supuso un cambio del edificio respecto de cómo estaba antes de 1936.

El 24 de Julio de 1950 el Arzobispado de Valencia cede la iglesia a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos para que la dedique a sus fines con la obligación de restaurarla. La institución, bajo la dirección del arquitecto Luis Gay, dedicó especial empeño a esta tarea, terminando su restauración interior en el año 1968.

La torre, símbolo de Valencia, ha sido restaurada entre 2001 y 2002 bajo la dirección del arquitecto José Ignacio Casar, quien también ha dirigido las restauraciones de la fachada principal y la de Tapinería entre 2003 y 2004.

 

 

 

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