LA CUSTODIA DE ASIENTO DE LA CATEDRAL NUEVA DE SALAMANCA

Con información de Raúl Benito (06/06/2021)


 

 

La Catedral Nueva de Salamanca cuenta entre su patrimonio con una custodia de asiento que abandona su vitrina de la sacristía cada año para conmemorar la solemnidad del Corpus Christi. Debido a la pandemia y a la consiguiente suspensión de la procesión, este domingo tampoco ha salido por las calles de la ciudad.

El origen del Corpus Christi se halla a comienzos del siglo XIII, cuando una monja de Lieja (Bélgica), llamada Juliana de Cornillon, considera que las manchas negras que ve en la luna son una forma en la que Cristo le está diciendo que necesita esta festividad, la cual fue finalmente instituida por el obispo liejense en 1240.

La custodia es el elemento donde se coloca la hostia consagrada, símbolo del cuerpo de Cristo, para la procesión de la fiesta del Corpus Christi. Al principio las custodias eran como un relicario, posteriormente se llevarían a cabo custodias propias para colocar el Santísimo Sacramento y llevarlo en procesión por la calle. La festividad quería demostrar la presencia real de Cristo en la eucaristía, primero como forma de comunión espiritual para los cristianos, pero también para contrarrestar las herejías.

En la Catedral Nueva de Salamanca se conserva, entre otras, una custodia de asiento que corresponde a distintas etapas de realización. La parte más antigua corresponde al segundo tercio del siglo XV, y responde a un gusto típicamente gótico con una tracería calada y gabletes que definen el tiempo al que pertenece. La custodia está rodeada por los doce apóstoles, y en el centro superior, la imagen de la Virgen con el Niño, conocida como "Virgen del Pajarito", porque el pequeño Jesús lleva una pequeña ave en la mano, símbolo de su futura Pasión. Además, es iconográficamente relevante para Salamanca, puesto que la Virgen de la Sede que estuvo presidiendo el retablo de la Catedral Vieja, tiene esa misma iconografía.

 

 

 

En el siglo XVI, la custodia se rodea con columnas jarronadas, propias del estilo plateresco, y que podemos contemplar también en la fachada del templo salmantino de San Esteban (Dominicos) o en la fachada de la Catedral de Astorga, muy del gusto de de la arquitectura, sobre todo de la provincia de León. En ese momento también se coloca en la custodia la tracería de medallones de estilo Renacimiento. Y por último, en el centro está el viril, que es donde irá colocado el Santísimo Sacramento, y que responde también a dos etapas: la parte principal del XVI, y el marco del XVII, siglo en el que también se realiza el dosel de andas con el que culmina la custodia, el cual consigue una estructura de asiento que responde a la misma tipología de otras custodias, como la de la iglesia de Ledesma (Salamanca) o la del templo de San Martín en Salamanca capital.

La custodia está coronada por un jarrón de azucenas, símbolo de la pureza virginal de María, y símbolo también de la Catedral Nueva de Salamanca. Al respecto, señalar que a la propia Virgen se la considera el primer sagrario, porque mantuvo dentro de sí el cuerpo de Cristo, y por eso, aparece en elementos plenamente eucarísticos, como una custodia o la puerta de un sagrario.

Por último, además de las custodias de asiento, existen otro tipo de custodias que se conocen como de relicario. Una de las que se conserva en la Catedral de Salamanca, de cuatro columnas, es del siglo XVII, y en ella se conservan tres espinas de la corona de la Pasión de Cristo. Otro ejemplo de custodia es la de sol, por su forma del viril, la cual está formada por una puerta en cuyo interior va colocada la sagrada forma. 

 

 

Nota de La Hornacina: Raúl Benito es historiador del Arte y técnico de la Catedral de Salamanca. Fotografías de Óscar García.

 

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