EL TRÁNSITO DE SANTA ROSA DE LIMA

Con información de Rafael Serra (23/08/2007)


 

 

La primera santa de la América Meridional nació en Lima (Perú), en el año 1586, bajo el nombre de Isabel de Flores y Oliva. Sus padres, un portorriqueño y una limeña, eran descendientes de españoles. Verdadero prodigio de penitencia -cuentan que desfiguró su extraordinaria belleza para evitar las tentaciones carnales-, tomó el hábito de la Tercera Orden de Santo Domingo muy joven, a los 20 años de edad. Falleció en 1617, cuando tan sólo contaba 31 años, víctima de una larga enfermedad, siendo canonizada en 1671 por el papa Clemente X.

Una de las más felices representaciones de la santa peruana recrea su tránsito hacia la Gloria, asistida por un ángel, y se encuentra, precisamente, en la Iglesia Conventual de Santo Domingo de Lima. Es obra del escultor maltés, afincado en Italia, Melchor Caffa (1669), quien la esculpió en mármol blanco de Carrara bajo una evidente influencia de los grandes maestros barrocos italianos, especialmente de Gian Lorenzo Bernini, con cuyo Éxtasis de Santa Teresa muestra notables coincidencias en el movimiento de los paños del pesado hábito, el misticismo y sensualidad de las expresiones, y el acentuado sentido teatral de la composición.

 

Fotografía de Daniel Giovannoni

 

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