UN BELÉN NAPOLITANO EN LA CASA PARROQUIAL DE CAMPILLOS (MÁLAGA)

Sergio Cabaco y Jesús Abades (24/12/2017)


 

 

 

El belén es propiedad de Francisco Sánchez Pérez, actual párroco de Santa María del Reposo en Campillos y de la Inmaculada Concepción en el vecino municipio de Sierra de Yeguas. Sus figuras, de gran calidad, están inspiradas en el siglo XVIII napolitano, importado a España desde los tiempos del monarca Carlos III. Desde tiempos medievales, la ciudad italiana ha cultivado con excepcional habilidad estas escenificaciones.

Cada cierto tiempo, don Francisco adquiere nuevas piezas para el belén, accesible al público en la Casa Parroquial de la localidad malagueña, capital de la comarca de Guadalteba, pues a pesar de las numerosas figuras que la componen, la escenografía, tanto a nivel arquitectónico como iconográfico, aún está en fase de desarrollo. La mayoría de las piezas han sido realizadas por los mejores belenistas de Nápoles.

 

 

 

Este belén se inspira en los "presepi" más bellos de Nápoles, caso del Presepe Cuciniello, actualmente en el Museo di San Martino. Fue inaugurado en 1879, en el refectorio de los monjes cistercienses, gracias a las figuras donadas por el arquitecto Michele Cuciniello, quien las había heredado de su padre. Dichas figuras fueron realizadas por los mayores artistas del XVIII. El propio arquitecto supervisó, con la colaboración de Luigi Farina, la composición del montaje, para lo que se empleó madera, terracota, yeso, corcho y cartón piedra. Magistrales son sus escenas del Anuncio a los pastores, la Natividad y la Posada.

Otro magnífico ejemplar es el llamado Presepe del Rey o del Banco de Nápoles, su propietario, conservado en la capilla palatina del Palacio Real de la ciudad. Incluye 200 figuras de pastores y unos 144 accesorios que provienen de "presepi" desmantelados y en gran parte vendidos o dispersos a principios del siglo XIX. La mayoría de sus figuras son del XVIII y muchas fueron realizadas por los grandes escultores napolitanos de la época, como Giuseppe Sanmartino, Salvatore Franco, Angelo Viva, Francesco Celebrano, Giuseppe Gori, Lorenzo Mosca y Matteo Bottigliero. Todos ellos figuras principales en el arte del "presepe" napolitano.

 

 

Al igual que sus anteriores referencias, en el belén de Campillos convive lo sacro y lo pagano. Junto a la escena principal de la Natividad, con la Sagrada Familia dispuesta entre las ruinas de un templo pagano -símbolo de la derrota de las antiguas religiones a manos del cristianismo-, se desarrollan escenas ricas en personajes, situaciones y detalles, propias de la realidad cotidiana del antiguo reino de Nápoles.

Otras figuras sagradas como los ángeles o los magos, que irrumpen con la pompa propia de su realeza, conviven con los protagonistas de la tradición popular napolitana, caso de los mercaderes, la vendedora de panderetas para las tarantelas o los "zampognari" o músicos de la tierra. La simbología es mayor de lo que parece en estos casos; de hecho, el puente de los belenes sirve para conectar las almas de los vivos con las de los muertos.

 

 

 

Como hemos dicho, un valor añadido son sus figuras, muchas de ellas labradas por artífices indispensables como la familia Ferrigno, seguidores de otros como el citado Giuseppe Sanmartino, así como de Giuseppe Gori, Giuseppe De Luca, Giovan Battista Polidoro, Nicola Ingaldi o Nicola Somma.

Desde principios del XIX los Ferrigno, famosos por el cuidado que ponen en cada personaje -su expresión facial y sus detalles, ya sean ropas, joyas, regalos, instrumentos musicales y otros signos del oficio-, se dedica a la tradición belenística. Fue Nicola Ferrigno quien la inició restaurando las figuras de los principales "presepi". Su hijo Salvatore asumió la actividad paterna hasta que decidió fundar un gran taller de producción.

Entonces, a partir de los años 50, serán Giuseppe y su hijo Marco Ferrigno quienes continúan con habilidad e imaginación el arte de la Natividad, conquistando premios en Italia y otros países, y realizando numerosos conjuntos para América, África y otros países europeos como Francia o España.

 

 

 

Sobresale también la labor de Ulderico Pinfildi, cuyas creaciones poseen influencias de Caravaggio en los gestos, de Miguel Ángel en las anatomías y de Sanmartino en la investigación psicológica del retratado. Pinfildi usa sus figuras para expresar conceptos personales y contar historias. En su tienda mezcla lo sagrado y lo profano, pues no solo hay figuras del "presepe", sino también máscaras de Pulcinella y el popular "corniciello".

Las de Ulderico no son solo piezas únicas detrás de las cuales hay una búsqueda filológica, sino también obras contemporáneas que actualizan el evangelio y las escenas bíblicas. Este artista coloca el presente en el pasado y juega con ello, pues no cree que las historias que cuenta el belén se hayan agotado a lo largo de los siglos.

De orígenes anglosajones, el apellido de su familia era Penfield y Mussolini lo italianizó durante el fascismo, cuando uno de sus antepasados, soldado mercenario británico, vino a Italia para luchar junto a Garibaldi y se estableció en Nápoles al casarse con una napolitana desheredada por su padre. De esa unión nació la familia Pinfildi, actualmente una institución de Nápoles y de su principal tradición artística y escenográfica.

 

 

Fotografías de Juan Antonio García Delgado

 

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