UN SAN FRANCISCO DE ASÍS DEL ESCULTOR CLEMENTE CANTOS EN SAN JAVIER (MURCIA)

07/08/2023


 

 

Recientemente, Miguel López Alcázar, historiador del arte por la Universidad de Murcia (UMU) ha documentado una talla de San Francisco de Asís que recibe culto en un altar del crucero del templo parroquial de San Francisco Javier del municipio murciano de San Javier (Comarca del Mar Menor), fechado en 1950.

Esta escultura en madera policromada, que se venía adjudicando durante décadas al tallista e imaginero murciano Antonio Carrión Valverde -principal artífice de la reposición patrimonial del templo tras la Guerra Civil, debido a que su hermano Joaquín era el párroco del mismo-, es según López Alcázar, obra en realidad de un escultor coetáneo, Clemente Cantos Sánchez (Ontur, Albacete, 1893 - Murcia, 1955), discípulo de Anastasio Martínez Hernández, profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia y miembro de la Junta Delegada de Incautación y Protección del Tesoro Artístico Murciano durante los años de la contienda civil española.

Al terminar el conflicto, Clemente Cantos pasó a ser miembro del taller del eminente y más joven escultor Juan González Moreno, para terminar su carrera en solitario elaborando obras en las que desarrolla una plena conciencia artística inscrita en los valores de la mediterraneidad.

Después de consultar varias publicaciones y páginas, entre ellas "Región de Murcia Digital" e "Historia de San Javier. Pasado y presente de una sociedad del Mediterráneo Occidental", en las que citan a Carrión Valverde como artífice de la imagen, López Alcázar encontró una nota de prensa acerca del origen de la figura que evidencia la autoría del San Francisco de Asís por parte de Clemente Cantos, escultor de origen albaceteño afincado en Murcia.

Según dicha documentación, en 1950, don Lorenzo Morales Parra y su esposa doña Francisca Maestre -ya se conocía quienes fueron los donantes- hicieron entrega al presbítero Joaquín Carrión de la efigie del santo, que previamente encargaron a Clemente Cantos, discípulo de Anastasio Martínez Hernández, con quien Cantos conoció a una personalidad arrolladora en lo creativo como José Planes Peñalver. El santo se halla representado de rodillas sobre nubes en pleno éxtasis divino, recibiendo los estigmas de la crucifixión de Cristo.

Estaríamos, por tanto, ante la segunda obra escultórica de Cantos presente en la parroquial de San Francisco Javier, después de la "Inmaculada Concepción" -con la el seráfico padre guarda semejanzas- ofrendada en vida por la marquesa de Villalba de los Llanos y expuesta al culto en su altar desde diciembre de 1947.

El catálogo de Clemente Cantos cuenta así con una obra más, correspondiente a la última etapa de su trayectoria como escultor e imaginero. Según Zambudio, Cantos fue un admirador del Renacimiento, con un estilo eminentemente clasicista y una personalidad apegada a la naturaleza como elemento inspirador de toda su obra (ZAMBUDIO MORENO, Antonio. "La fallida inclusión de la vanguardia artística del siglo XX en la escultura religiosa de la ciudad de Murcia", Murgetana, n º 145, año LXXII, Murcia, Ediciones de la Real Academia Alfonso X el Sabio, 2021, pp. 151-162).

 

 

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