LA IGLESIA DE SAN PEDRO AD VINCULA EN VALLECAS (MADRID)

Con información de José Santos Torres (14/03/2016)


 

 

La Comunidad de Madrid ha concluido recientemente la restauración del templo de San Pedro Ad Vincula, situado en el Casco-Histórico de Vallecas, uno de los dos barrios que conforman el distrito Villa de Vallecas. Se trata de un edificio renacentista-barroco con elementos neoclásicos que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1995. En las obras de restauración, que han durado 20 años, se han invertido 659.500 euros.

La Iglesia Parroquial de San Pedro Ad Vincula es un inmueble de un gran valor histórico-artístico, cuya construcción se inició en el siglo XVI sobre un templo anterior, probablemente mudéjar. Junto a la cabecera de la iglesia destaca la capilla exenta de la Virgen del Rosario, del siglo XVII, una de las construcciones más representativas del Barroco madrileño y uno de los conjuntos decorativos más interesantes de la región.

En 2012, la Comunidad de Madrid, en colaboración con el Arzobispado, inició unas actuaciones de subsanación de los daños apreciables en el interior del templo, dando continuidad a las primeras reparaciones realizadas entre 1996 y 2008. En 2014 comenzaron las actuaciones de reparación de los paramentos verticales y las bóvedas, mientras que la renovación del solado se inició en verano de 2015 con supervisión arqueológica.

De gran relevancia ha sido la recuperación del camarín de la Virgen del Rosario (imagen superior), realizada a lo largo de varias campañas, tanto por la calidad de la arquitectura y de las pinturas que atesora (la autoría de los murales se atribuye a Juan Vicente Ribera), como por lo que representa devolver a Madrid el único camarín que subsiste de entre los numerosos que se realizaron en la zona durante el segundo tercio del siglo XVII.

San Pedro ad Víncula, en su configuración actual, comenzó a levantarse en el año 1565. Según documentos que constan en el Archivo Municipal de Madrid, el proyecto puede atribuirse a Juan de Herrera. La homogeneidad de la fábrica y de las estructuras indica que para la construcción del edificio se demolió en su práctica totalidad la iglesia existente, aunque restos de antiguas estructuras sugieren que se aprovechó la ubicación y elementos puntuales de la misma. Con posterioridad al levantamiento de las naves se añadieron las capillas laterales a las que se accede desde la nave norte. Durante el siglo XVIII se amplió la torre, con la elevación del cuerpo octogonal de remate y el chapitel, y se construyó la portada lateral neoclásica.

La iglesia tiene planta rectangular con tres naves de cinco tramos de altura muy similar. La nave principal, más ancha que las laterales, está cubierta por una bóveda de cañón rebajado con lunetos y las laterales están cubiertas por bóvedas de arista. La bóveda que cubre el espacio central del crucero es de crucería estrellada y tanto los brazos del crucero como el presbiterio están cubiertos por bóvedas de cañón con lunetos.

Desde la nave del Evangelio se accede a cuatro capillas cubiertas con diferentes tipos de bóvedas y cúpulas, dos de ellas iluminadas mediante linterna cenital, y desde la nave de la Epístola se accede a tres capillas de pequeño tamaño. El acceso lateral se realiza por esta última nave, a través de la nueva portada neoclásica.

Al exterior, los muros son de fábrica mixta de ladrillo y cajones de mampostería sobre zócalo de granito, tanto en el caso de los cerramientos como en el primer cuerpo de la torre. El gran frontón y los cuerpos superiores de la torre están construidos de fábrica de ladrillo. Las cubiertas, complejas por la forma del conjunto, son en todo caso inclinadas de teja cerámica. Las naves están cubiertas por una cubierta a dos aguas continua.

 

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