EL PRADO RECREA LA DESAPARECIDA CAPILLA HERRERA DE SANTIAGO DE LOS ESPAÑOLES

04/11/2025


 

 

El Museo Nacional del Prado de Madrid ha presentado hoy la "reconstrucción" de la Capilla Herrera que permite contemplar los frescos de Annibale Carracci y su taller tal como fueron concebidos e instalados en altura. La capilla original, actualmente desparecida, se encontraba en la iglesia de Santiago de los Españoles en Roma, símbolo del poder de la monarquía hispánica en aquella ciudad.

El Prado conserva siete fragmentos de los frescos que decoraban una capilla encargada por el banquero palentino Juan Enríquez de Herrera. Cuatro de ellos, de forma trapezoidal, decoraban la bóveda, mientras que los tres restantes, concebidos como óvalos, adornaban las pechinas. Esta instalación permanente los presenta en una disposición que evoca su ubicación original. Estas obras, que narran episodios clave de la vida de San Diego de Alcalá, fueron restauradas hace tiempo y objeto de una gran exposición en 2022.

La instalación pone en valor un conjunto excepcional del barroco italiano. Tras el desmantelamiento de la capilla en 1833 por el riesgo de ruina del templo, los frescos fueron arrancados y trasladados a lienzo. En 1851, la mayoría fueron enviados a Barcelona, donde hoy se conservan nueve en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), y los siete restantes forman parte de la colección del Prado.

 

 

Los frescos reflejan la maestría de Carracci y sus colaboradores, quienes trabajaron con un lenguaje pictórico unificado. Su ejecución comenzó en 1602 bajo la dirección de Annibale Carracci, uno de los máximos exponentes de la escuela boloñesa. Tras su enfermedad en 1605, Francesco Albani y otros colaboradores completaron el conjunto, manteniendo una coherencia estilística que dificulta distinguir las distintas manos. San Diego de Alcalá fue canonizado en 1588. Herrera atribuyó a su intercesión milagrosa la curación de su hijo.

En un estrecho diálogo con los frescos, las obras expuestas conjuntamente en la sala 4 del Prado se deben a los mismos autores de los frescos y a su círculo más estrecho de maestros, colaboradores y condiscípulos: Ludovico Carracci, Guido Reni, Domenico Zampieri (Domenichino), etcétera. Se ilustra así un capítulo esencial en la historia del arte mural europeo. La forja del lenguaje pictórico barroco impulsado desde Bolonia, de donde eran originarios, y su exitosa difusión en la Roma de comienzos del siglo XVII.

La instalación cuenta con la colaboración de OHLA, empresa comprometida con la conservación del patrimonio cultural, y con el diseño arquitectónico de Francisco Bocanegra, quien ha ideado una estructura modular permanente que respeta la escala y el espíritu original de los frescos. Esta colaboración permite al Museo del Prado ofrecer una experiencia que conecta al visitante con el esplendor original de la Capilla Herrera.

 

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com