LA PILA BAUTISMAL Y EL RETABLO DEL ÁNGEL CUSTODIO EN CERVERA (LLEIDA)

20/08/2020


 

 
 
Capilla del Ángel Custodio antes de 1936

 

El pasado 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen, el templo gótico de Santa María del municipio catalán de Cervera (Lleida) recuperó, una vez restaurada, la cubierta de su pila bautismal.

La pila bautismal de Santa María de Cervera es una obra del artista conocido como Mestre Jaques, escultor de Tarragona, motivo por el que aparece la representación y el nombre de Santa Tecla, patrona de dicha ciudad. La pila es una gran pieza de piedra del Talladell, sostenida por tres figuras de atlantes agachados y profusamente labrada y decorada. Resulta fácilmente identificable por presentar una cartela con la imagen de un ciervo, símbolo heráldico de Cervera. También muestra inscrita la fecha de 1658, año de su bendición.

Según el historiador Agustí Duran i Sanpere la pila fue construida a mediados del siglo XVI, época de escasa actividad artística en Santa María de Cervera. Es la única obra importante del XVI que se conserva en el templo. El escultor cobró por ella 51 lliures (libras) y 4 sous (centavos). Debía de estar ubicada en un lugar próximo a su actual emplazamiento, la capilla del Ángel Custodio.

 

 
 
Capilla del Ángel Custodio. Estado actual

 

Ahora bien, en el año 1821 se derribó la fachada de la iglesia y se construyó una de estilo neogótico en una posición más avanzada, lo cual permitió el alargamiento de la nave y la construcción de nuevas capillas y del coro elevado, por lo que la capilla del Ángel Custodio tomó otra configuración. Posiblemente sea en estas fechas cuando la pila se ubicó en otra capilla situada bajo el coro, dedicada a San Francisco Javier.

Pasada la Guerra Civil, en 1967, debido a que habían sido destruidos la mayor parte de los altares de la parroquia, entre ellos el del Ángel Custodio, la pila, que afortunadamente se conservó, fue trasladada a su actual emplazamiento, quizás a fin de aproximarse a su emplazamiento inicial, y de ganar en notoriedad.

En cuanto a la cubierta de madera de la pila, hay noticias de que ya disponía de una desde sus inicios. Incluso sabemos el nombre de su carpintero, Magí Guerau. La madera se echa a perder más que la piedra, y no se puede descartar por tanto que haya sido sustituida en todo o en parte a lo largo del tiempo.

 

 
 
Pila bautismal con la cubierta restaurada. Detalle

 

Respecto al retablo del Ángel Custodio destruido en 1936, fue encargado el 19 de marzo de 1731 por la cofradía que le daba culto al escultor del barroco catalán Josep Sunyer i Raurell, de Manresa (Barcelona). En su centro estaba el ángel blandiendo la espada, flanqueado por las figuras de San Pelegrín y San Andrés. La Inmaculada se hallaba en la parte superior. Hay que destacar la presencia de ángeles tocando instrumentos musicales, una arpa y un contrabajo (o viola da gamba), a los lados de la Purísima.

La obra se tenía que acabar dorando en el mes de mayo de 1732. El precio fue fijado en 375 libras, pagaderas en tres partes; sin embargo, el contrato no se liquidó hasta el 7 de noviembre de 1734. Finalmente, en 1740 la obra fue dorada por el cerverino Feliu Pernau.

A pesar de que el retablo fue destruido en su mayor parte, consta que se salvaron algunos fragmentos, puesto que hoy se conservan dos compartimentos del retablo en el Museu Comarcal de Cervera, piezas que fueron aprovechadas en la posguerra para la construcción de un atril o facistol. 

 

 
 
Pila bautismal con la cubierta restaurada. Detalle

 

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