La portada retablo es un elemento, generalmente perteneciente al estilo barroco, realizado para destacar la importancia de los edificios religiosos, ya que los que normalmente poseían estas portadas -con salvadas excepciones- eran los más importantes del lugar.

Esta forma arquitectónica consiste en aplicar los elementos de un retablo -calles, cuerpos, bancos, etcétera-, a la entrada del edificio, quedando la puerta en la parte inferior de la calle central del mismo. En caso de poseer más de una puerta, las puertas que no sean las principales estarán por lo general fuera de la portada central.

La obra cumbre de este elemento en Lima, la encontramos en la portada-retablo de la Iglesia de Nuestra Señora de la Gracia, conocida popularmente como Iglesia de San Agustín por el santo titular de la orden fundadora del templo. En ella podemos observar las particularidades centrales del elemento arquitectónico, caso de la apariencia tridimensional de la portada -a diferencia del resto de ejemplos a nivel latinoamericano y en cierta forma, europeo- o la subyugación del resto de la misma frente a la columna salomónica.

También advertimos la jerarquía plena y total de la hornacina o espacio central y la gran presencia de relieves fitomorfos de influencia andina, así como el detalle de que el elemento central no se encuentre ubicado en la parte superior, sino casi al centro, debajo de una gran ventana oval que corresponde al último cuerpo de la calle central, normalmente más elevado que el resto -unidos al mismo básicamente por el guardapolvo-.

En la fotografía de la derecha, vemos de forma más clara como las columnas salomónicas nos enmarcan los hotspots de la portada -en este caso las imágenes de santos o marioletas, presididas por una que es jerarquizada por su tamaño y entorno-, relegando la decoración fitomorfa en un segundo plano, lo que evita que se sobrecargue el espacio y le da al conjunto un carácter tridimensional, además de soberbio.