El Expresionismo se desarrolló en las primeras décadas del siglo XX en tierras alemanas. Sus precursores fueron Vincent van Gogh, Edvard Munch y James Ensor, quienes otorgaron al color un nuevo poder expresivo y captaron la realidad en toda su crudeza. Sin embargo, la eclosión del Expresionismo se debió a dos grupos de artistas, Die Brücke (El Puente), liderado en Dresde por Ernst Ludwig Kirchner, y Der Blaue Reiter (El Jinete Azul), del que se cumple en 2011 su centenario y que agrupó en Munich a una serie de artistas alrededor de la personalidad decisiva de Kandinsky, autor de la primera obra abstracta.

Wassily Kandinsky (1866-1944) nació en Moscú y su carrera artística se desarrolló un poco tardíamente, en especial a su llegada a Munich, en el año 1896. En el verano de 1911 había concebido la idea de realizar un almanaque ilustrado con una panorámica de las corrientes más actuales y con textos exclusivamente de artistas, pintores, músicos, arquitectos, etcétera. Su compañero Franz Marc (1880-1916) acogió la idea entusiasmado y ambos serían los principales responsables de la publicación que dio nombre al grupo.

El Jinete Azul fue, en realidad, una publicación bajo cuyo nombre se presentaron dos exposiciones en Munich, una en 1911 y otra al año siguiente, esta última dedicada únicamente a acuarelas, dibujos y estampas. En ella participaron, entre otros, muchos de los miembros de Die Brücke y Paul Klee, quien más tarde, junto a Kandinsky, había de figurar entre los profesores de la Bauhaus.

El famoso Almanaque de Der Blaue Reiter se publicó en 1912, y una segunda edición en 1914. Kandinsky y Marc habían pensado en un segundo volumen, pero la guerra interrumpió el proyecto. El origen del título, como explica Kandinsky, es que "a ambos nos gustaba el azul, a Marc los caballos y a mí los jinetes". En sus casi 150 ilustraciones, presenta objetos de arte popular, obras primitivas, xilografías medievales y reproducciones de obras de Cezanne, El Greco, Gauguin, Rousseau, Picasso, Matisse, Delaunay, además de los expresionistas de Dresde, de Kandinsky, Marc y August Macke (1887-1914).

En definitiva, una mezcla que muestra las intenciones del grupo de asimilar las corrientes más influyentes del arte moderno junto a una ampliación de los medios de expresión artística mediante una mirada nueva al pasado, al mundo primitivo; en realidad, a unas formas de representación antinaturalista.

El Almanaque recogía también una serie de estudios estéticos de los que se desprende una especie de exaltación apocalíptica, la sensación de un cambio que acabaría con el materialismo del siglo XIX y permitiría iniciar una nueva era espiritual. Se aprecia también la aspiración a una síntesis de la cultura, a la obra de arte total. Pero, sobre todo, son patentes temas como la correspondencia entre pintura y música, y se defiende la idea de que el arte sólo responde a una necesidad interior del artista. Muchas de estas ideas se encuentran también en De lo Espiritual en el Arte, un escrito previo de Kandinsky (1910).