EL RETABLO DE ÁNIMAS DEL TEMPLO JEREZANO DE SAN MIGUEL

29/09/2021


 

 

Francisco Camacho de Mendoza (1608-1757) viene a ser una de las principales personalidades artísticas de la primera mitad del siglo XVIII en Jerez de la Frontera. Nos encontramos con un escultor en proceso de estudio como de criba de las obras que se le han venido atribuyendo. Fue ensamblador e imaginero. De su formación solo se sabe que pasó por el taller de Francisco Antonio de Soto (en 1695 entraría a formarse con este maestro, permaneciendo en su taller alrededor de un año), un maestro especializado en retablos procedente en Sevilla afincado en Jerez de la Frontera en los últimos años del siglo XVII. Con el objetivo de aclarar la posible formación de Camacho, se han mencionado las relaciones de su estilo con el escultor Ignacio López (afincado en El Puerto de Santa María) y Peter Relingh, con los que se suele confundir la obra de Camacho.

El retablo de Ánimas de la parroquia jerezana de San Miguel, situado a los pies de la nave del Evangelio, presenta unos rasgos cercanos a la estética de Camacho de Mendoza. Sin embargo, Alonso de la Sierra y Herrera García observan diferencias en cuanto al tratamiento formal, lo que puede obedecer tanto a que su autor fuese otro escultor contemporáneo, tal vez el citado Diego Roldán, como al hecho de haber sido ejecutado por el propio Camacho en fechas tardías de las que aún no conocemos producción documentada.

A Camacho, además de las esculturas, se adjudicaba también la arquitectura del retablo, ya que, como hemos apuntado, era escultor y ensamblador de retablos. Sin embargo, en 2007, Espinosa de los Monteros documentó al retablista Agustín de Medina y Flores como responsable de la arquitectura del retablo de Ánimas de San Miguel, que según un legajo del Archivo Histórico Nacional ya estaba terminado el 9 de julio de 1740.

Por su parte, Moreno Arana alude también a Camacho como autor del relieve, aunque percibe varias calidades de ejecución y, por tanto, la participación del taller. Aunque contamos con algunos nombres de oficiales que participan como tallistas en el obrador de Camacho, desconocemos quiénes colaboraron con él en el ámbito de la escultura. Por ahora sólo podemos presumir el trabajo conjunto con su hijo José Manuel Camacho de Mendoza, del que está confirmado que heredó los oficios de tallista y escultor de su padre, si bien no hay confirmación documental hasta la fecha de obras propias en madera. Sí consta que José Manuel se especializó en el arte de la talla en piedra. A sus manos se deben las tallas de las portadas exteriores de la catedral jerezana (1737-1740), donde se advierte una poderosa influencia de su padre. A mediados del siglo XVIII se traslada a vivir a las Indias, concretamente a la ciudad de Veracruz (Nueva España), donde trabajará como arquitecto.

 

 

El retablo se halla formado por un gran relieve rematado en medio punto y enmarcado por un retablo de estípites con decoración menuda a base de hojas de cardo, que encaja muy bien, según Alonso de la Sierra y Herrera García, con su posible ejecución en torno a 1730 y 1740, año en que se confirma su acabado según el citado hallazgo de Espinosa de los Monteros. Tal vez el aspecto más llamativo sea su compleja iconografía, que pretende enlazar la devoción de las Ánimas con la de San Miguel, titular del templo, que también es representado como su intercesor. El esquema se divide en tres registros: la Gloria en la zona superior, San Miguel y otros ángeles socorriendo a las Ánimas junto a la puerta del Cielo, donde se encuentra San Pedro, y por último el plano inferior reservado a las Ánimas que purgan sus pecados. La riqueza de esta representación tiene como contrapartida un resultado un tanto abigarrado, que adolece de unidad y evidencia en exceso la búsqueda de inspiración en fuentes diversas. Las fuentes teóricas nos remiten al Juicio Final y a la Conmemoración de los Difuntos, recogidos en obras como el "Flos Sanctorum", en parte coincidentes con "La Leyenda Dorada".

Dios Padre aparece sentado, sujetando en sus manos a Cristo Crucificado (esta imagen y la del Espíritu Santo, que serían exentas, no se conservan), según la disposición del Trono de la Gracia, y a sus lados la Virgen y San Juan Bautista, rodeados por diferentes santos, interceden por las Ánimas. Alrededor de los personajes principales se disponen numerosos ángeles-niños, que evidencian claramente el conocimiento de su autor de modelos roldanescos. Coincide esta composición superior con la utilizada por Durero en la "Adoración de la Santísima Trinidad" (1511) que se conserva en el Kunsthistorisches Museum de Viena.

La zona intermedia no ofrece dudas en cuanto a su origen, pues se trata de una reinterpretación del relieve central del retablo mayor de esa misma parroquia, realizado por Juan Martínez Montañés en 1641. Pese a ello, la introducción en uno de los laterales de una representación de la puerta del Cielo rompe el equilibrio compositivo del modelo, provocando la comentada sensación de abigarramiento.

En cuanto a las Ánimas, este retablo de Ánimas de San Miguel presenta el típico doble registro de figuras dispuestas en el plano celestial y en el purgatorio, donde encontramos a las ánimas gesticulantes que claman ser liberadas del suplicio. El nexo de unión entre uno y otro lo resuelve una figura angélica situada a medio camino de los dos, que toma a una de las ánimas del brazo, señalándole su inmediato traslado al paraíso.

 

 

Fotografías de Juan Antonio García Delgado

 

FUENTES

ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, Lorenzo y HERRERA GARCÍA, Francisco Javier. "Aproximación a la escultura jerezana del siglo XVIII: Francisco Camacho de Mendoza", en Atrio. Revista de Historia del Arte, nº 5, Sevilla, Universidad Pablo de Olavide, 1993, pp. 31-32 y 34.

FERNÁNDEZ PARADAS, Antonio. Los otros círculos andaluces. Escultura barroca de la periferia: materiales para su docencia y estudio, Málaga, Fundación Universitaria Andaluza Inca Garcilaso, 2015, pp. 30 y 36-37.

MORENO ARANA, José Manuel. "La escultura en el retablo jerezano del siglo XVIII: autores y obras", en Laboratorio de Arte, nº 26, Universidad de Sevilla, 2014, pp. 236-237.

ESPINOSA DE LOS MONTEROS SÁNCHEZ, Francisco. "El retablo de Ánimas de San Miguel", en Jerez en Semana Santa, nº 11, Jerez de la Frontera, Hermandad del Cristo de la Salud, 2007, pp. 475-476.

 

 
 
San Miguel en el relieve del retablo mayor por Montañés

 

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