LA DAMA DEL MANTO
23/09/2008
La estatua procede del Cortijo de Doña Aldonza, lugar de Úbeda la Vieja. Fue hallada en los años 1964-1965 y donada al Museo Arqueológico de Úbeda por los señores Gámez Latorre-Díaz Saro.
Toscamente tallada en piedra, representa la figura de una mujer que cubre su cabeza con un manto, el cual forma pliegues en la parte superior del pecho. El tocado es totalmente liso, con un rizo o quizás un adorno en la parte central. Los párpados encierran ojos saltones horadados en la pupila, lo cual da fuerza y expresividad a la figura.
La pieza ha perdido la nariz. La boca, cerrada, tiene un rictus de amargura que preside, junto con los ojos, la actitud del rostro. Conserva el antebrazo izquierdo, al parecer sostenido por el derecho. En la parte que ambos cruzan el pecho podemos vislumbrar el lugar de la fractura.
Salvo otra figura similar, mucho mejor trabajada, procedente de Torres de Maquiz, no conocemos paralelo semejante en el contexto escultórico jiennense. Sin embargo, en este simulacro reconocemos, pese a su estado lamentable, un tipo icónico de la mitología romana bien conocido, al que se da el nombre genérico de Pudicitia.
En efecto, el esquema iconográfico de estas representaciones, mujer velada con un brazo cruzado sobre el pecho y otro dirigido a la cara, se ajusta plenamente a nuestro ejemplar.
El prototipo debió crearse hacia mediados del siglo II antes de Cristo en talleres microasiáticos, difundiéndose rápidamente por la cuenca del mar Mediterráneo y siendo pronto asimilado en los ambientes funerarios como personificación de la modestia y la castidad femenina.
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