Uvas, copas, brindis en señal de comunión y fraternidad, brotes de vid, la vendimia, banquetes, fiestas, cristos que alzan sus cálices garantizando la eternidad, bacos hermosos y jóvenes o viejos y rotos por la bebida y los excesos, imágenes sagradas y profanas, historias, alegorías, metáforas, paisajes, estados de ánimo... El universo caleidoscópico del vino en el mundo del arte confluye hasta el próximo 16 de agosto en una colosal muestra que podemos admirar en el Pallazo della Gran Guardia de Verona con motivo de la Expo 2015 de Milán.

La exposición, titulada Arte e Vino (Arte y Vino), propone al público asistente un fascinante viaje que nace de la intersección de dos excelentes dos puntas de lanza de la cultura y la historia de Italia, dos símbolos del páis mediterráneo en el mundo: el arte y el vino. La elección de la ciudad de Verona se debe a que, durante casi cincuenta años, es la sede de la más importante feria del vino italiano.

La muestra acoge, aproximadamente, 170 obras, entre pinturas, esculturas y artes decorativas. Entre las 90 instituciones, italianas y extranjeras, que han prestado piezas se encuentran el Museo Nacional del Prado de Madrid y el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Arte y Vino está comisariada por Annalisa Scarpa y Nicola Spinosa, y ha contado con el apoyo de un comité científico de prestigio compuesto por expertos de diferentes épocas y campos artísticos, los cuales han mostrado sus estudios en el catálogo de una exposición cuya sede cuenta, para esta ocasión, con una tienda donde se pueden comprar los vinos de las empresas patrocinadoras, así como un espacio donde el público tiene la oportunidad de catar los productos vitivinícolas de la mejor tradición local.

Este proyecto expositivo nació con el objetivo de innovar y profundizar en las investigaciones que hasta la fecha se han llevado a cabo sobre el mundo del vino, cuya antigua historia tiene su origen en las grandes civilizaciones del pasado y cuenta con profundas y singulares raíces en Italia, marcando indeleblemente la cultura artística de este país y convirtiéndose en un tema muy recurrente para sus artistas.

Cronológicamente, la muestra abarca un periodo de tiempo comprendido entre los siglos XVI y XX, formando un abanico en el que podemos apreciar las influencias de la Antigüedad en el arte del Renacimiento, la fortaleza del Barroco impertante en los siglos XVII y XVIII, la seductora vida mundana seductora de la burguesía del siglo XIX y las expresiones más modernas y abstractas del siglo XX.

Entre los artistas presentes en Arte y Vino se encuentran Lorenzo Lotto, Tiziano, Guido Reni, Luca Giordano, Annibale Carracci, Giuseppe Maria Crespi, Rubens, José de Ribera, Poussin, Jacob Jordaen, Giulio Carpioni, Pietro Longhi, Bassano, Sebastiano Ricci, Tiepolo, Philipp Hackert, Gerrit van Honthorst, Philippe Mercier, Nicolás Tournier, Morbelli, Nomellini, Inganni, De Pisis, Depero, Giorgo Morandi, Guttuso y Picasso.

Entre las piezas decorativas se encuentran un recipiente tedesco de 1370, labrado empleando cuerno de búfalo, plata dorada y oro; copas de cristal de Murano; valiosos cálices como el de Cosimo Merlini; mayólicas de las más importantes manufacturas de los siglos XV y XVI, y porcelanas napolitanas del siglo XVIII.