LA ÚLTIMA CENA DE PLAUTILLA NELLI

23/01/2020


 

 
 
 
 
Estado final e inicial

 

Después de cuatro años de restauración en el estudio de Advancing Women Artists (AWA), una organización sin fines de lucro dedicada a la identificación y restauración de obras de arte creadas por mujeres de la Toscana, la colosal obra titulada "Última Cena", de Plautilla Nelli (1524-1588), regresa al complejo florentino de Santa Maria Novella para una exposición pública permanente en el museo.

Se trata de la única representación de la Última Cena de Cristo que se conoce de una artista femenina perteneciente a la Edad Moderna. Un lienzo de más de 640 metros de largo, lo que supone hablar de una de las obras más grandes realizadas por una de las primeras artistas del mundo, así como una de las composiciones más desafiantes llevadas a cabo por una mujer artista de su tiempo.

Aunque Plautilla Nelli vivió en una época en que a las mujeres se les prohibió el estudio de la anatomía, desafió la convención social al crear trece figuras masculinas de tamaño natural y confrontar un tema generalmente reservado para artistas masculinos en el apogeo de su carrera, como testimonio de su dominio. Nelli, monja dominica, decidió pintar el momento en que Cristo anuncia la traición de Judas, emulando la idea que tuvo el maestro Leonardo Da Vinci de retratar a los apóstoles con una emoción dinámica, un concepto entonces nuevo para las pinturas de la "Última Cena" en Florencia.

Su restauración ha sido un esfuerzo colectivo en el que, además de AWA, han participado la Municipalidad de Florencia, los Museos Cívicos Florentinos, la Oficina del Superintendente de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de Florencia, Pistoia y Prato, y los frailes dominicos del Monasterio de Santa Maria Novella. 

 

 
 
 
 
Detalle. Estado final e inicial

 

En un momento en que las mujeres no podían practicar el arte profesionalmente, la pintora autodidacta Plautilla Nelli estableció un taller para mujeres dentro de los muros de su convento de Santa Caterina di Cafaggio (ahora demolido) y, a través de la venta de obras devocionales privadas a la nobleza florentina, las religiosas del cenobio se volvieron económicamente autosuficientes.

Nelli, cuyo verdadero nombre era Pulisena Margherita -Plautilla lo tomó al profesar en la orden-, produjo obras pictóricas a gran escala en las que representaba temas bíblicos. Heredó los dibujos de Fra Bartolomeo, continuando así las tradiciones clasicistas de la Escuela de San Marcos, un movimiento artístico de principios del siglo XVI que se desarrolló en Florencia en pleno momento de la "hoguera de las vanidades" orquestada por Girolamo Savonarola, poderoso fraile dominico que fue confesor de Lorenzo de Médici, cuyas represivas predicaciones, más bien arengas, alcanzaron gran fama e influencia. Savonarola únicamente apoyaba la producción del arte por parte de las mujeres religiosas "como forma de evitar la pereza".

En la segunda edición ampliada de sus "Vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos", publicada en 1568, el mismo año en que Nelli pintó "La Última Cena", el reputado historiador de arte dice de la monja-artista que "habría hecho cosas maravillosas solamente si hubiera estudiado como los hombres".

En la "Última Cena" de Nelli vemos detalles excelentes, como la expresividad de los apóstoles, cada uno de ellos con sus rasgos detallados, personales y llenos de emoción, o la impresionante mesa llena de copas de vino, pan, cuchillos y platos de sal, a la altura de la mejor naturaleza muerta creada durante su época.

 

 
 
 
 
Detalle. Estado final e inicial

 

Al restaurar el lienzo la AWA redescubrió la historia de Nelli y su personalidad. Según Rossella Lari, una de las restauradoras, tenía pinceladas poderosas y cargaba sus pinceles con pintura. La reflectografía reveló muy poco dibujo. Plautilla sabía lo que quería y tenía el control suficiente de su oficio para lograrlo. Reclamó además la autoría de su obra maestra al firmar el lienzo, algo que no era común en el Renacimiento. Acompañó su firma como "Sor Plautilla" con la inscripción "Orate pro Pictora" ("Rezad por la pintora").

La restauración fue respaldada por un análisis de diagnóstico, ejecutado por el Instituto para la Conservación y Valorización del Patrimonio Artístico del Consejo Nacional de Investigación de Italia. Este proceso dirigido por un equipo de curadoras, restauradoras y científicas, compuesto exclusivamente por mujeres, fue revelador: la composición química de los pigmentos de Nelli fue descubierta, así como la evidencia que sugiere de manera concluyente que la "Última Cena" de Nelli es una pieza coral, creado con un verdadero estilo de taller, ya que diferentes manos pictóricas y diferentes niveles de experiencia son evidentes en todo el lienzo.

Como hemos apuntado, la misión de AWA es investigar, restaurar y poner en valor el arte de mujeres conservado en los museos, iglesias y almacenes de la Toscana. Para la restauración de la "Última Cena" se lanzó en primer lugar una campaña de crowdfunding cuyo primer donante fue el alcalde de Florencia, Dario Nardella, al que siguieron donantes de 19 países, entre ellos Australia, Brasil, Canadá, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Filipinas, Reino Unido, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos, reflejando así el sentido de pertenencia universal y patrimonio compartido que promueve el arte.

La segunda fase para financiar los trabajos fue el programa "Adopta un Apóstol", que vinculó a 12 donantes con sus respectivos santos. El primero en ser adoptado, San Juan, el último, San Simón. La abogada estadounidense jubilada Donna Malin se convirtió en "madre" y mecenas de la figura del Cristo de Nelli.

 

 
     
     
     
     
Detalles. Estado final

 

En 1817, tras la supresión napoleónica de las órdenes religiosas en toda Europa, la "Última Cena" de Plautilla Nelli fue trasladada de su ubicación original en el desaparecido convento de Santa Caterina di Cafaggio al Monasterio de Santa Maria Novella, su hogar adoptivo durante dos siglos.

Durante la inundación de 1966, este colosal lienzo fue una de las 14.000 obras de arte dañadas por los efectos secundarios de 600.000 toneladas de agua, escombros y lodo que invadieron la ciudad cuando la inundación del Arno devastó Florencia, aunque no llegó a quedar sumergido. Después de varias décadas en las estancias privadas modernas de los frailes, la pintura ha sido instalada en el Antiguo Refectorio del Museo, frente a otra composición similar de la "Última Cena" realizada por Alessandro Allori, pintor contemporáneo de Nelli.

Con motivo de su reciente restauración, ha sido publicado un catálogo en dos idiomas (inglés e italiano) en el que se narran detalles de la pintura y los trabajos que se han practicado en ella. En primavera saldrá a luz un documental sobre su ejecución que ha sido producido por la televisión pública de Estados Unidos.

La AWA ha restaurado durante una década quince pinturas y dibujos atribuidos a Plautilla Nelli. Ello sentó las bases para la primera muestra monográfica sobre la artista celebrada en 2017 en la Galería de los Uffizi, compuesta por veinte piezas. Nelli es solo una de las más de 1.500 mujeres pintoras de la Toscana, según la AWA, que esperan su reconocimiento. Entre los proyectos de la AWA se encuentra la restauración de "San Juan de Dios curando a las víctimas de la peste", lienzo de Violante Ferroni, pintora florentina del siglo XVIII.

 

 
 
Firma de la autora
 
 
 
 
La obra en su ubicación actual

 

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