Este mes de mayo de 2016, declarado Año de la Misericordia por el papa Francisco, el Museo Diocesano de Jaca (MDJ, Plaza de la Catedral) elige una de sus esculturas góticas como pieza del mes: la talla en madera pintada de Nuestra Señora del Burnao, fechada en el segundo tercio del siglo XIV. El horario de visitas es de 10:00 a 13:30 horas (también de 16:00 a 19:00 horas, lunes a viernes, y de 16:00 a 20:00 horas los sábados).

El pontífice recuerda que María, madre de Jesús, fue también arca de la alianza entre Dios y los hombres, al custodiar en su corazón la divina misericordia. Su canto de alabanza, entonado en el umbral de la casa de su prima Isabel, estuvo dedicado a la misericordia que se extiende de generación en generación.

Por ello, el MDJ ha elegido la Virgen del Burnao. Al tratarse de una obra gótica, podemos ver cómo se ha roto la rigidez y el aspecto hierático y distante de las románicas. María está de pie, con el cuerpo ligeramente arqueado, y acoge al Niño entre sus brazos en un tierno gesto de protección maternal, propio de las vírgenes-madres del período gótico frente a las vírgenes-trono románicas de los siglos altomedievales.

La Virgen porta corona de reina y viste larga túnica roja cubierta por manto azul con ribete morado y unos zapatos puntiagudos. En su mano derecha llevaría un ramo de azucenas, símbolo de su virginidad y pureza, del que sólo se conserva el tallo. El Niño Jesús aparece con el torso desnudo y sus piernas están cubiertas con un lago paño blanco que solo deja ver los dedos de uno de sus pies. En sus manos nos enseña un libro abierto que recuerda al fiel que en María y su Hijo se cumplieron las profecías mesiánicas.

La advocación proviene de un barrio medieval extramuros de Jaca: el Burgo Nuevo o Burnao; barrio mercantil dedicado al comercio y los servicios, en la zona noroeste junto al paso del Camino de Santiago. En su centro se encontraba la iglesia del Burnao que fue la ubicación original de esta talla; tras su desaparición, la Virgen pasó a custodiarse en el templo de San Pedro el Viejo y, finalmente, en la Catedral de San Pedro, sede del MDJ.