EL NIÑO ROTO

Con información de Elías Rodríguez Picón (27/05/2015)


 

 

La nueva creación fotográfica del artista onubense conecta, estética y conceptualmente, con una de las grandes líneas matrices de la obra de García Lorca: la pérdida de la infancia, la llamada "niñez seca" por el malogrado poeta granadino, el niño "muerto de la propia infancia", un ser humano que, aun siendo niño, pasa al juego de la realidad adulta empujado por la sordidez de las circunstancias que le rodean.

Es por ello que esta obra, en la que Rodríguez Picón intenta abarcar el mundo de los niños en la Andalucía del pasado siglo XX -sin obviar detalles de la presente centuria-, incluye también protestas contra una de esas circunstancias: la guerra, que entre otras secuelas, acarrea la negación del principio de identidad.

 

 

Titulada El Niño Roto -no solo se rompen los juguetes, sino el alma infantil, de ahí la frialdad de la estancia, antes alegre y feliz, y de la actitud del niño; nuevamente el hijo del autor-, esta instantánea, que ha despertado la admiración del prestigioso fotógrafo Gérard Rancinan, recuerda simbólicamente los tiempos en los que la fe religiosa fue un componente básico de la educación y que, al basarse muchos de sus preceptos durante el siglo pasado en el complejo de culpa, también conllevó una merma de la inocencia del niño.

Por último, la inclusión de varios muñecos que aluden a la clásica serie animada creada por John Lasseter, en la que el juguete pasa de ser el centro del universo infantil a un objeto a abandonar con la edad -aunque, en este caso, precipitadamente-, completa la riqueza de significados nostálgicos sobre la niñez perdida.

 

 

FUENTES: GARCÍA-POSADA, Miguel. Lorca: Interpretación de Poeta en Nueva York, Madrid, 1981.

 

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