Medio centenar de piezas, algunas de ellas con más de doscientos años de antigüedad, conforman la exposición temporal Iconografía de Nuestro Padre Jesús del Perdón que, con motivo del 75 Aniversario de la actual talla del Nazareno titular de la Hermandad del Perdón de Manzanares (Ciudad Real), puede verse en el Museo del Queso Manchego y Colección de Arte (Calle Monjas, 12) de dicha localidad manchega.

El primitivo Nazareno fue modelado a principios del siglo XVII en la entonces Villa de Manzanares hacia 1608 a expensas de doña Catalina Martínez, viuda de don Pedro Núñez Mayorga. Según la tradición, su salida en 1809 con motivo del inminente ataque de las tropas francesas, motivó que fuera proclamado Patrón de Manzanares. Dicha talla desapareció en los disturbios de 1936, siendo sustituida seis años después por la actual de Quintin de Torre Berastegui, cuya llegada a Manzanares ahora se conmemora. El escultor vasco se inspiró en la imagen fundacional, de talla completa y representada en una de las caídas camino al Calvario.

Una de las piezas estrellas de la muestra es obra de Luis Ortega Brú, célebre artista andaluz del pasado siglo XX. Se trata de un bello altorrelieve de yeso policromado de 1955 (imagen superior) que reproduce, gracias a fotografías antiguas, la imagen de Jesús del Perdón destruida en la Guerra Civil (imagen inferior). Está dedicada al escultor Pedro González Román, conservándose en propiedad de sus herederos. Al ser una copia, no se aprecia en ella el estilo del escultor, por lo que, de no estar firmada, sería difícil atribuir su autoría a Brú.

En 1955, Brú comenzó su serie de trabajos para la Hermandad del Perdón de Manzanares con la ejecución de la imagen de la Virgen de la Esperanza -inspirada en la popular Macarena de Sevilla- y el proyecto de su antiguo paso procesional, del que solo se conservan cuatro ángeles que hoy forman parte del paso de la Vera Cruz. Al año siguiente, Brú realizaría el proyecto y la decoración escultórica del paso de Jesús del Perdón, culminado en 1957. De esa misma época son dos relieves pasionarios suyos que se conservan en la cripta de la Ermita de la Vera Cruz, sede canónica de la Hermandad del Perdón, hoy burdamente repintados.

Entre 1957 y 1958, Brú labraría el Crucificado de la Vera Cruz para reemplazar a una imagen seriada de Olot. Esta obra sigue el modelo implantado por Brú en el Cristo de la Salud de la hermandad hispalense de Montesión, cuyas líneas maestras derivan del Cristo de la Conversión del Buen Ladrón, obra de Juan de Mesa (1619) para la también sevillana hermandad de Montserrat. Fue entonces cuando Brú donó a la corporación de Manzanares la efigie de San Juan Evangelista, de candelero para vestir al igual que la Dolorosa.

Por último, en 1962, la Hermandad del Perdón encargó a Brú el retablo mayor de la ermita, una de sus obras mayores. El retablo, en madera policromada de formas ojivales, cubre todo el muro de cabecera que queda cobijado por un arco apuntado. En el centro, está situado el Nazareno de Quintín de Torre. El resto del espacio se articula mediante tres grandes altorrelieves que representan la Anunciación, la Exaltación y la Coronación de Espinas, cubriéndose las zonas intermedias por una profusa decoración vegetal. Las imágenes de los cuatro evangelistas, junto a las de San Pablo y San Pedro, flanquean de dos en dos cada uno de los relieves.

La muestra Iconografía de Nuestro Padre Jesús del Perdón, organizada por la Asociación Cultural "El Zaque" de Manzanares, estará abierta hasta el próximo 17 de septiembre. El horario es el siguiente: martes a viernes, de 12:00 a 14:00 y 17:00 a 21:00 horas; sábados, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas; domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas. Uno de los miembros de la asociación, Jerónimo Romero-Nieva, es el comisario de la exposición.