SAN ANTONIO ABAD. OBRA ATRIBUIDA A JUAN BAUTISTA VÁZQUEZ EN CARMONA

Jesús Porres Benavides (17/01/2022)


 

 

En la iglesia de Santa María de Carmona, debajo de la pintura mural de San Cristóbal, se encuentra la imagen de San Antonio Abad. Por un análisis organoléptico se ha comprobado que es de madera, posiblemente cedro, se encuentra ahuecada y tiene la típica tapa posterior que cubre la totalidad de la imagen desde los hombros hasta los pies en la espalda que se encuentra adherida mediante colas y clavos de forja. A pesar de este ahuecamiento presenta un gran peso para el volumen que tiene.

Es estilísticamente muy cercano a los modelos de Juan Bautista Vázquez el Viejo, cuya autoría es muy posible al haber realizado este artista el retablo mayor de dicha iglesia. Quizás incluso el santo se hubiera realizado previamente a la construcción del retablo como prueba de la habilidad del escultor.

El santo, cuyas dimensiones son 127 x 46 x 35 cm, se encuentra de pie, en un pequeño contraposto, en el que adelanta la pierna izquierda, en donde a su vez descansa la mano que sujeta un rosario. El rostro magro girado del santo anciano y sus manos son de bastante calidad. El tratamiento de los cabellos y en especial las barbas alargadas y tratadas en mechones zigzagueantes de cierto barroquismo y tratados de una manera abstracta, herencia berruguetesca, las recrea el autor en otras imágenes como Dios Padres o incluso algunos apóstoles, como los que están en el mismo retablo mayor de la iglesia.

Ataviado con túnica, escapulario (con la típica cruz de san Antonio) y capa, cuyo lado izquierdo se recoge elegantemente tras la mano que sostiene un rosario. Con la otra mano sostiene el típico cayado (atributo habitual del santo, junto al cerdo que está a sus pies). En la imagen, a pesar del estofado rococó que presenta, se aprecian los típicos rasgos del maestro, quizás todavía bajo el influjo de Alonso Berruguete, apreciable en la disposición y zonas como la barba muy barroca. Esto es comprensible pues la obra del retablo se puede fechar hacia 1563, una fecha temprana que todavía denota ese manierismo florentino propio de Berruguete.

El cayado que presenta en la actualidad es uno metálico de factura moderna, aunque se observa en la mano restos del cayado en madera original. Respecto al estofado rococó, seguramente fue realizado en la segunda mitad del siglo XVIII, dejándose sin acabar la parte posterior, cuya preparación tiene un tono marrón-ocre, debido a que se pensaba que no se iba a contemplar en su totalidad.

Juan Bautista Vázquez el Viejo, llamado así para distinguirlo de su hijo homónimo y también escultor Juan Bautista Vázquez el Joven, representa uno de los mejores exponentes de la imaginería renacentista de la segunda mitad del XVI en Sevilla. Será también el escultor que formule las bases de la escuela sevillana junto a otros artistas venidos también de Castilla a Sevilla. Es sobre 1570 cuando puede considerarse a Juan Bautista Vázquez como jefe de esta incipiente escuela. Siendo Vázquez el escultor activo más importante del momento en la ciudad de Sevilla, es lógico que su obra y la escuela que en torno al mismo se formó tuviera una notable influencia en Andalucía occidental y en América.

Vázquez organizó en Sevilla su taller, donde tendría como aprendices a Jerónimo Hernández -que estuvo a su lado desde Toledo- al granadino Melchor Turín, granadino y al portugués Amador López, que luego emigraría a Perú. En su desplazamiento a Sevilla, le acompañaron como oficiales su cuñado Juan de Oviedo el Viejo y el colaborador de éste, Miguel Adán, que desde 1553 hasta 1557 estará con Vázquez en Toledo y después marchará con él a Sevilla. También trabajara Vázquez junto al abulense Gaspar del Águila, hijo del también escultor y pintor Juan del Águila. Cruz Isidoro, ha demostrado que Gaspar Núñez Delgado fue primero discípulo y colaborador de Vázquez el Viejo y no de Jerónimo Hernández como se venía creyendo.

Es en el periodo que abarca de 1560 a 1580 cuando se observa una actividad más frenética, que no tendrá como único epicentro Sevilla, sino otros puntos de la geografía andaluza como Jerez, Málaga, Écija, Córdoba, Huelva e incluso envíos a América. Después, en la década de 1580 se observa una paulatina disminución en el quehacer de Juan Bautista Vázquez el Viejo en Andalucía Occidental hasta su muerte en 1589.

 

 

FUENTES

PORRES BENAVIDES, Jesús. "Obras atribuidas e inéditas de Juan Bautista Vázquez el Viejo y su taller en el reino de Sevilla", en Ucoarte. Revista de Teoría e Historia del Arte, nº 4, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba, 2015, pp. 10-11 y 18.

 

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