LA VIRGEN DE LAS NIEVES, PATRONA DE LA PALMA, Y LOS BENAHOARITAS

Texto y fotografías de José Guillermo Rodríguez Escudero (05/08/2009)


 

 

 

Invocada como Patrona de la isla canaria de La Palma, el culto a la venerada y amada Virgen Negra de La Palma, tierna y enigmática escultura gótica, es el denominador común que aúna a todos los estratos sociales. Su Real Santuario, a través de los tiempos, se ha erigido como el principal centro devocional palmero.

La pequeña imagen es consustancial con la vida del palmero. Más de 40 generaciones la sostienen en su trono. En torno a él gira todo el proceso de una isla que fue poblada en origen por benahoaritas, pueblo llegado de Mauritania; conocida desde la antigüedad por los navegantes fenicios; explorada por los mensajeros del rey Juba II; bautizada por los mallorquines; invadida por los normandos, y atraída a la fe por las Misiones Cristianas.

Muchas leyendas e historias se han tejido en torno a esta pequeña terracota medieval del siglo XIV. En palabras del profesor Jesús Pérez Morera: “La majestad icónica y la concentración espiritual que emana de su rostro, esquemáticamente idealizado, refleja lo eterno y sobrenatural. Tal vez a ello se debe la poderosa atracción que ejerce sobre quien lo contempla y la devoción despertada a través de los siglos. Ante sus ojos, ‘rasgados y abiertos que parecen mirar a todas partes’, como señala Fray Diego Henríquez, quedaba el pueblo hipnotizado”.

Cuenta la tradición que Bentacayse, hermano de los príncipes Tinisuaga y Agacencio del Cantón de Tedote, se salvó milagrosamente de un terrible temporal. No así sus hermanos. La noticia de la tragedia se extendió por toda Benahoare (nombre aborigen de la Isla de La Palma) y todos los príncipes mostraron su luto. A partir de esos tristes momentos, el barranco donde sucedió la desgracia fue conocido con el nombre del hermano pequeño, Agagencio, distinguido entre los pobladores de Benahoare por su trato sencillo y cordial.

Al enterarse del suceso, las Misiones Cristianas que hacían en la isla propaganda apostólica visitan al príncipe ileso y lo invitan a ir al lugar donde sus antepasados depositaron la imagen de la Virgen por la que él sentía íntima devoción. Félix Duarte narra: “la alegría resplandece en su rostro y, en vez de sentirse extenuados por las fatigas del trayecto, al llegar a las faldas del monte, se arrodilla ante la preciosa Efigie, en acción de gracias por la salvación del mencey, quien, observando los altos riscos, más blancos que el azahar, prorrumpe: ‘Tener Ife’ (que en su lenguaje significa "monte blanco"), y desde entonces, Santa María de La Palma es llamada Virgen de Las Nieves”.

 

 

FUENTES: DUARTE, Félix. Leyendas Canarias, Las Palmas de Gran Canaria, 1981; PEREZ MORERA, Jesús: Magna Palmensis. Retrato de una ciudad. «Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves». Caja General de Ahorros de Canarias, 2000; - Idem.«De la Nieve de María. Los Milagros de la Virgen según Fray Diego Henríquez», Festejos Públicos que tuvieron lugar en la Ciudad de La Palma, con motivo de la Bajada de Nuestra Señora de Las Nieves, verificada el 1 de febrero de 1845, Excelentísimo Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, 2005: - Idem. Silva. Bernardo Manuel de Silva. Viceconsejería de Cultura y Deportes, D.L.

 

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Nota de La Hornacina: Dedicamos este breve escrito a nuestros queridos habitantes
de la Isla de La Palma, Reserva Mundial de la Biosfera que, recientemente, se ha visto afectada
por un incendio, especialmente a aquellos que han perdido su vivienda debido al suceso.

 

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