EL PELÍCANO EUCARÍSTICO. UNA OBRA DE ORFEBRERÍA PERUANA EN VIZCAYA

Con información de Juan Manuel González Cembellín (08/10/2021)


 

 

El Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao (Bilbo Eleiz Museoa) ha prestado una de sus piezas más singulares al Museo Nacional del Prado de Madrid para la exposición Tornaviaje. Arte iberoamericano en España (ver enlace). La pieza en cuestión es un pelícano eucarístico procedente de la parroquia de Santa Marina del municipio vizcaíno de Otxandio y es única en su género en la Península Ibérica.

Fue un regalo de Domingo de Zaldíbar, un exitoso comerciante de Otxandio que lo remitió desde Lima en 1766. Al año siguiente, Zaldíbar fue nombrado alcalde honorario de la villa "por los muchos y singulares beneficios que ha hecho a ella embiando alhajas primorosas para la Iglesia". Justo premio a su generosidad.

Una leyenda de la antigüedad precristiana decía que el pelícano, al llegar a su nido, se picoteaba el pecho hasta que salía sangre, con la que daba de comer a sus polluelos; interpretación, sin duda, derivada de la costumbre de esta ave de golpearse el pecho con el pico para regurgitar la comida con la que alimentaba a sus crías.

El cristianismo hizo suya esta tradición, identificando al animal con el propio Jesucristo que derramaba su sangre por la salvación de los hombres. Y así el pelícano se convirtió en símbolo de la eucaristía. Aunque la figura del pelícano se metamorfoseó un tanto, pareciéndose más a un águila, quizás por influencia del símbolo de San Juan, el más popular de los cuatro evangelistas.

Águila o pelícano, esta ave sagrada para el cristianismo aparece con sus polluelos en las puertas de los sagrarios de muchos retablos. Y en Perú dio origen a una peculiar forma de sagrario: una escultura que representa al animal con sus alas abiertas y que en su espalda tiene un hueco con su portezuela para reservar las Formas. A sus pies suelen estar los polluelos, que en el ejemplar vasco han desaparecido.

Frecuente como decimos en América, en la Península Ibérica solo tenemos noticia de un ejemplar de este tipo, que es el que nos ocupa, lo que hace del mismo una pieza excepcional no solo por su calidad, sino también por su iconografía, única en nuestro territorio. Es por esta excepcionalidad por la que solicitaron del Prado esta pieza para Tornaviaje. Arte iberoamericano en España, muestra que estará abierta al público hasta el próximo 13 de febrero, tras lo cual el pelícano eucarístico volverá al Museo Diocesano de Arte Sacro de Bilbao.

 

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