RETRATO DE ANCIANO

Rosalía González Rodríguez (20/07/2015)


 

 

La nueva convocatoria -la número 50- del programa La Obra Invitada, patrocinado por Fundación Banco Santander, trae por vez primera a las salas del Museo de Bellas Artes de Bilbao una pieza arqueológica. Se trata de un retrato romano datado en el último cuarto del siglo I a.C., a comienzos de la época de Augusto, procedente del Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera.

La pieza es un retrato masculino de proporciones naturales procedente del yacimiento de Mesas de Asta, la antigua colonia Hasta Regia mencionada por las fuentes hispanorromanas, situada a 11 km al noroeste de la ciudad de Jerez de la Frontera, uno de los enclaves más importantes del Bajo Guadalquivir desde época tartésica. Está realizada en mármol blanco de grano medio. Tiene una altura máxima de 36 cm y su conservación es en, general, buena, aunque se aprecian pequeñas fracturas en la nariz y algunos desperfectos en el mentón derecho y en la frente. Presenta la peculiaridad del vaciado en la oreja izquierda y un desbastado tanto de la oreja derecha como de la zona occipital, lo que revela un trabajo de reelaboración en una fase posterior. La base del cuello manifiesta la preparación típica para encajar en un cuerpo.

Fue hallada a finales del siglo XIX, en lo que pudo ser una de las necrópolis de esta antigua ciudad, en el transcurso de las obras de construcción de la carretera Jerez-Trebujena, por lo que tal vez formó parte de una estatua funeraria. Permaneció en manos privadas hasta los años 40 del pasado siglo, en que ingresa en el Museo Arqueológico Municipal de Jerez, donde se expone en la actualidad.

Este excelente retrato, que destaca por la calidad de su ejecución y por su buena conservación, fue dado a conocer por Manuel Esteve Guerrero. Antonio García y Bellido lo recoge en su monografía de arte romano y posteriormente han sido diversos los investigadores que se han detenido en su análisis. Uno de los estudios más recientes se debe a la profesora Pilar León, quien en su trabajo Retratos Romanos de la Bética indica que nos encontramos ante una obra importada, de comienzos del principado de Augusto, tenida en los talleres provinciales por paradigma del estilo que por entonces se inauguraba.

El retrato pertenece a un hombre anciano que mira a lo lejos y distiende los labios finos en una leve sonrisa. El tiempo ha dejado una profunda huella en su rostro: patas de gallo, arrugas y pliegues que tampoco faltan delante de las orejas y en el cuello. Carne flácida y venas marcadas sobre sienes hundidas. Pelo muy corto y escaso del que sólo se señalan las puntas, mientras que unas entradas profundas se abren sobre la frente.

La pieza mantiene la tradición del realismo republicano, en la línea de los modelos cesarianos, sin ninguna concesión al idealismo. Debió de pertenecer a un personaje de las élites de la ciudad y constituye uno de los ejemplos más notables que ilustran los inicios de la retratística romana en Hispania.

 

Exposición hasta el 12 de octubre de 2015 en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (Museo Plaza, 2) dentro del programa La Obra Invitada. Horario: martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas. Rosalía González Rodríguez es Directora del Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera.

 

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